Cultura y Vida | Maritza Coss
MÁSCARAS Y ENMASCARADOS
Carnaval 2021, aun en medio del
Covid-19
Febrero,
mes del Carnaval. Los colores, la
música, la danza, los gritos, la bulla, los globos, los pitos; el pueblo en las
calles, toda una manifestación de costumbres y cultura; raíces de un pueblo
cálido, sufrido, valiente, pero siempre alegre y divertido.
La
Patria de fiesta, y a pesar de la pandemia escucharemos, cantaremos y
bailaremos en las calles de noche, de día...; la esperanza tuya, la esperanza
mía...; pa'que el pueblo baile de noche y de día.
El Roba
la Gallina, personaje pintoresco, hazme reír del carnaval; la mofa del que
robaba una gallina en tiempos de la ocupación haitiana y como castigo le ponían
plumas en el cuerpo, haciéndole caminar en público por las calles.
Ahora
nuestro carnaval está en los roba la gallina de cuello blanco y corbata. Roban millones de pesos; dinero del pueblo, y
el espectáculo se hace en los medios de comunicación, y las cortes. Una especie de pan y circo, así como los
Romanos entretenían al pueblo. Todo se
queda en ese famoso limbo jurídico donde están las cosas que no se pueden
explicar; las verdades que no se pueden mostrar. Todo y todos, engavetado y encaretados, y no
por el Covid-19.
¡Paradojas
de la vida! Para el Carnaval, los
dominicanos, fabricamos caretas de colores, algunas con personajes mitológicos,
otras muestran la creatividad del hombre, su imaginación; diseños muy
originales, algunos hasta temerosos: monstruos del mal, la fuerza del maligno;
nos enmascaramos para divertirnos.
Hemos
convivido todo un año y quién sabe hasta cuando, con un pequeño Virus mortal,
que nos ha obligado enmascararnos y no para divertirnos. En medio de todo eso,
llega de nuevo la Cuaresma, tiempo para reflexionar, y en esa reflexión
hacernos estas preguntas:
¿Cuál
de estas caretas nos impide mostrar la realidad que somos?
¿Cuál
de ellas, debemos eliminar de nuestras vidas?
§ La
corrupción
§ La
infidelidad,
§ La
mentira,
§ El
orgullo,
§ La
vanidad,
§ La falta
de solidaridad,
§ La
envidia,
¿Te
parece bien ayunar quitando algunas de ellas, para que tus ojos reflejen quién
eres?
¡Piénsalo!
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