Meditación | Arelis
Encarnación/ADH
No
como Madre Teresa…
Pero acerquémonos
Mi madre me decía muy
frecuentemente que al que te haga un mal, hazle un bien. No lo entendía. Quizás
por mi juventud. Ahora somos ambas mayores y debido a su estado de salud en
estos momentos ella no puede modular del todo el lenguaje, pero cada vez que
intenta decirme algo y no logro traducir lo que quiere decirme; la miro a los
ojos como miraba a mis hijos pequeños, para entender que querían decirme, pero
ella por arte de magia se ríe y me dice: “No me entendió, ¿verdad?”.
Y le contesto apenada – No
Mama, no la entendí- y entonces ella me mira …Y terminamos riéndonos y ahí en
ese momento termino entendiendo lo que me quería decir. ¡Cosas extrañas de la
vida!
Con frecuencia escuchamos
personas cercanas decir cosas como estas: “yo no soy Madre Teresa”, a mí no me
van a coger de tonto o tonta. Profundizando en el tema me he dado cuenta que
esta es una frase que suelen usarla, aunque de manera inconsciente, y que no lo
saben, en lo que llamaríamos “excusa barata”.
Pareciera que no conectan
estos dos párrafos, lo entenderás al final de texto; el término excusa barata
se refiere a no ser del todo sincero, para no comprometerse a aportar alguna
solución a determinados problema. Es excusa para no salir de nuestra zona de
confort, porque a menudo los hombres razonamos, pensamos y no actuamos; se
supone que nos diferenciamos de los animales domésticos por el raciocinio. A
menudo estos animales clasificados como inferiores terminan dándonos grandes
lecciones cargadas de dosis de raciocinio.
El acto en sí mismo de no
salir de nuestros espacios de comodidad tanto mental como práctico, es una
acción querida, razonada; pero se nos advierte que toda acción trae consigo
determinada reacción.
Seamos valientes y seamos
también capaces de actuar diferente. Si un compañero de trabajo, un hermano o alguna
persona en nuestros espacios nos la pone en “China”, como solemos decir en buen
dominicano, cuando alguien trata de ponérnosla difícil de manera injusta,
cuando nos ponen a “coger lucha”, teniendo la solución en sus manos… Es el
momento de darle una lección a dicha conducta y entonces debemos ser no como
Madre Teresa…pero acerquémonos a su accionar, no le des una piedra,
(Mt 7, 9) (Lc 11, 11-13) dale la mano, llévalo donde encuentre respuesta.
Y tu regocijo será grande,
inmensa alegría, inexplicable paz, se dibujará una belleza insuperable.
No debemos vivir como en
la selva, somos un equipo grande, aunque cada uno está en su espacio;
dependemos uno de otro, aunque creamos que no. Solo piénsalo.
No se la pongas en “China”,
si la tienes en República dominicana.
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