Francisco, un nuevo modo de comunicar
Mons. VÃctor E. Masalles participó como orador invitado en el Almuerzo Celebración DÃa del Periodista, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra – PUCMM. De su Conferencia dictada con el tema: Misión del Comunicador a la Luz del magisterio del Papa Francisco, En esta segunda parte Mons. Masalles enfoca al Francisco comunicador y su modo de comunicar.
II - Francisco: un nuevo modo de comunicar
Pero en la actualidad podemos ver al Papa Francisco entrar de lleno en un modo totalmente nuevo de comunicar, con caracterÃsticas propias, un modo fascinante, atractivo y capaz de suscitar la atención incluso de las personas más reacias a escuchar un mensaje de la Iglesia. El Papa Francisco ha hecho entrar a la Iglesia en contacto con estamentos de la sociedad que estaban completamente de espaldas a los modos anteriores de ella comunicarse.
Francisco es el gran comunicador de nuestro tiempo, pero ¿cómo es posible si él no dedica más de 10 minutos a ver los periódicos y no ve televisión desde el 1990? Nos encontramos en un cambio de época, ya no guiado por el intelecto y la razón, sino marcados por la cultura, la vida, el sÃmbolo y la poesÃa.
Francisco encarna una tendencia post-moderna hacia la vida, los gestos, y la cercanÃa a todos sin exclusión. La comunicación de Francisco presenta una respuesta al desafÃo de la comunicación eclesial. Con él se rompen todos los clichés, pues imprime la primacÃa de lo humano por encima de la tecnologÃa; su comunicación es un llamado a una cultura del encuentro con los excluidos, que es el anhelo silente de la mayorÃa de las personas en el planeta.
III - Análisis de su estilo de comunicación
Los especialistas en comunicación analizan este novedoso estilo del primer papa latinoamericano y primer jesuita de la historia, el cual está imprimiendo un cambio radical al sistema en el Vaticano, todo esto a partir de un nuevo modo de liderazgo religioso, que se demuestra, en gran medida, a partir de las conductas comunicativas, de los gestos con los que se llegan a plasmar las ideas en un modo más profundo.
Francisco recurre a formas de comunicación no convencionales, tales como homilÃas diarias desde la Residencia de Santa Marta, las continuas catequesis en las audiencias públicas y los documentos doctrinarios tan asequibles para todos, asà como su preocupación por el medio ambiente, los pobres y los excluidos de la Tierra.
También forma parte de su estilo de comunicación cartas públicas que dirige a algunos personajes o las cartas privadas que a veces se dan a conocer, asà como llamadas telefónicas que hace personalmente, los “tuits” que envÃa a diario y, sobre todo, un género muy poco común para un Papa, pero que tiene repercusión mundial: el de la entrevista, con la que refleja su espÃritu abierto y dialogante.
El estilo comunicacional de Francisco conjuga gestos y palabras. Sus mensajes son interpelantes para sus interlocutores: es capaz de llamar a cada problema por su nombre y, a su vez, invita a todos a involucrarse para construir el mundo solidario y justo que predica. En su lenguaje no hay ni artificios ni ostentación, pero tiene un gran impacto expresivo, de forma que sus frases llegan fácilmente a los titulares de los medios. No es un gran orador, pero es capaz de generar una empatÃa y proximidad con su auditorio como nadie.
El Papa Francisco ha demostrado que la comunicación no puede reducirse a tácticas de manipulación propagandÃstica, sino que puede y debe tener su base en la sinceridad. Es autocrÃtico con la propia Iglesia. Sus mensajes interpelan a la sociedad pues Francisco es percibido por creyentes y no creyentes como un hombre coherente. Su coherencia no sólo se circunscribe al presente, sino que también lo avala su trayectoria: lo que Francisco dice y hace hoy es lo que mismo que predicaba y hacÃa cuando era Jorge Mario Bergoglio.
De igual manera, el PontÃfice tiene una gran influencia en el mundo de la juventud, a la que invita provocadoramente a sacudirse de la rutina y la comodidad. Sus mensajes son simples, cortos y profundos, y los invita a ser auténticos, dando a entender que conoce sus inquietudes.
Para poder percibir lo trascendente de su estilo de comunicación tiene un lenguaje universal de cuidado por el planeta, por los pobres de la tierra y por la justicia. Se destaca su liderazgo más allá de la Iglesia, pues es innegable su incidencia en la polÃtica internacional y en la diplomacia, por su participación en el acercamiento de Estados Unidos y Cuba. También se percibe su espÃritu ecuménico cuando trata con las iglesias cristianas y con otras religiones, como el judaÃsmo, el islamismo y otras.
IV - Algunas caracterÃsticas de su comunicación visual
HabrÃa que preguntarse qué es lo que hace irresistible el estilo comunicativo del Papa Francisco, qué es lo que ha generado el llamado “efecto Francisco”. Y es que con Francisco surge un Papa de cercanÃa, amigo, que sale al balcón sin la muceta de terciopelo rojo confeccionada por Gammarelli, saluda a la multitud con un informal “buona sera”, rompe con los protocolos que alejan, dejando de lado los discursos prefabricados y hablando a la gente de corazón a corazón.
Otro aspecto que roba los corazones del mundo es su humildad, al negarse a vivir en un palacio; al almorzar en un comedor común; lavarle los pies a hombres, mujeres, musulmanes y no creyentes; por no usar crucifijo ni anillo de oro; usar zapatos desgastados y viajar con su viejo maletÃn. Estos rasgos plasman una comunicación visual que le da una sólida consistencia a sus argumentos.
El PontÃfice ha mostrado un extraordinario respeto por las personas que no profesan la fe católica, de modo que en algunas audiencias llegó a negarse bendecir de modo explÃcito al auditorio para no ofender a los que no creen. No será esto una conducta convencional, pero definitivamente se gana la empatÃa de los lejanos a la Iglesia.
Francisco llega a escandalizar con sus gestos y su lenguaje de inclusión, en donde se evita la confrontación ante temáticas que provocan la deserción en la Iglesia. Se entiende que no está pretendiendo hacer cambios en la doctrina, pero si en la actitud ante los alejados que tradicionalmente han sentido rechazo por parte de muchos en la Iglesia.
En más de una ocasión asegura a los jóvenes haber preparado un discurso, pero salta el protocolo y ha dicho: “Los discursos son aburridos, por eso lo entrego al obispo encargado de la juventud, para que lo publique”. Francisco prefiere dialogar con la gente, toma apuntes y dialoga prescindiendo del texto preparado en una comunicación que permite reencontrar el “abrazo entre la humanidad y el Evangelio”. ADH 802.
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