Papa Francisco | Alfa & Omega
El Papa asegura que «desechar comida es desechar a personas»
Ha
enviado un mensaje a los participantes en la celebración del Día Internacional
de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, en el que ha
instado a detener la especulación alimentaria.
«Cuando
la comida no se aprovecha debidamente, sea porque se pierda o porque se
despilfarre, estamos a merced de la “cultura del descarte”, que se traduce en
una manifestación de desinterés por lo que tiene un valor fundamental o de
apego a lo que adolece de importancia». Así se ha expresado el Papa Francisco
en un mensaje enviado a los asistentes a la celebración del Día Internacional
de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, que se
celebra este jueves, 29 de septiembre. También ha agradecido el espacio que se
le brinda en el evento, cuyo objetivo es «resaltar la gravedad de un problema
que no podemos dejar pasar de largo en este momento tan duro que estamos
viviendo».
El
Pontífice ha recalcado, según recogen medios vaticanos, que «ver tirados los
alimentos en la basura o deteriorados por ausencia de los recursos necesarios
para hacerlos llegar a sus destinatarios es realmente vergonzoso y
preocupante». Y, en contraposición, «multitudes de seres humanos no pueden
acceder a una alimentación adecuada o a los medios para procurársela, siendo
este un derecho básico y prioritario de cada persona».
Francisco
ha puntualizado que la pérdida y el desperdicio de alimentos «dividen a la
humanidad entre los que tienen demasiado y los que carecen de lo esencial,
porque aumentan las desigualdades, generan injusticias y niegan a los pobres lo
que necesitan para vivir dignamente». Y ha aludido a los últimos datos del
Informe sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en el Mundo,
que revelan que el año pasado el número de personas que padecen hambre en
nuestro planeta aumentó significativamente debido a las múltiples crisis que
afronta la humanidad».
El
Sucesor de Pedro ha repetido que «es necesario recoger para redistribuir, no
producir para dispersar». «Ya lo he dicho en el pasado, y no me cansaré de
insistir: ¡Desechar comida es desechar personas!». Y ha reivindicado que «en el
mundo existe el alimento necesario para que nadie se vaya a la cama con el
estómago vacío. Se producen recursos alimentarios más que suficientes para dar
de comer a 8.000 millones de personas. La cuestión, sin embargo, se refiere a
la justicia social, es decir, a la forma en que se regula la gestión de los
recursos y la distribución de la riqueza».
La
vida depende de los alimentos, ha recalcado el Papa, «y es un escándalo que los
grandes productores alienten un consumo compulsivo para enriquecerse, sin
siquiera considerar las auténticas necesidades de los seres humanos». «¡Hay que
detener la especulación alimentaria!», ha exhortado el Santo Padre, quien
considera que «debemos dejar de tratar los alimentos, que son un bien
fundamental para todos, como moneda de cambio para unos pocos».
El
impacto del desperdicio en la casa común
El
Pontífice ha continuado su mensaje evidenciando que «el desperdicio de
alimentos o la pérdida de los mismos contribuye significativamente al
incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, al
cambio climático y a sus dañinas consecuencias».
«Es
inaplazable tanto para los Estados como para las grandes empresas
multinacionales, para las asociaciones como para los individuos, responder con
eficacia y honestidad al grito desgarrador de los hambrientos que reclaman
justicia», ha remarcado. «Cada uno de nosotros está llamado a reorientar su
estilo de vida de manera consciente y responsable, para que ninguna persona
quede postergada y a todas lleguen los alimentos que precisan, tanto en
cantidad como en calidad. Se lo debemos a nuestros seres queridos, a las generaciones
futuras y a quienes se encuentran golpeados por la miseria económica y
existencial», ha concluido.
Publicado
por Alfa & Omega
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