El sentido de la Misa

En Familia | Mariely Maxwell

Vamos a vivir la próxima misa con ojos de niños y oídos ávidos de escuchar el mensaje que cada día es nuevo en nuestros corazones

El sentido de la celebración Eucarística o Misa, desde un análisis laico

Como madre trato de asistir todos los domingos con mi familia a la misa. En ocasiones me resulta difícil llevar a mis pequeños, en otras ocasiones son los primeros en estar en el vehículo. Hoy me he puesto a pensar si en realidad ellos comprenden la importancia de la misa. Si nosotros los adultos comprendemos esta necesidad. Y decidí realizar este análisis para mis hijos y compartirlo con ustedes.

Cuando asistimos a la celebración eucarística por lo regular respondemos en automático. Por este motivo los hermanos separados critican a los católicos. Pero eso mismo sucede en sus templos. Los feligreses estamos presentes en cuerpo pero nuestra mente se dispersa con la infinidad de información que manejamos.

Si seguimos a plenitud cada plegaria y cada paso de la misa encontraremos en ella un verdadero aliento para nuestro diario vivir.

El saludo de entrada nos prepara para abrir nuestro corazón, y que mejor forma de abrir nuestro corazón que pensando en los errores cometidos, en los pecados que diariamente consentimos y cometemos. Al realizar el acto de contrición nos reconocemos débiles y pecadores. Queremos ser merecedores del perdón de Dios. Confesamos ante Dios y nuestros hermanos reunidos que somos débiles y queremos ser perdonados. Como bien a dicho nuestro Papa Francisco, "todos somos pecadores". Y lo mejor es que Dios no realiza distinción entre un pecado y otro. El que habla mentira es tan culpable como el que roba, el que ofende a sus padres y los deshonra es tan culpable como el que asesina.

Los seres humanos hemos ido aceptando algunos pecados como parte de nuestro diario vivir. Decimos que una mentira blanca no es tan grave, sin embargo sigue siendo una mentira. Un señor que sea infiel a su esposa es aceptable, pero si es una mujer la que es infiel es imperdonable. Este tipo de dualidad es la que el señor aborrece. Por eso al momento de realizar el acto de la reconciliación no podemos disminuir la importancia de lo que hemos hecho o dejado de hacer.

Liturgia de la Palabra

Continuando con la liturgia de la palabra, es importante destacar que al momento de leer las lecturas correspondientes al día debemos estar atentos. Si bien es cierto que el sacerdote procederá a realizar la homilía o el sermón, sin embargo, la palabra de Dios es fuente de vida. Si prestamos atención al momento de la lectura puede ser que Dios desee entregarnos en vivo y directo su mensaje de amor. Un mensaje muy diferente al que le inspiró al ministro.

El momento clave de la liturgia, la Homilía, el mensaje interpretado por el sacerdote. Este es un momento crucial. Los sacerdotes piden a Dios el discernimiento para llevar el mensaje que el Espíritu Santo desea llevar a la congregación. He ahí la gran importancia de prestar atención.

Nuestra confesión de fe

Si realizamos la oración de la confesión de fe con el corazón estamos realizando con palabras la conversión qué Jesús nos indica para tener segura nuestra morada en el cielo.

La oración comunitaria

El poder inagotable de orar los unos por los otros. En este momento oramos por nuestros líderes religiosos, hombres de fe que se enfrentan al igual que nosotros a tentaciones. Personas que han alcanzado un sitial dentro de la iglesia católica, pero que en su naturaleza humana necesitan del apoyo de la comunidad con la oración. Como pidió el Papa Francisco, con toda humildad, oren por mí.

El momento de las ofrendas

Como católicos entendemos que debemos dar en la ofrenda los 10 o 20 pesos que nos sobran. Total es una ofrenda para el sacerdote. Sin embargo, si visitáramos una iglesia de nuestros hermanos separados, podríamos ver cómo se les educa con versículos bíblicos sobre la necesidad de ofrendar, ¿por qué es tan importante? Porque existen promesas claras en la Biblia. "Dios bendice al dador alegre" "Si eres fiel al señor con los diezmos y las ofrendas, las compuertas del cielo se abrirán y las riquezas sobre abundarán" Etc... Sin embargo, para los católicos este es un tema tabú. Los sacerdotes que no pertenecen a congregaciones que tienen centros educativos u otros negocios. Viven  exclusivamente de las ofrendas y diezmos recibidos. De los cuales por lo regular realizan inversiones en sus congregaciones.

Por otro lado, en el momento de la consagración, por lo regular, todos estamos atentos. Es el momento más solemne. Y entiendo que todos lo comprendemos y respetamos.

El padre nuestro, la oración que Jesús nos enseñó. Orarla no es lo mismo que rezarla. Al momento que recitarla vamos a meditar en el significado de cada palabra. Si fuéramos capaz de hacer esto cada vez que recemos esta oración, haremos posible que el cielo llegue a nuestras vidas en abundancia de paz.

Y llega el momento de La Paz, ¿Podemos dar y recibir La Paz si sabemos que hemos herido a alguien? ¿Podemos abrazar al hermano que apenas conocemos mientras hemos hablado muy mal del hermano que lleva nuestra sangre? Este es un momento para salir a llamar o enviar un texto de perdón a la persona que hemos herido o descuidado en nuestro andar por la vida.

"Cordero que quita el pecado del mundo..." Sí, así llega el momento de comulgar y ser uno con Cristo. Recibir el cuerpo de Cristo debe ser en cada ocasión el momento de sanar nuestra alma y en muchas ocasiones nuestro cuerpo. Sanar y limpiar los espacios que deben ser limpiados por el espíritu de Jesús.

Dar gracias a Dios por las bendiciones recibidas y partir en Paz....

Vamos a vivir la próxima misa con ojos de niños y oídos ávidos de escuchar el mensaje que cada día es nuevo en nuestros corazones. Adh 814.