Noticias | Marine Henriot
Haití: Fue asaltada la casa
de las Misioneras de la Caridad
El convento y
el hospital de las monjas de la Madre Teresa en la capital haitiana, Puerto
Príncipe, fueron objeto de vandalismo e incendiados por un grupo armado. Las
religiosas acogían y atendían hasta treinta mil personas al año
Hasta la noche del sábado 26 de
octubre había sido uno de los últimos lugares respetados de un país, Haití,
sumido en la violencia. Esa noche, una banda saqueó el convento y el hospital
de las Misioneras de la Caridad, en Puerto Príncipe, la capital, antes de
prenderle fuego a todo. Afortunadamente, ninguna monja resultó herida.
A finales de septiembre, la policía
había pedido a las monjas que abandonaran la zona y cerraran su casa, ya que
los enfrentamientos con las bandas se estaban convirtiendo en un peligro para
sus vidas. El 26 de octubre, unos vándalos irrumpieron en la casa, destruyeron
parte de las paredes y vaciaron por completo el convento y el hospital. Se
llevaron bancos, camas, material médico, todo, y algunos objetos ya se han
revendido en el mercado negro de la ciudad.
Impunidad para las bandas
Es la primera vez que las
Misioneras de la Caridad sufren un ataque tan directo en el país. Hasta ahora,
las bandas también habían respetado su misión vital para la población. Jimmy
Chérizier, el jefe indiscutible de la banda que está detrás del ataque, es
especialmente peligroso, confía una fuente sobre el terreno:
«Ha perdido toda racionalidad, todo
respeto por las hermanas y por el pueblo, porque sabe muy bien que son los más
pobres los que se benefician del servicio de las monjas y se han beneficiado de
él todos estos años».
Casi treinta mil personas eran
atendidas cada año en la casa de las monjas. Durante el verano, la seguridad se
deterioró en el barrio de Bas Delmas de Puerto Príncipe, muchas casas fueron
incendiadas y la mayoría de los civiles tuvieron que huir. Actualmente, las
misioneras están alojadas en la otra comunidad de hermanas de la Madre Teresa
en Haití.
Una casa fundada por la Madre Teresa
Nunca antes las misioneras habían
tenido que abandonar su casa, que se había convertido en el corazón del barrio.
Había sido inaugurada por la propia Madre Teresa en 1979, tras ver cómo dejaban
morir a los pacientes en el patio del hospital general de Puerto Príncipe.
Desde entonces, miles de haitianos han pasado por las amorosas manos de las
hermanas, recibiendo ayuda alimentaria, asistencia, cirugía o atención médica.
En un país inmerso en la violencia, este ataque directo contra las hermanas
podría comprometer toda su misión en Haití.
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