Testigos de la Fe | Paolo Ondarza
Dossier Fides: 20 misioneros asesinados durante
el año
En el continente africano se registra el mayor número
de sacerdotes, religiosos, catequistas, también laicos, asesinados en 2023, en
muchos casos víctimas de secuestros o actos de terrorismo, implicados en
tiroteos o violencia de diversa índole.
No llevaron a cabo acciones llamativas ni hazañas
extraordinarias. Lo que caracteriza a los 20 misioneros asesinados en 2023 es
su normalidad de vida, en contextos de pobreza económica y cultural, de
degradación moral y ambiental, donde no hay respeto por la vida y los derechos
humanos, sino que la norma suele ser sólo la opresión y la violencia.
Normalidad de
vida y testimonio evangélico
Un año más, los datos publicados por el número especial de la Agencia Fides dirigido por Stefano Lodigiani presentan
fotografías de vidas ordinarias truncadas en la oferta cotidiana del sencillo testimonio
evangélico de pastores, catequistas, agentes sanitarios, animadores de la
liturgia, de la caridad. La lista incluye 1 obispo, 8 sacerdotes, 2 religiosos
no sacerdotes, 1 seminarista, 1 novicio y 7 laicos.
2 misioneros
más asesinados en comparación con 2022
En comparación con el año pasado, han sido asesinados
2 misioneros más, pero como recuerda la Agencia, los datos recopilados siguen
abiertos a actualizaciones y correcciones. El número más alto se registra de
nuevo en África, donde han sido asesinados 9 (5 sacerdotes, 2 religiosos, 1
seminarista, 1 novicio). Le siguen América, con 6 víctimas (1 obispo, 3
sacerdotes, 2 laicas), Asia, con 4 laicos asesinados, y Europa, con un
misionero laico asesinado.
Encontrarse con
la muerte por causas ajenas a su voluntad
Todos han muerto por causas ajenas a su voluntad:
víctimas de secuestros o actos de terrorismo, implicados en tiroteos o actos de
violencia de diversa índole. Desde sacerdotes que se dirigían a celebrar misa y
realizar actividades pastorales en alguna comunidad lejana, como el padre
Jacques Yaro Zerbo, asesinado por pistoleros no identificados en la región de
Boucle du Mouhoun, en Burkina Faso; hasta asaltos a mano armada perpetrados en
carreteras muy transitadas o asaltos a rectorías y conventos donde los misioneros
se dedicaban a la evangelización, la caridad y la promoción humana. Es lo que
le ocurrió al padre Stephen Gutgsell, asesinado a tiros en la rectoría de la
iglesia de Fort Cahloun, en Nebraska (Estados Unidos).
De México llega el testimonio de las jóvenes
catequistas Gertrudis Cruz de Jesús y Gliserina Cruz Merino, asesinadas en el
Estado de Oaxaca durante una emboscada cuando se dirigían a una procesión
eucarística. De Palestina llegó el de Samar Kamal Anton, y su madre, Nahida
Khalil Anton, tiroteadas por francotiradores cuando se dirigían al convento de
monjas de la Madre Teresa en Gaza. Junto con otras mujeres católicas y
ortodoxas, estaban comprometidas en un camino de fe y apostolado, especialmente
en favor de los pobres y los discapacitados. El dossier de Fides abarca también
Europa, donde en España Diego Valencia, laico, sacristán de la parroquia de
Nuestra Señora de La Palma, en Algeciras, provincia de Cádiz, fue asesinado por
un joven marroquí armado con un machete, que hirió a otras personas además de a
él.
Testigos de fe
y esperanza
Se trata de mujeres y hombres de fe que podrían haber
evitado la muerte trasladándose a lugares más seguros o desistiendo de sus
compromisos cristianos. Eligieron de otro modo a sabiendas del riesgo que corrían
cada día. Ingenuos a los ojos del mundo, pero auténticos testigos de
fraternidad y esperanza gracias a los cuales la Iglesia y el mundo avanzan.
Concretamente en 2023 en África los misioneros
asesinados fueron en Nigeria (4), Burkina Faso (2) y Tanzania; en América: en
México (4) y EE.UU. (2); en Asia: en Filipinas (2) y Palestina (2); en Europa:
en España (1).
Frutos maduros
de la viña del Señor
Según la Agencia Fides, entre 2001 y 2022 fueron
asesinados 544 agentes pastorales. Unos 115 en el decenio 1980-1989; 604 entre
1990 y 2000, década en la que tuvo lugar el genocidio en Ruanda, que causó al
menos 248 víctimas entre el personal eclesiástico. "Los mártires -dijo el
Papa- no deben ser vistos como héroes que actuaron individualmente, como flores
que brotan en un desierto, sino como frutos maduros y excelentes de la viña del
Señor, que es la Iglesia".
El dossier de Fides no se refiere sólo a los
misioneros ad gentes en sentido estricto, sino que toma en
consideración a todos los bautizados involucrados en la vida de la Iglesia que
han muerto de forma violenta, incluso cuando esto sucede no expresamente
"por odio a la fe". "Por esta razón, preferimos no utilizar el
término mártires, salvo en su acepción etimológica de testigos, para no entrar
en el juicio que la Iglesia pueda eventualmente dar sobre algunos de ellos
proponiéndolos, tras un atento examen, para su beatificación o
canonización", aclaran.
Instrumentos
del plan salvífico de Dios
El reporte de Fides utiliza el término
"misionero" para referirse a cada bautizado porque, como escribió
Francisco en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, "cada bautizado es un sujeto activo de la evangelización".
"También hoy -dijo el Papa en el Ángelus del pasado 26 de diciembre, en la fiesta de San Esteban Protomártir- hay, y son muchos, quienes
sufren y mueren por dar testimonio de Jesús". "La semilla de sus
sacrificios, que parecía morir, brota y da fruto, porque Dios, a través de
ellos, sigue obrando maravillas (cf. Hch 18,9-10), para cambiar los corazones y
salvar a los hombres", añadió el Papa.
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