Canturreando | Arismendy Martínez (trinitrio32@gmail.com)
La
fiesta del amor, cada día con alegría
El 14 de
febrero de cada año nos han impuesto la celebración del día del amor, esa
fiesta se ha ido convirtiendo en una jornada mercantilista, donde se le da
mayor importancia a los regalos que se hacen y se reciben con tal motivación de
dicha fiesta. El amor es una perenne fiesta de todos días, pues el amor está
sintetizado en Dios Padre, que es supremo amor y nos prodiga hermosos regalos
de bendiciones cada día.
San Pablo hace
una buena descripción del amor, 1 Corintios 13: 3-9, hace una
maravillosa descripción del noble sentimiento del amor; donde destaca todos los
bellos, tiernos y nobles sentimientos que adornan el amor que nace como flor
silvestre en el huerto de cada corazón. No confundamos la pasión con el amor,
son sentimientos parecidos, pero en su esencia no son iguales, pues una pasión
puede ser algo pasajero, momentáneo, efímero que nace de la atracción entre dos
personas.
Pero el amor
surge a medida que vamos conociendo una persona y vivimos la nobleza de su
corazón; esos sentimientos de ternura, paz, entrega, sublimidad, humildad,
constancia, paciencia, alegría, confianza, respeto, dignidad, honestidad,
caridad, solidaridad, unidos al don de querer compartir experiencias de vida
hacen que nazca y se fortalezca el amor.
En el libro de
los Proverbios en el capítulo 31, encontramos un himno a los atributos de una
relación conyugal con el consabido reconocimiento a los delicados sentidos de
una mujer hacendosa en todo el sentido de la relación de parejas, que invito a
que sea lea y se analice para poder valorar el amor con respecto al matrimonio.
Existe una
breve reflexión con respecto al amor de parejas y que debemos valorar en todo
el sentido explícito de la realidad creadora de Dios. “Si el hombre representa
el altar, la mujer es el cáliz sobre el cual nos debemos reverentes inclinar”.
Todos hemos nacidos del vientre acogedor de una mujer, donde con todo su amor
puso Dios el don de la vida perenne y tenue.
Para el
comercio el 14 de febrero de cada año, seguirá siendo celebrado el día del
amor, pero, para los que vivimos el amor de Dios muy dentro de nuestro corazón,
el amor lo vivimos y lo celebramos cada día de nuestra existencia con los
ribetes de la esperanza que adorna el huerto bien abonado para sembrar la
semilla imperecedera del amor.
Que viva el
amor en todas sus manifestaciones sobre la faz de la tierra y que cada día
podamos hacer realidad la máxima sentencia del amor expresada por san Agustín
de Hipona: “Ama y después, haz lo que quieras, si corriges, lo harás con amor,
si perdonas, perdonarás por amor, si trabajas, trabajarás por amor, ama y
después, haz lo que quieras”.
Bendiciones.
ADH 875 febrero
2023
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