Ecumenismo | Redacción
Amigo del Hogar
Recentrarse en Dios:
Semana de Oración por la Unidad de los
Cristianos
Las
Iglesias y las confesiones cristianas tienen el desafÃo alcanzar la unidad, por
lo cual están llamadas a “invocar más intensamente el espÃritu de comunión”. La
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, iniciada este lunes 18 hasta
el lunes 25 de enero, las convoca a recentrarse en Dios, y propone el tema
“Permanezcan en mi amor y darán fruto en abundancia” para la reflexión de esta
jornada ecuménica.
El
subsidio para esta semana de oración ha sido preparado por las religiosas de
Grandchamp, realidad ecuménica en Suiza, debido a la cuarentena vivirán estos
dÃas de una manera sin precedentes, asegurando el acompañamiento en lÃnea en su
sitio web y en su página de Facebook.
Hay que creer que “la unidad es mayor que el
conflicto”, medita el papa Francisco y considera este inicio de la Semana de
Oración un “dÃa importante”. Estos dÃas se busca cumplir el deseo explÃcito de Jesús:
“Que todos sean uno” (Jn 17, 21).
Antonella
Palermo, desde la Ciudad del Vaticano, reflexiona sobre las raÃces del
movimiento ecuménico, tan importante para nuestra época.
Las
raÃces del movimiento ecuménico
Es
necesario volver a los años alrededor del 1740 en Escocia para trazar el
nacimiento de un movimiento pentecostal con vÃnculos en América del Norte, cuyo
nuevo mensaje para la renovación de la fe llama a rezar por y con todas las
Iglesias. En ese momento fue el predicador evangélico Jonathan Edwards quien
pidió un dÃa de oración y ayuno por la unidad, para que las Iglesias pudieran
encontrar su impulso misionero común. Con un salto a 1902, llegamos a la fecha
en que el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, JoaquÃn III, escribió la
encÃclica patriarcal y sinodal Carta irenica, en la que invitaba a orar por la
unión de los creyentes en Cristo. Unos años más tarde, en 1908, el reverendo
Paul Wattson instituyó, y celebró por primera vez en Graymoor (Nueva York), un
"Octavario de Oración por la Unidad", del 18 al 25 de enero, con la
esperanza de que se convirtiera en una práctica común.
Documentos
clave
El 1964
es el año marcado por el histórico encuentro entre el Papa Pablo VI y el
Patriarca Atenágoras I, que en Jerusalén rezaron juntos la oración de Jesús
"para que todos sean uno" (Jn 17:21). Pero también es el año del
Decreto sobre el Ecumenismo del Concilio Vaticano II, Unitatis Redintegratio,
que subraya que la oración es el alma del Movimiento Ecuménico, y anima a la
observancia de la Semana de Oración. También hay que recordar que el próximo
mes de abril se celebrará el vigésimo aniversario de la Charta Oecumenica, el
documento conjunto firmado en Estrasburgo entre el Consejo de Conferencias
Episcopales de Europa y la Conferencia de Iglesias Europeas, que presenta las
directrices para aumentar la cooperación entre las Iglesias cristianas de
Europa.
Desde
1968, el opúsculo que indica cómo orar con espÃritu ecuménico, en este tiempo
fuerte, es producido por la Comisión Fe y Constitución del Consejo Ecuménico de
las Iglesias y por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los
Cristianos. Desde 1975, estos textos -lecturas bÃblicas, comentarios y
oraciones para cada dÃa de la semana- son preparados sobre la base de un
proyecto elaborado cada año por un grupo ecuménico local en un paÃs diferente.
Desde este punto de vista, podemos decir que en el mismo método encontramos el
significado de "ecumenismo": lo universal, traducido literalmente con
la espléndida expresión "tierra habitada". El subsidio se propone con
la advertencia de que, en la medida de lo posible, debe adaptarse a las
costumbres locales, prestando especial atención a las prácticas litúrgicas en
su contexto sociocultural y a la dimensión ecuménica. En algunos lugares ya
existen estructuras ecuménicas capaces de llevar a cabo esta propuesta y donde
faltan se espera que se implementen.
Calendario
de la semana 2021
Durante
los ocho dÃas, se nos invita a meditar y orar sobre las diferentes pistas
sugeridas por los versos del conocido pasaje de la vid y las ramas del
evangelista Juan. El primer dÃa, Llamados por Dios: “No me elegisteis vosotros
a mÃ, fui yo quien os elegÃa vosotros” (Juan 15, 16a). El segundo, Madurar
internamente: “Permaneced unidos a mÃ, como yo lo estoy a vosotros” (Juan 15,
4a). El tercero, Formar un solo cuerpo: “Amaos los unos a los otros como yo os
he amado” (Juan 15, 12b). El cuarto dÃa se reflexionará sobre el profundo
significado de rezar juntos: Orar juntos: “Ya no os llamaré siervos ... A
vosotros os llamo amigos” (Juan 15, 15). El quinto dÃa se centrará en dejarse
transformar por la Palabra: Dejarse trasformar por la Palabra: “Vosotros ya
estáis limpios por la palabra...” (cf. Juan 15, 3). En el sexto dÃa habrá
espacio para el tema de la acogida: " Acoger a los demás: “Poneos en
camino y dad fruto abundante y duradero” (cf. Juan 15, 16b). El séptimo, Crecer
en unidad: “Yo soy la vid; vosotros, los sarmientos” (Juan 15, 5a). Para
concluir, en el octavo, “Para que participéis en mi alegrÃa y vuestra alegrÃa
sea completa” (Juan 15, 11).
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