La Familia | David Lindner*
4 preguntas
que deberías hacerte antes de comprarle regalos a tus hijos
Dar regalos de Navidad a los hijos es
maravilloso, pero puede resultar contraproducente si somos exagerados
en el valor y la cantidad de ellos. Por eso, aquí te dejamos 4
preguntas que deberías hacerte antes de comprarles los regalos.
«Crecer en un hogar de bajos ingresos por lo
general significaba que recibíamos regalos como calcetines en Navidad, pues era
lo que necesitábamos, no lo que queríamos. Entonces, cuando crecí y conseguí un
trabajo, me volví un poco loco en Navidad, vaciando mi cuenta bancaria para
comprarles a todos lo que querían», así cuenta su experiencia el autor David
Lindner, quien afirma que «como sociedad, necesitamos encontrar un
mejor equilibrio entre la necesidad y la codicia. Necesitamos comprar
los regalos correctos por las razones correctas».
A continuación, compartimos las
4 preguntas que propone el autor:
1. ¿Estoy
usando los regalos para compensar el tiempo que no estuve presente?
Es una trampa fácil caer en pensar que podemos
compensar el no participar en la vida de nuestros hijos comprándoles las cosas
que quieren. Lo he hecho. Podemos comprarles a nuestros hijos todos los
juguetes o dispositivos que quieran, pero nunca compensarán el tiempo
que quieren pasar con nosotros.
2. ¿Los
regalos que quieren mis hijos los acercarán o alejarán de nuestros valores
familiares?
Como estamos inundados con aproximadamente 4,7
billones de anuncios por día antes de la Navidad, muchos de los cuales nos
manipulan hábilmente en un nivel subconsciente, es fácil encontrarnos poniendo
artículos en nuestros carritos que en realidad contradicen el tipo de familia
que queremos ser.
3. ¿Es un
regalo que apoya sus hobbies o les ayudará a desarrollar alguna virtud?
La Navidad no es el momento de tratar de imponer
nuestros pasatiempos a los hijos, mejor pensemos en regalos que apoyen sus
gustos, intereses o hobbies como son los deportes, el arte, la música…
4. ¿Puedo
permitirme estos obsequios? ¿Son razonables?
Si bien no me endeudé esa primera Navidad (tenía
un trabajo para comprar regalos), no eran razonables. Gasté todo mi dinero. No
fue una sabia decisión. Lamentablemente, muchos de nosotros nos sentimos
presionados a endeudarnos para comprar regalos de Navidad a nuestros hijos solo
para que parezca que tenemos dinero. Lo más probable es que esos artículos
terminen en un vertedero mucho antes de que los hayamos pagado junto con sus
intereses. Si se ha vuelto loco en los últimos años, es posible que deba tener una
conversación difícil con sus hijos. Pero valdrá la pena. Será una lección que
recordarán.
*allprodad.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...