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    miércoles, 4 de mayo de 2016

    Nació con una misión. Y la tuya?

    Vocacionales | Osiris Núñez, msc.  

    Nació con una misión. Y la tuya, ¿cuál es?  
    Desde el principio del Antiguo Testamento, Dios había prometido enviar a su Hijo, que sería el salvador de toda la humanidad, que redimiría a la humanidad del pecado y de la muerte. El pueblo de Israel vivía en constante expectación, esperando años tras años, siglos tras siglos el cumplimiento de la promesa de Dios. Y se realizó, sí, pero de la manera menos esperada. Un ángel anuncia a una humilde jovencita que va a ser la madre del Hijo de Dios. Y entonces nace Jesús del vientre de María. Desde antes de nacer ya tenía una misión que debía realizar. Al nacer, inmediatamente empieza a cumplir y realizar su misión, misión que se hará plena a partir de su actividad pública.
    Jesús al nacer, nace con una misión encomendada por su Padre a favor de toda la humanidad. Consciente a lo que ha sido enviado, cumple fielmente esa misión. Y toda su vida fue un responder a la llamada que Dios le había hecho. Su vida fue una vida plena, porque vivió y respondió positivamente el llamado que le había hecho su Padre.
    Por eso, ahora que estamos en tiempos de navidad, que nos alegramos bastantes, compartimos, reímos, bailamos, etc, y de una manera especial recordamos y celebramos el nacimiento de Jesús, la encarnación del Hijo de Dios, también debemos meditar y profundizar sobre la razón por la cual el Hijo de Dios se encarnó en el mundo.
    Al igual que Jesús, cada persona nace vocacionada por Dios. Cada persona al nacer, está llamada a realizar un papel especial y fundamental durante su vida. Dios tiene un proyecto con cada persona, la cual es única e irrepetible. “Cada ser humano ha sido creado para un aporte a la historia y es tarea de cada persona descubrir qué es lo que Dios ha puesto en ella para darlo a los demás”
    Hay muchas llamadas de Dios, una gran diversidad, pero me gustaría invitarles queridos lectores, que se fijaran en el llamado especial de Jesús. Jesús fue llamado por su Padre a servirle exclusivamente a él, dejándolo todo: padre y madre, familiares, bienes materiales, etc., para poder servirle con totalidad a Dios, su Padre, y dedicarse a tiempo completo a anunciar la buena nueva, el reino de Dios que se hace presente y realidad en la vida de las personas. Y vivió hasta el final siendo fiel a esa vocación, inclusive, murió por su fidelidad al llamado que había recibido.
    Por eso Jesús, es el modelo de la vocación religiosa, de aquellos que dejan todo para consagrarse a Dios. Hay muchas formas de vida religiosa en la Iglesia, una de ellas somos los Misioneros del Sagrado Corazón, que es una comunidad religiosa que se dedica a anunciar el evangelio por todo el mundo, con la motivación de “Ser el corazón de Dios en el mundo” y que este corazón sea amado y conocido en todas partes.
    Tú puedes ser un vocacionado, un llamado a ser Misionero del Sagrado Corazón, anímate a profundizar sobre lo que Dios quiere de ti.
    Comunícate con nosotros para que participes de la próxima Convivencia Vocacional, del 15 al 17 de enero del 2016, en el Centro Vocacional de Licey, Santiago.
    ¡Nuestra vocación es ser Misioneros del Sagrado Corazón, y también puede ser la tuya!

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