Temas de Salud | Melissa Correa/H
Diabetes: Recomendaciones
para evitar complicaciones de salud
La diabetes es una enfermedad grave. Seguir tu
plan de tratamiento para la diabetes conlleva un compromiso permanente. Sin
embargo, tu esfuerzo vale la pena.
La atención cuidadosa de la diabetes puede
disminuir el riesgo de tener complicaciones graves, incluso mortales.
A continuación, te ofrecemos 10 formas de adoptar
un rol activo en el cuidado de la diabetes y disfrutar de un futuro saludable.
1. Comprométete a controlar la diabetes
Los miembros de tu equipo de atención para la
diabetes, por ejemplo, un médico o proveedor principal de atención médica, un
miembro educador del personal de enfermería especializado en diabetes y un
dietista, pueden ayudarte a aprender los conceptos básicos de la diabetes y
brindarte apoyo en el proceso. Sin embargo, el control de tu afección depende
de ti.
Aprende todo lo que puedas sobre la diabetes. Haz
que la alimentación saludable y la actividad física formen parte de tu rutina
diaria. Mantén un peso saludable.
Controla el nivel de azúcar en sangre y sigue las
instrucciones del médico para controlarlo. Toma los medicamentos respetando las
indicaciones del médico. Pídele ayuda al equipo de tratamiento de la diabetes
cuando la necesites.
2. No fumar
Fumar aumenta el riesgo de padecer diabetes de
tipo 2 y de sufrir diversas complicaciones relacionadas con la diabetes,
incluidas:
Disminución del flujo sanguíneo en las piernas y
los pies, lo que puede provocar infecciones, úlceras y la posible extirpación
de una parte del cuerpo por medio de cirugía (amputación)
Enfermedad cardíaca
Accidente cerebrovascular
Enfermedad ocular, que puede causar ceguera
Lesión a los nervios
Enfermedad renal
Muerte prematura
Habla con tu médico sobre los métodos para dejar
de fumar o dejar de consumir otros tipos de tabaco.
3. Mantén la presión arterial y el
colesterol bajo control
Al igual que la diabetes, la presión arterial alta
puede dañar los vasos sanguíneos. El colesterol alto también es preocupante, ya
que el daño a menudo es más grave y más rápido si tienes diabetes. Cuando estas
afecciones se suman, pueden provocar un ataque cardíaco, un accidente
cerebrovascular u otras enfermedades graves y que ponen en riesgo la vida.
Consumir alimentos saludables de bajo contenido
graso y hacer ejercicio en forma regular puede contribuir en gran medida al
control de la presión arterial alta y el colesterol. El médico también te puede
recomendar que tomes medicamentos recetados, de ser necesario.
4. Programa exámenes físicos y oculares
regulares
Hazte entre dos y cuatro controles de la diabetes
por año, además de los exámenes físicos y oculares de rutina.
Durante el examen físico, el médico te preguntará
por tu alimentación y por tu nivel de actividad física, y te revisará para
detectar complicaciones relacionadas con la diabetes, como signos de daño
renal, lesiones a los nervios y enfermedades cardíacas, así como otros
problemas médicos.
El especialista en el cuidado de la vista
controlará si hay signos de cataratas, de glaucoma y de daño en la retina.
5. Mantén tus vacunas al día
La diabetes te hace más propenso a contraer
ciertas enfermedades. Las vacunas de rutina pueden ayudar a prevenirlas.
Pregúntale al médico por las siguientes vacunas:
Vacuna contra la influenza. Una aplicación anual
de la vacuna contra la influenza puede ayudarte a permanecer saludable durante
la temporada de influenza y a prevenir las complicaciones graves de esta
infección.
Vacuna contra la neumonía. A veces, solo se
requiere una aplicación de la vacuna contra la neumonía. Sin embargo, si tienes
complicaciones de la diabetes o tienes 65 años o más, es posible que necesites
un refuerzo.
Vacuna contra la hepatitis B. La vacuna contra la
hepatitis B se recomienda para adultos con diabetes que no se hayan vacunado
antes y tengan menos de 60 años. Si tienes 60 años o más y nunca te has
aplicado esta vacuna, consúltale al médico si deberías hacerlo.
Otras vacunas. Mantén la vacuna contra el tétanos
al día (por lo general, se aplica cada 10 años). El médico también puede
recomendarte otras vacunas.
6. Cuídate los dientes
La diabetes puede aumentar tus probabilidades de
contraer infecciones en las encías. Cepíllate los dientes al menos dos veces
por día con un dentífrico con flúor, usa hilo dental una vez al día y programa
exámenes dentales, por lo menos, dos veces al año. Llama al dentista si tienes
sangrado, enrojecimiento o hinchazón en las encías.
7. Préstales atención a los pies
Los niveles altos de azúcar en sangre pueden
disminuir el flujo sanguíneo y dañar los nervios de los pies. Si no se tratan,
las heridas y las ampollas pueden provocar infecciones graves. La diabetes
puede causar dolor, hormigueo o pérdida de la sensibilidad en los pies.
Para prevenir problemas en los pies, haz lo
siguiente:
Lávate los pies diariamente con agua tibia. Evita
sumergir los pies, ya que eso puede secar la piel.
Sécate los pies con suavidad, especialmente entre
los dedos.
Humecta los pies y los tobillos con una loción o
con vaselina. No te coloques aceites ni cremas entre los dedos, ya que la
humedad extra puede provocar infecciones.
Revísate los pies diariamente para ver si tienes
callosidades, ampollas, llagas, enrojecimiento o hinchazón.
Consúltale al médico si tienes una llaga u otro
problema de pies que no se empieza a curar dentro de unos días. Si tienes una
úlcera en el pie, una llaga abierta, consulta al médico de inmediato.
No camines descalzo en interiores ni en
exteriores.
8. Considera tomar una aspirina todos los
días
Si tienes diabetes u otros factores de riesgo
cardiovascular, como tabaquismo o presión arterial alta, el médico puede
recomendarte que tomes una aspirina de dosis baja todos los días para ayudar a
reducir el riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Si no tienes factores de riesgo cardiovascular adicionales, es probable que el
riesgo de tener un sangrado que provoca el consumo de aspirina sea mayor que
los beneficios que puede ofrecer. Pregúntale al médico si el tratamiento diario
con aspirina es adecuado para ti, y, si es así, cuál sería la dosis ideal.
9. Si consumes bebidas alcohólicas, hazlo
de manera responsable
El alcohol puede provocar un nivel alto o bajo de
azúcar en sangre, según la cantidad que se beba y si se come al mismo tiempo.
Si decides beber, hazlo con moderación; es decir, no más de una bebida por día
para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y
dos bebidas por día para los hombres menores de 65 años.
Siempre que bebas, hazlo durante una comida o un
refrigerio, y recuerda agregar las calorías de cualquier bebida alcohólica que
ingieras a tu recuento diario de calorías. Asimismo, ten en cuenta que el
alcohol puede provocar un nivel bajo de azúcar en sangre más adelante, en
especial en las personas que usan insulina.
10. Toma el estrés con seriedad
Si estás estresado, es probable que descuides tu
rutina de cuidados habituales para la diabetes. Establece límites para
controlar el estrés. Prioriza tus tareas. Aprende técnicas de relajación.
Duerme mucho. Y, ante todo, mantén una actitud
positiva. El cuidado para la diabetes está bajo tu control. Si estás dispuesto
a cumplir con tu parte, la diabetes no impedirá que lleves una vida activa y
saludable.
Publicado por el periódico Hoy
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