Valores | Marian Rojas Estapé (Psiquiatra)
«Liderar es
servir»
«El líder es una persona con
vocación de servicio y entrega. Sin estas dos cualidades
es prácticamente imposible llegar a ser un líder de verdad», así lo asegura la
reconocida psiquiatra Marian Rojas Estapé autora de «Cómo hacer que te pasen cosas buenas» y «Encuentra tu persona vitamina», quien habla
del cómo es un verdadero líder. Compartimos su escrito a continuación.
Uno puede empujar, mandar, dirigir pero, no sabrá
llegar al corazón ni al comportamiento de los que le rodean.
El auténtico líder puede nacer, pero sobre todo
se hace, trabajando y desarrollando las capacidades y talentos que posee con
esfuerzo e ilusión.
Ser líder es distinto a ser
famoso. Hoy en días vivimos rodeados de programas sobre
la vida amorosa de gente sin prestigio. Están de moda y tienen gran audiencia.
Estimulan el morbo, sin buscar la actitud sana, coherente y verdadera del ser
humano. La gente sigue estos programas porque frenan sus frustraciones
personales y traumas al ver vidas de famosos rotas sin sentido ni rumbo.
Ser líder significa saber
gobernarse uno mismo. No es tarea fácil. Decía
Lao-Tsé: “aquel que se conquista a los demás es poderoso, aquel que se
conquista a sí mismo es invencible”. El dominio de uno mismo es complejo,
arduo, debido a que la vida es incierta, cambiante, fluctuante… No tenemos seguridad
de apenas nada y buscamos la respuesta a preguntas que en muchas ocasiones no
tienen solución. Los que triunfan son aquellos que no sólo buscan esas
respuestas a los interrogantes de la vida, sino que sueñan, disfrutan de la
experiencia con una visión positiva e ilusionante. Son capaces de transmitir
ese entusiasmo.
Todos buscamos el éxito de
alguna u otra manera. Para lograrlo hay que
comenzar por definirlo. ¡No dejar que los demás definan nuestro éxito! Sino uno
acaba persiguiendo los sueños de otros. El autogobierno comienza por saber
quién soy, qué quiero y cómo quiero lograrlo. En muchos momentos nos toparemos
con el fracaso como compañero de viaje. El fracaso bien asumido, a diferencia
del éxito, nos enseña y es un gran maestro ya que nos hace crecer. Lo que te
hace progresar como persona es el fracaso asumido de forma correcta.
El líder tiene capacidad de
soñar, de creer en lo imposible. Cuando existe el
ingrediente de la ilusión es mucho más fácil transmitir ese sueño por muy
irreal que parezca. A través de ese entusiasmo, los que rodean al líder
aumentan su capacidades y talentos. Mejoran porque quieren llegar a esas metas
trazadas con ilusión.
Ser líder está muy relacionado
con la fortaleza, refiriéndome no a un carácter duro o inflexible
sino a seguir paciente y constantemente en la lucha por conseguir lo propuesto.
No hay líder sin humildad. La
humildad nos mantiene con los pies en la tierra, sin creernos nada; sin pensar
que somos superiores a otros. Al revés, el líder-humilde posee la capacidad de
escuchar a los demás, de aprender de los que le rodean y sobre todo de
compartir. Es capaz de poner en común conocimientos, sabiduría, experiencias
sin miedo a perder el protagonismo o liderazgo. El talento llama al talento,
hace crecer lo bueno a su alrededor. En cambio, el mediocre invita a la
mediocridad. Veo mucha gente en la consulta con baja autoestima, que se
infravalora; y siempre reitero que no conozco a nadie sin talento, pero sí a
gente perdida, que no se encuentra y que por tanto no sabe ver lo valioso que
llevan dentro. Cuando alguien desubicado se topa con un líder, este sabe sacar
bucear en el interior del otro y sacar lo mejor que lleva dentro. Sabe limar
las asperezas, y hacer brillar lo excelente que posee.
El buen líder es auténtico, es decir,
existe una buena relación entre lo que piensa, dice y hace. Su conducta es
ejemplar y es capaz de arrastrar a los que le rodean hacia lo mejor. Las
palabras ayudan pero, es sobre todo el ejemplo lo que une los corazones y las
cabezas para lograr una meta común. El líder ayuda a otros a desplegar su
verdadero ser, sus posibles talentos y capacidades.
El liderazgo es una llamada a saber cómo somos,
como reaccionamos, como sentimos y como nos relacionamos con otros. Los que
lideran con valentía, autenticidad y coherencia crean un ambiente de ilusión y
crecimiento a su alrededor. Saben llamar al cambio, a la revolución interior.
El líder ayuda a los demás a alcanzar una altura que en ocasiones ni ellos
mismos pensaron poder alcanzar. Abre la mente a nuevos horizontes de
crecimiento y desarrollo interior. El líder no solo manda, sino que
inspira. El liderazgo es una manera de ser y una manera de tratar a
los demás.
Artículo publicado en la revista del periódico El
Espectador en Colombia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...