A Debate | Josep Miquel Bausset/RD
Sacerdotes célibes y
sacerdotes casados
¿Podría haber un nuevo
replanteamiento del celibato presbiteral con el papa Francisco?
Con motivo de
la renuncia del obispo de Solsona, Xavier Novell, vuelve a estar sobre
la mesa el debate, siempre pendiente y siempre candente, sobre el
celibatode los sacerdotes.
Cabe recordar
que el Vaticano II, en el decreto sobre los presbíteros, dice
que el celibato “no se exige por la naturaleza misma del sacerdocio”,
ya que no es ningún dogma de fe. Aún más: el Oriente cristiano,
tanto católico como ortodoxo, “además de aquellos que escogen el celibato, hay
también presbíteros casados”.
El P. Manel Nin, monje de Montserrat y exarca para los católicos bizantinos de Grecia, que fue padre espiritual (1.996-1.999) y rector (1.999- 2.016) del Pontificio Colegio Griego de Roma, recordaba en un artículo suyo, (Catalunya Religió, 17 de febrero de 2.021), que “las Iglesias Católicas Bizantinas tienen el doble clero, casado y célibe”.
No es que los
sacerdotes se casen, sino que los seminaristas que se han casado, son ordenados
presbíteros. Así por
ejemplo, en Hungría y en Ucrania, “el 99% del clero está casado”,
mientras que en otros países los sacerdotes casados son el 75%, el 50% o el
30%.
El P. Manel
Nin, debido al tiempo que pasó en el Colegio Griego, decía que, en su etapa
como padre espiritual y rector, había conocido “sacerdotes casados, óptimos
sacerdotes y óptimos padres de familia” y también “presbíteros célibes,
óptimos”. Y por eso, “el tema de abrir la Iglesia Católica Latina a
ordenar hombres casados”, el P. Manel “la ensancharía diciendo: abrir
la Iglesia Católica Latina a los presbíteros célibes y a los presbíteros
casados”.
También el
papa Francisco, en mayo de 2.014, de vuelta del viaje de Tierra Santa, dijo
en relación a los presbíteros, que “el celibato no es un dogma de fe,
es una regla de vida” y “en no ser un dogma de fe, la puerta está abierta”.
El papa
también recordó que “la Iglesia católica tiene
presbíteros casados en los ritos orientales”, los sacerdotes católicos de
las Iglesias Orientales (maronitas, armenios, melquitas o coptos), en plena
comunión con Roma, que mantienen el carácter optativo del celibato de los
presbíteros.
Como he dicho
antes, el Concilio Vaticano II, en el Decreto sobre los presbíteros, dice que
el celibato “no se exige por la naturaleza misma del sacerdocio, como aparece
por la práctica de la Iglesia primitiva, y por la tradición de las Iglesias
orientales, donde además de aquellos que escogen el celibato, hay también
presbíteros casados”. De hecho, la Iglesia primitiva no tenía el
celibato como condición sine qua non para ser ordenado.
Así, la primera
Carta a Timoteo, cuando habla de los requisitos para ser elegido obispo, dice
que el ordenado ha de ser “marido de una sola mujer” (1Tm 3:2) y
la Carta a Tito, por lo que se refiere a los presbíteros, dice también que
el ordenado “sea irreprensible, marido de una sola mujer” (Tt
1:6)
¿Podría haber
un nuevo replanteamiento del celibato presbiteral con el papa Francisco? De hecho, no es solo el papa quien
deja la puerta abierta para hablar de este tema. El cardenal brasileño Claudio
Hummes (que le dijo a Bergoglio en el conclave: “Acuérdate de los pobres”),
afirmó también, que “el celibato no es parte del dogma de la Iglesia y la
cuestión está abierta a discusión”. Y aún, el que fue obispo de Lleida, Joan
Piris, también dijo que “el celibato se puede revisar”, aunque consideraba que
este tema no era una cuestión fundamental.
Además, en
octubre de 2.019, el Sínodo de la Amazonia abrió la puerta a la
ordenación de hombres casados, por 128 votos a favor y 41 en contra. Y es
que, si las Iglesias Orientales tienen el celibato opcional para los
presbíteros, ¿porque no puede ser también así en la Iglesia Latina? Y si los
diáconos, llamados permanentes pueden estar casados y los presbíteros anglicanos
que han pasado a la Iglesia católica también lo son ¿no lo pueden ser también
los presbíteros de la Iglesia Romana?
También el P.
Xavier Poch, superior del monasterio del Miracle, decía, muy acertadamente,
por lo que respecta al celibato de los presbíteros que se habría de
“reconducir la norma actual hacia la opcionalidad” (Regió 7, 26 de
septiembre de 2.021).
Es diferente
el caso de los religiosos y de los monjes, donde desde los inicios del
monaquismo y de la vida consagrada, el celibato es un aspecto que nos
“identifica y nos configura como modelo de vida”.
Finalmente
cabe recordar que, en la homilía del 12 de mayo de 2.014, el papa
Francisco decía: “¿Quién soy yo para poner trabas? ¿Quién somos nosotros para
cerrar puertas? Es el Espíritu quien hace que la Iglesia camine. Cada
vez más, más allá de los límites, más adelante”.
Y es que, como
ha dicho el teólogo José Mª Castillo, “Jesús instituyó la Eucaristía,
pero no el celibato”.
Publicado por Religión Digital
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