Jóvenes | Johan Pacheco/VN
Francisco a los jóvenes: “son la esperanza de una sociedad
mejor, de una Iglesia más viva”
La
Conferencia Episcopal Italiana dirigió la peregrinación de adolescentes y
jóvenes a la plaza de San Pedro para rezar, escuchar al Papa, y compartir su fe
en Cristo Resucitado.
“Queridos
chicos y chicas, no tienen la experiencia de los grandes, pero tienen el
‘olfato’ del discípulo amado”, les dijo el Papa Francisco a los miles de
adolescentes y jóvenes italianos que se reunieron en la plaza de San Pedro este
lunes de Pascua.
La
alegría de la Resurrección de Señor se reflejaba en los jubilosos bailes y
cantos de los jóvenes que se reunieron con el Santo Padre.
Fue
un encuentro de oración, testimonio y diálogo. El Pontífice dirigió la oración
y los asistentes confirmaron su fe en Cristo Resucitado, también escuchó
atentamente los testimonios de adolescentes que compartieron sus inquietudes,
dificultades y esperanzas.
Luego
de la proclamación del Evangelio (Jn 21, 1-19) de la aparición del Resucitado a
los discípulos en la barca, y en el que pregunta a Pedro, sí le amaba, y le
dice “Sígueme”. El Papa reflexionó sobre las esperanzas que dan el encuentro
con Jesús vivo.
¿Cuántas
veces has tenido miedo?
“Hay
momentos en los que la vida nos pone a prueba, en los que nos hace sentir
nuestras debilidades y nos hace sentir desnudos, impotentes, solos”, les dijo
el Papa en la reflexión. Preguntándoles también: “¿Cuántas veces en este
periodo te has sentido solo, lejos de tus amigos? ¿Cuántas veces has tenido
miedo? No te avergüences de decir: ¡tengo miedo!”.
“La
oscuridad nos pone en crisis, -dijo Francisco- sobre todo cuando levantamos
nuestras redes y están vacías. Entonces no entendemos, nos preguntamos por
qué... Pero después de la noche viene el día, siempre”.
El
‘olfato’ del discípulo amado
Y
les exhortó a ir al encuentro de Jesús Resucitado: “Queridos chicos y chicas,
no tienen la experiencia de los grandes, pero tienen el ‘olfato’ del discípulo
amado. En ti está la inconsciencia de quien no se resigna al cálculo y se abre
a la maravilla del encuentro. Detrás de cada regalo de la vida puedes reconocer
a Aquel que lo da todo. ¡Levanten la mirada! Mira el rostro de Jesús. Y
ayúdanos también a nosotros, los adultos, demasiado a menudo preocupados por
los problemas, a descubrir su belleza”.
Recordando,
así como la experiencia del joven discípulo Juan, impulsó al anciano discípulo
Pedro a reconocer al Resucitado:
“En
cuanto Juan grita: "¡Es el Señor!", Pedro se ciñe y salta al agua.
Este impulso inmediato por parte del apóstol más anciano, el que en las
narraciones de los Evangelios recoge muchas malas impresiones, es conmovedor.
Todo el amor generoso de Simón, conocido como Pedro, está en esa inmersión.
Cuando Jesús había caído en el abismo de la pasión, Pedro había intentado
salvarse, abandonando al Maestro a su suerte. Ahora, en cambio, se sumerge, ya
no piensa en sí mismo sino sólo en Él, su Señor, y sólo quiere abrazarlo”.
“Sumérgete,
como Pedro, en el encuentro con Jesús. Tu corazón lo reconocerá”, les insistió
el Papa Francisco a los jóvenes.
No
dejen que sus fragilidades los paralicen
Francisco
animó a los adolescentes y jóvenes que “son la esperanza de una sociedad mejor,
de una Iglesia más viva, son el presente y el futuro. No tengan miedo de su
juventud, no dejen que sus fragilidades los paralicen, no se resignen a la idea
de ‘de todas formas no podemos hacer nada’. Todo el mundo puede y debe hacer su
parte. La construcción de la paz inicia de la pequeñez de nuestras relaciones,
del cuidado de los sentimientos que cultivamos en nuestro corazón, de la
sensibilidad ante el sufrimiento que encontramos. La paz empieza en nosotros:
piensa en esto cuando te enfades o discutas con alguien”.
"¡Sígueme!"
Al
final, el Santo Padre recordó que el diálogo entre Pedro y Jesús termina con
una invitación: "¡Sígueme!", que también es el lema de esta
peregrinación.
“Jesús
nos repite una y otra vez: "¡Sígueme!". No importa si somos grandes o
pequeños, fuertes o débiles, si tenemos más victorias o más derrotas. Jesús
sigue repitiendo a Pedro y a cada uno de nosotros: ¡Sígueme!".
Hablando
en un lenguaje juvenil, les dijo el Papa, “seguir” no solamente como en las
redes sociales. El “Sígueme" de Jesús, “es una invitación al amor, una
invitación a sentirlo en vuestro corazón, a dar lo mejor de vosotros mismos”.
Publicado
por Vatican News
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