Papa Francisco | Antonella Palermo/VN
El Papa: El discernimiento es agotador pero indispensable para
la vida
Hoy
comienza un nuevo ciclo de catequesis en el que Francisco reflexionará sobre el
tema del discernimiento. Conocimiento, experiencia, afecto, voluntad son
algunos de los ingredientes que caracterizan esta piedra angular de la
espiritualidad ignaciana que requiere una relación filial con Dios.
En
la Audiencia General de este miércoles, el Papa jesuita inaugura una nueva
serie de meditaciones sobre un tema muy querido por los formados en la escuela
de San Ignacio de Loyola, fundador de la CompañÃa de Jesús: el discernimiento.
Las
condiciones para hacer una buena elección
Francisco
parte de la base de que "discernir es un acto importante que concierne a
todos, porque las elecciones son una parte esencial de la vida. Las acciones
cotidianas son básicamente el resultado de una elección, más o menos
fundamental: se elige una comida, un vestido, una carrera, un trabajo, una
relación".
En
todo esto -dice el Papa- se realiza un proyecto de vida, y también nuestra
relación con Dios. “Es precisamente a algunas imágenes tomadas de la vida
ordinaria y relatadas en los Evangelios a las que el PontÃfice hace referencia:
los pescadores que seleccionan los peces buenos y descartan los malos; el
comerciante que sabe identificar, entre muchas perlas, la de mayor valor; el
agricultor que en el campo encuentra algo que resulta ser un tesoro”.
El
discernimiento se presenta como un ejercicio de "inteligencia",
"experiencia" y también de "voluntad", para aprovechar el
momento favorable: son condiciones para hacer una buena elección. Y también hay
un coste necesario para que el discernimiento sea operativo.
A
la luz de los ejemplos citados, el Papa señala que no es posible delegar una
elección en otros, ya que cada elección es propia, y habla de "situaciones
inesperadas, no previstas, en las que es esencial reconocer la importancia y la
urgencia de una decisión que hay que tomar".
El
buen discernimiento produce alegrÃa
Favorecer
el encuentro entre lo temporal y lo eterno es lo que es el discernimiento en
pocas palabras, dice Francisco.
El
Evangelio -añade el Papa- sugiere otro aspecto importante del discernimiento:
implica los afectos. Insiste en el hecho de que quien ha encontrado el tesoro
no siente la dificultad de venderlo todo, tan grande es su alegrÃa, como relata
el evangelista Marcos (cf. Mt 13,44) utilizando un término que expresa
"una alegrÃa totalmente especial, que ninguna realidad humana puede
dar".
En
el Juicio Final, Dios obrará el discernimiento hacia nosotros. Las imágenes del
agricultor, el pescador y el mercader son ejemplos de lo que ocurre en el Reino
de los Cielos, un Reino que se manifiesta en las acciones ordinarias de la
vida, que nos exigen tomar posición. Por eso es tan importante saber discernir:
las grandes elecciones pueden surgir de circunstancias que a primera vista
parecen secundarias, pero que resultan ser decisivas.
AquÃ
el Papa recuerda el primer encuentro de Andrés y Juan con Jesús, que surgió de
una simple pregunta: "RabÃ, ¿dónde vives?" - "Vengan a
ver". Un intercambio muy breve que, sin embargo, es "el comienzo de
un cambio que marcará toda una vida".
La
invitación de Dios a evaluar y elegir
El
conocimiento, la experiencia, el afecto, la voluntad son algunos de los
elementos indispensables del discernimiento, vuelve a subrayar el Papa
Francisco, que se ampliará en las catequesis de los miércoles.
El
discernimiento -como he dicho- implica un esfuerzo. Según la Biblia, no
encontramos ante nosotros, ya empaquetada, la vida que hemos de vivir. Dios nos
invita a evaluar y elegir: nos ha creado libres y quiere que ejerzamos nuestra
libertad. Por lo tanto, discernir es un reto.
AquÃ
el Papa repite que Dios quiere que seamos hijos, no esclavos, quiere que seamos
libres. “A menudo hemos tenido esta experiencia: elegir algo que nos parecÃa
bueno y en cambio no lo era. O saber cuál era nuestro verdadero bien y no
elegirlo. El hombre, a diferencia de los animales, puede equivocarse, puede no
querer elegir correctamente”.
“Dios
da al hombre una instrucción precisa: si quieres vivir, si quieres disfrutar de
la vida, recuerda que eres una criatura, que no eres el criterio del bien y del
mal y que las elecciones que hagas tendrán una consecuencia, para ti, para los
demás y para el mundo (cf. Gn 2,16-17); puedes hacer de la tierra un magnÃfico
jardÃn o puedes convertirla en un desierto de muerte. Una enseñanza
fundamental: no es casualidad que sea el primer diálogo entre Dios y el
hombre”.
Para
aprender a vivir hay que aprender a amar
AquÃ
es donde entra en juego el entrenamiento en una sana y constante introspección
personal y una relación Ãntima y confiada con el Señor, para descubrir esa
magia de la memoria ignaciana, ese más en el amor que se puede generar
precisamente a través del buen discernimiento. Todo en la conciencia de ser
llevado de la mano, con la ayuda del EspÃritu, para ser invocado siempre en
cada viaje hacia las elecciones:
"El discernimiento es agotador pero indispensable para vivir. Requiere que me conozca a mà mismo, que sepa lo que es bueno para mà aquà y ahora. Sobre todo, requiere una "relación filial con Dios". Dios es Padre y no nos deja solos, siempre está dispuesto a aconsejarnos, a animarnos, a acogernos. Pero nunca impone su voluntad. ¿Por qué? Porque quiere ser amado y no temido. Y el amor sólo se puede vivir en libertad. Para aprender a vivir hay que aprender a amar, y para ello es necesario discernir".
Publicado
por Vatican News
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