Amistad y Amor en febrero

En Familia | Mariely Maxwell 
Amor y amistad, en febrero  
llevemos en oración a los cristianos de Nigeria, Irak y Mosul 
Durante el 2014 la persecución de cristianos aumentó a nivel mundial. Según datos de la ONG Puerta Abierta más de 4 mil cristianos fueron asesinados. Esta cifra duplicó la cantidad de muertos del 2013 y triplicó la de años anteriores. En el continente africano países como Nigeria se han visto amenazados por la violencia de grupos extremistas como el Boko Haram. Este grupo secuestró a unas 200 niñas de un colegio en Chibok, sólo por ser cristianas. En enero de este año se ha hablado de una posibilidad de que sean liberadas, después de seis meses de cautiverio.
El Arzobispo de Jos y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, Mons. Ignacio Ayau Kaigama, propuso una manifestación, así como se hizo en París (Francia), para “decir no” al grupo extremista islámico Boko Haram, que utiliza a niños bomba para perpetrar sus atentados.
El Prelado dijo que “la nueva estrategia de los terroristas de Boko Haram de utilizar niños inocentes como bombas humanas es aberrante e inimaginable”. Según la nota publicada en la agencia vaticana Fides. Esto a raíz del caso de tres niñas que se inmolaron en la multitud, causando la muerte de 27 personas al norte de Nigeria.
El Arzobispo de Jos manifestó que Boko Haram es “un movimiento de tipo sectario, independiente de la gran mayoría de los musulmanes nigerianos, que son buena gente”.
Los casos de persecución de cristianos en el Oriente Medio es una situación que se ha incrementado en los últimos años. Algunos casos que podemos mencionar son:
El caso de Meriam Yeilah Ibrahim quien a sus 27 años, fue condenada a morir por su fe. Es una doctora sudanesa que se casó con un extranjero cristiano como ella. Su madre es cristiana ortodoxa y su padre extremista musulmán. Meriam creció dentro de la fe de su madre porque su padre nunca estuvo presente en el hogar. Algunos familiares la denunciaron y fue acusada por adulterio y por apostasía. Por esa razón dio a luz a su hijo en la cárcel, recibió 100 latigazos y la condena de muerte. Espera dos años (desde junio del 2014) para ser ejecutada, será llevada a la horca por no abrazar la fe de su padre.
Un caso que conmueve es el sucedido en diciembre del 2014, cuando el Imam Ali Abudalah de la mezquita Bwita del distrito Kaliro asesinó a golpes a su hija de 15 años, Namugonya Jamirah, e hirió a su otra hija de 12 años, hermana de la anterior, Naigaga Saidah, por “el grave delito castigado con la pena de muerte en la Shari´a”, de haberse convertido ambas hermanas al cristianismo. La hermana que sobrevivió lo hizo porque escapó a casa de un pastor evangélico que la sacó de la ciudad. Su padre quedó en libertad porque la madre y los hermanos declararon que la muerte de Namugonya Jamirah había sido producto de un accidente en bicicleta. La pequeña de 12 años fue repudiada por su padre y condenada a no volver a su hogar o será asesinada por su propia familia.
Otro caso es el de Asia Bibi, pakistaní, madres de 5 hijos. Quien está presa desde el 2009, condenada a la horca. Acusada de blasfema por mujeres musulmanas que se oponían a que ella sacara agua del pozo del pueblo, porque contaminaba el agua al ser una impura. Dos personas han muerto por defenderla. Uno fue el Gobernador de Punjab, Salman Taseer, que fue asesinado por un miembro de su seguridad Malik Mumtaz Hussein Qadri, por su defensa de Asia Bibi y por oponerse a la ley sobre la blasfemia. El 4 de enero de 2011, en el Mercado Kohsar de Islamabad. El otro fue, el ministro de Minorías, Shahbaz Bhatti único cristiano miembro del gabinete de Pakistán, también fue asesinado el 2 de marzo de 2011 por su posición sobre las leyes de blasfemia.
De hecho, como por presión internacional se ha hablado de un posible indulto el Imán Yusef Qureshi, de Peshawar, ha ofrecido casi 4.400 dólares por la muerte de la católica, que lleva ya dos años en la galería de la muerte. Pese a su situación, permanece esperanzada y firme en su fe inquebrantable.
