8 de Marzo, Día de la Mujer

En Familia | Mariely Maxwell

8 DE MARZO: 

Día internacional de la mujer, ¿día de esperanza o de tristeza?

Llega marzo y con el tercer mes del año nos encontramos el día 20 con la bienvenida a la primavera, el 21 es el Día Internacional por la eliminación de la discriminación racial, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1966, y el 8 de marzo es el Día Internacional de la mujer. La Organización de las Naciones Unidas lo llama “día por los derechos de las mujeres y la paz internacional”. Es llamativo el hecho de que el día por los derechos de las mujeres también sea de la paz internacional. Y la razón de que este día sea doble es porque las mujeres en el 1913 y 1914 realizaron en Europa huelgas protestando por la guerra y solidarizándose con las demás mujeres.

El camino recorrido desde que se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, el día internacional de la mujer trabajadora ha sido arduo. Esta primera celebración se realizó con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho al voto y a ocupar cargos públicos. Así como, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. Sin embargo, a pesar de haber pasado más de un siglo hoy continuamos viendo cómo hay sociedades que no reconocen estos derechos.

Por otro lado, recordar las barbaries que encontramos en la historia de sociedades como la griega y la romana, en las cuales las niñas eran abandonadas al nacer en los basureros y recogidas para ser convertidas en esclavas y/o prostitutas. Estas sociedades que representaban al mundo civilizado eran completamente misóginas. Por eso encontramos muy poca presencia de la mujer en los ambientes públicos. Y las mujeres que destacan fueron socavadas, disminuidas al atribuirles la maldad de Pandora o, para los judíos, la culpabilidad de Eva.

En este sentido, encontramos en la historia, contada por los hombres que no querían saber de las mujeres, personajes como Cleopatra, Helena y Sempronia. Mujeres de la antigüedad a las que los historiadores les atribuyen la causa de grandes males. Sólo por haber ejercido algún tipo de influencia en hombres influyentes.

En la actualidad, encontramos culturas que continúan enfermas. Culturas que abortan a los fetos si saben que son femeninos, culturas que menosprecian a las mujeres, sólo por ser mujer. Culturas, que por no comprender el poder creativo y la fortaleza de la mujer, prefieren subyugarla, despreciarlas para sentirse poderosos. Es una pena que un siglo después de haberse iniciado la lucha por los derechos de la mujer aún existan sociedades que aprueben y apoyen la conducta del hombre misógino.

En conclusión, debemos trabajar con las niñas y jóvenes que viven en países como el nuestro para que aprendan a valorar la libertad y las oportunidades que tienen. Poder estudiar, poder trabajar en el campo profesional que decidan, poder ejercer el derecho al voto y el derecho a ocupar cargos públicos. Son avances que no se valoran porque nacimos con esos derechos. Saber que muchas mujeres hoy no los tienen puede ayudar a apreciarlos en su justa medida. ADH 788.