Reflexión | Alejandro Fernández Barrajón/RD
¿Me lo explican, por favor?
"Vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo"
Uno
de los argumentos más recurrentes de las feministas y de los partidarios del
aborto es éste “Yo con mi cuerpo hago lo que quiero” Y parece que es una
opinión irrefutable. ¡Falso!
De aquí se deducen varias conclusiones:
1) Que el cuerpo
es propiedad de quien lo porta, como si lo hubiéramos adquirido en un
supermercado con el propio esfuerzo o lo hubiéramos pedido por Amazon, después
de pagarlo religiosamente. ¡Falso!
Desde
esta postura no se explica que las mismas feministas estén en contra de la
prostitución. Vamos a ser coherentes: ¿Podemos o no podemos hacer con nuestro
cuerpo lo que nos apetezca? Tenemos que aclararnos. Si podemos hacer lo que queramos con nuestro
cuerpo está legitimada la prostitución, que es un indigno negocio con el cuerpo
de los más débiles.
2) Que el cuerpo
es algo con poco valor porque puedo hacer con él lo que me apetece. Como lo
hago con un papel inservible o una lata de refresco vacía.
¡Falso! Dirá san Pablo, que nuestro cuerpo es,
nada más y nada menos, que “templo” del Espíritu santo. Yo entiendo que lo que
diga san Pablo no les importe mucho a algunos, pero desde una postura puramente
humana y racional todos entendemos y vemos que un cuerpo es una maravilla, una
obra de arte única, la sede de nuestros pensamientos y nuestras mejores
acciones y creaciones y cuando algo nos duele o enfermamos lo sentimos
muchísimo. Y no es para menos. ¡Qué maravilla es el cuerpo humano para ser lo
que somos y lograr lo que pretendemos¡ Sin duda había que declararlo en la ONU
y en la UNESCO, obra de arte protegida. Más o menos, eso es lo que hace san
Pablo cuando lo declara “templo”. Un templo que hay que proteger porque es más
valioso que una catedral. ¿O no? ¡Me lo expliquen por favor!
3) Que hemos
perdido la objetividad para analizar la realidad y un cuerpo, nacido o en
proyecto, no nos parece digno de atención. Aunque sí lo sea un esqueleto
hallado en una excavación y lo tratemos con mimo y respeto porque es un tesoro.
Si está vivo ya no tiene tanto interés.
La ideología nos tiene tan cegados que ya no distinguimos un ser vivo de
un esqueleto. ¡Me lo expliquen por favor!
4) En el fondo,
todo esto quiere decir que vamos conduciendo sin frenos y hacia el abismo.
Estamos perdiendo los valores que han hecho posible la grandeza de nuestra
civilización. Ésta misma que estamos defendiendo contra Rusia en su ataque a
Ucrania y estamos invirtiendo cantidades astronómicas de dinero para
salvaguardar lo que significa la cultura occidental que está en peligro. Pero
no estamos invirtiendo ni un solo céntimo en proteger al ser humano que tenemos
tan cerca de nosotros, en el vientre de nuestras mujeres y que son la garantía
de nuestro estado de bienestar. Porque sin natalidad no hay futuro. Y
preferimos, en virtud de un falso progreso, invertir en destruir la natalidad
dando facilidades para los abortos que invertir de la misma manera en
promocionar la natalidad y proteger a las madres gestantes. ¿Me lo explican, por
favor?
Publicado
por Religión Digital
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