Una labor loable es la realizada por Gerald Hammond de 81 años de edad, sacerdote católico, misionero de Maryknoll. El el único cura que entra dos o tres veces al año a Corea del Norte, el país más ateo del mundo, para atender enfermos. Hammond narra cómo se desarrollan sus visitas al país: "Desde el momento en que llegamos a Pyongyang, estamos permanentemente acompañados por personal del gobierno. Nos asisten en todo y durante todo el tiempo. Son muy amables y disponibles. No podemos entrar en el país con teléfonos ni ordenadores. Sólo podemos ir a los lugares a los que nos acompañan. La mayor parte del tiempo lo pasamos en una institución de acogida gestionada por el Ministerio de Exteriores. Colaboramos con los funcionarios del Departamento de Salud de Corea del Norte porque nuestra misión está vinculada esencialmente al problema de la tuberculosis. Es una enfermedad que se transmite por vía aérea y se contrae en lugares de trabajo que no reúnen las condiciones adecuadas o por malnutrición. Este país, como es bien sabido, es muy pobre: a menudo falta el agua corriente y la energía eléctrica escasea."
Consiguió entrar a Corea del Norte mediante la Eugene Bell Foundation, una ONG protestante americana. Ellos ya hacían este servicio. Se puso en contacto con ellos mediante la ONG Catholic Relief Service. Y ahora también va en nombre de Cáritas Internacional. Y no se cansa de orar con los enfermos que le piden que ore con ellos.
Sin embargo, la persecución contra los cristianos, de cualquier denominación, no se limita al Medio Oriente o a países. Según estadísticas de la Agencia Fides, desde el año 2000 han sido asesinados por odio a la fe un total de 27 agentes de pastoral en México.
Pero encontramos en la carta redactada por el Papa Francisco a los Cristianos de Medio Oriente en Navidad un mensaje de amor y esperanza. Transcribo un fragmento de la carta que en especial llamó mi atención: "Queridos hermanos y hermanas, que con valentía dan testimonio de Jesús en su tierra bendecida por el Señor, nuestro consuelo y nuestra esperanza es Cristo. Por tanto, los animo a permanecer unidos a Él, como los sarmientos a la vid, seguros de que ni la tribulación, la angustia o la persecución podrán separarnos de Él. Que la prueba que están atravesando fortalezca su fe y fidelidad.
Rezo para que vivan la comunión fraterna a ejemplo de la primera comunidad de Jerusalén. La unidad querida por nuestro Señor es más necesaria que nunca en estos tiempos difíciles; es un don de Dios que interpela a nuestra libertad y espera nuestra respuesta."
Deseo concluir con un mensaje, en la visita del Santo Padre a Filipinas la pregunta que le hizo una niña de 12 años que vivió en la calle, antes de ser rescatada por una ONG, hizo que el Papa Francisco improvisara un discurso. La pregunta fue “Hay muchos niños olvidados por sus propios padres. También hay muchos que son víctimas de cosas terribles como las drogas y la prostitución. ¿Por qué Dios permite que estas cosas suceden, cuando además no es culpa de los niños? ¿Y por qué hay tan poca gente que nos ayuda?" La respuesta que recibió en ese momento la niña fue el silencio y un abrazo de consuelo.
Más tarde en su discurso el Santo Padre le respondió: “Existe una compasión mundana que no nos sirve para nada. Vos (Jun) hablaste algo de eso. Una compasión que a lo más nos hace poner la mano en el bolsillo y dar una moneda. Si Cristo hubiera tenido esa compasión, hubiera pasado y curado tres o cuatro, y luego hubiera vuelto al Padre. Solo cuando lloró y fue capaz de llorar, entendió nuestro drama”.
Dirigiéndose a los miles de asistentes al evento, el Papa dijo también: “queridos chicos y chicas, al mundo de hoy le falta llorar. Lloran los marginados. Lloran aquellos que son dejados de lado. Lloran los despreciados. Llevamos una vida más o menos sin necesidades y no sabemos llorar”.
Luego cuestionó: “¿yo aprendí a llorar cuando veo un niño con hambre, un niño drogado, un niño abusado? ¿O mi llanto es el llanto caprichoso porque me gustaría tener algo más? Y esto es lo primero que quisiera decirles. Aprendamos a llorar, como Ella (Glyzelle) nos enseñó hoy. No olvidemos este testimonio. La gran pregunta por qué sufren los niños, la hizo llorando, y la respuesta que podemos dar nosotros es aprender a llorar”.
No podemos cambiar al mundo, pero quizás podemos aporta algo positivo a nuestro entorno. ADH 787.