Espiritualidad | José MarÃa MarÃn Sevilla/RD
La sinodalidad y las personas con discapacidad (1/2)
Nos
encontramos en plena fase diocesana del SÃnodo “Por una Iglesia sinodal:
comunión, participación y misión”. Por otra parte, como cada año estamos en la
semana que culminará con la celebración del DÃa Internacional de las Personas
con Discapacidad, el 3 diciembre, bajo el lema: “Reconstruir mejor: hacia un
mundo inclusivo, accesible y sostenible después del COVID-19 por, para y con
las personas con discapacidad".
El
Papa, por su parte, por segundo año consecutivo, ha enviado su propio Mensaje
para expresar la cercanÃa de la Iglesia a quienes están viviendo situaciones de
“particular dificultad en esta crisis causada por la pandemia” y, al tiempo que
se hace eco del lema propuesto por la UNESCO, propone una vez más, prestar
atención a la amenaza de la cultura del descarte, la necesidad de avanzar en la
inclusión y la participación activa de las personas con discapacidad en todos
los ámbitos de la vida. Es importante subrayar esta coincidencia, en el tiempo
y en los contenidos. Da gusto ver a la Iglesia caminando junto a la sociedad.
No estamos tan acostumbrados, más bien todo lo contrario: seguimos
acostumbrados a declaraciones de la jerarquÃa alejadas de la cultura y la
sociedad. En todo caso, es de agradecer, cualquier paso, por pequeño que sea.
Quisiera,
por mi parte, aprovechar la ocasión para ofrecer algunas reflexiones sobre el
SÃnodo y las personas con discapacidad.
El
logo y lo de siempre
Por
aquello de que una imagen vale más que mil palabras, voy a comenzar por algunas
observaciones sobre el logotipo oficial del SÃnodo, diseñado por Isabelle de
Senilhes:
A
primera vista pareciese que efectivamente la comunidad eclesial representada
por un grupo de 15 personas, de todas las generaciones y circunstancias
vitales, caminan juntas, en la misma dirección, en condición de igualdad,
tomando parte activa todas en la misión evangelizadora de la Iglesia.
Pero,
mirando detenidamente la imagen, sorprende que la persona con discapacidad, sea
la única que aparece en el dibujo en actitud pasiva, “necesitada” de la ayuda
de los demás para avanzar. Efectivamente, es la única que la imagen considera
“dependiente”. Una vez más se ha deslizado, por el subconsciente de todos, la
imagen paternalista de siempre. Puede que a algunos les parezca exagerada esta
apreciación. Créanme ¡no lo es! Hoy los usuarios de silla de ruedas son
autónomos, o bien porque sus brazos se lo permiten o bien porque las sillas son
eléctricas. Como mucho la imagen pudiera identificar a los ancianos o personas
con enfermedades mentales severas.
La
Iglesia del tercer milenio que soñamos y en la que queremos participar,
necesita cambiar la mentalidad, las imágenes, las oraciones, los mensajes y sus
instalaciones si quiere llegar a ser no solo actual sino seductiva e
inspiradora de vida y de igualdad. Tarea difÃcil cuando sigue excesivamente
contaminada de rutinas y posicionamientos tradicionales oxidados por el
autoritarismo y el paso de los siglos.
El
logo del SÃnodo, dicho sea de paso, tampoco acierta con la necesidad del báculo
y la mitra para identificar a los obispos. A pesar de que están situados en la
imagen “entre la gente”, caminando como “compañeros de viaje”, esos signos se
identifican más con el poder, la vanagloria y el autoritarismo, ni están
acordes con una Iglesia abierta a la cultura actual que el SÃnodo trata de
superar presentando a sus representantes en su “ministerio” al servicio del
Pueblo de Dios. Lo mismo dirÃa del clériman al que tan aficionados están
algunas nuevas generaciones de presbÃteros que acentúan el clasismo y el
alejamiento propio del “clericalismo”.
Publicado
por Religión Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...