Entrevista | Amigo del Hogar
Cecilio
de Lora, SM*
"Aparecida
nos invita a la Misión Continental"
El 3 de abril, en el silencio del Sábado Santo falleció el padre Cecilio de Lora, testigo de Medellín, como indicaba la noticia aparecida en Noticelam, el día 4. Lo recordamos con esta entrevista que concedió a la revista Amigo del Hogar.
El
padre marianista Cecilio de Lora, acompañó a los MSC en su retiro anual de
2010, en el contexto del Jubileo para celebrar los 75 años de nuestra presencia
misionera en el país. Le sugerimos una reflexión sobre el Documento de
Aparecida. El sugirió tres puntos con relación a Aparecida”. Ofrecemos a
nuestros lectores sus sugerencias con relación a este momento de la Iglesia
latinoamericana y caribeña.
Cambio
de Época
El
primer tema: Aparecida señala que vivimos un cambio de época. En el n. 44 y en
los siguientes, indica incluso las dimensiones de este cambio de época: en el
orden político, económico, social y sobre todo, cultural. Insiste mucho
Aparecida en esta dimensión cultural del cambio de época que, dice en un
número, ha traído una gran confusión entre los cristianos: el cambio de
mentalidad; y he ahí un primer punto que es muy fácil desarrollarlo, basta con
seleccionar los números (he citado el 44 como el más importante), pero en torno
a él hay otros números que hablan del cambio de época.
Crisis de Iglesia, cristo pragmatismo
El
segundo tema que se deriva del cambio de época, es que hay una profunda crisis
de Iglesia y esto lo dice el mismo Benedicto XVI cuando visitó América Latina en 1996, en un Congreso
que hubo en Guadalajara, México, con los responsables de las Comisiones de Fe
de toda América Latina. Allí está citado textualmente el n. 12 de Aparecida.
El Cardenal Ratzinger señala como la gran amenaza de la vida de la Iglesia el cristo
pragmatismo, en la vida ordinaria de la Iglesia, en el cual aparentemente
todo sigue normal, pero -añade el Papa- la fe se va degenerando y va
volviéndose mezquina, se vuelve mezquindad... Este número, muy duro, muy fuerte,
está haciendo en este momento correr cantidad de tinta en los documentos y
revistas de la Iglesia. El trabajo del Padre Boulard, jesuita egipcio sobre las
diez plagas de la Iglesia hoy día, diez dificultades; la respuesta de Federico
Carrasquilla, el trabajo de Leonardo Boff una parte de las separatas de Vida
Nueva, dedicada justamente al tema Hacia dónde va la Iglesia, de un
dominico teólogo español, etc.
Toda
esta crisis de la Iglesia, que el Papa la define como el cristo pragmatismo de
la vida cotidiana de la Iglesia, encuentra en el n. 362 de Aparecida, una
respuesta también muy estimulante y muy exigente: La Iglesia necesita una
fuerte conmoción que le impida instalarse en el estancamiento, en la
comodidad, en la tibieza, etc. Dice textualmente: "Necesitamos un nuevo
Pentecostés, que nos lleve a renacer en la esperanza y en la alegría". Por
tanto, el segundo tema la crisis de la Iglesia. Y sobre esto, hoy día hay
muchos escritos.
Recomenzar
desde Cristo
Y
el tercer tema seria la respuesta misma que Benedicto XVI da a esta preocupación. En el mismo n. 12 de
Aparecida, después de haber citado lo que dijo en Guadalajara, México, el
documento recoge unos párrafos del primer número de la primera Encíclica del
Papa, Dios es Amor, de enero de 2007 y en ese inciso, tomado de la Encíclica,
Benedicto XVI dice: Hay que recomenzar desde Cristo, sabiendo que el cristiano no
lo es por una decisión ética, sino por el encuentro con una persona, con un
acontecimiento que da un horizonte nuevo a su vida. Esto mismo lo encontramos
luego en el n. 41 de Aparecida, donde se añade que tenemos que recomenzar
desde Cristo; la connotación muy interesante, muy importante, de la dimensión
contemplativa: tenemos que recomenzar desde Cristo, desde una visión
contemplativa.
En
los números que se refieren a la vida religiosa, y concretamente en el 219,
aparece también la expresión muy ciertamente subrayada de que la vida religiosa
en América Latina y el Caribe hoy tiene que ser una vida discipular de
seguimiento de Jesús, pero añade: apasionadamente discipular. Lo cual lleva
complementariamente a que esa vida religiosa sea comunitaria y contemplativa.
Todo esto en ese n. 219. He ahí los tres puntos que yo diría que pueden
destacarse de Aparecida, unido esto entonces a la Misión Continental.
Aparecida nos invita a la misión continental, pero esta misión debería tener
muy presente el cambio de época, la crisis de la Iglesia, y el recomenzar desde
Cristo.
Vaticano II y Teología de la Liberación
Otro
tema, un poco más adelante, tiene que ver con los 50 años del Concilio
Vaticano II. Se inauguró en el año 1962 y concluyó en 1965. Con ese motivo del
cincuentenario se están organizando también publicaciones, encuentros
teológicos y pastorales; hay que recordar ahí lo que dijo el Cardenal Carlo
María Martíni jesuita de Milán, cuando le preguntaron a él si sería
conveniente un tercer concilio y Martini dijo: No, sencillamente pongamos en
práctica el segundo concilio, porque todavía no ha sido de verdad inaugurado,
vivido, etc. Entonces ¿cómo desarrollar a partir de aquí pequeños estudios históricos,
exegéticos del Concilio? Sobre esto se está ya comenzando a escribir, se
prepara un número de todas las revistas teológicas de América Latina sobre el
tema del concilio.
Yo
lo veo de mucha importancia, teniendo en cuenta, un poco tangencialmente que
ese cincuentenario coincide con los 40 años de las primeras publicaciones de la
teología de la Liberación, que se incuba ya en Medellín, 1968; hay elementos
muy claves en la Teología de la Liberación y luego, a partir de los años 70.
Gustavo Gutiérrez es el primero que comienza escribir, pero llegan las obras de
Juan Luis Segundo, Leonardo Boff, Hugo Assmann... Me parece que ese tema de la
coincidencia del Concilio y de la Teología de la Liberación puede resurgir y
desde ahí actualizar esta teología que no ha muerto, simplemente está cambiando
de rumbo; pero el espíritu de esta teología, descubrir al Dios de los
pobres como Gutiérrez lo ha expresado aquí en Santo Domingo con motivo del V Centenario de la presencia de los Dominicos, me
parece excelente.
· Entró a trabajar en el CELAM en 1965 al
Departamento de Educación y Secretariado General. junto a Mons. Pironio). En la
década de los 70 fue responsable de los Seminarios de renovación de la VR
organizadas por la CLAR Mas tarde en los 80 se dedicó a tareas pastorales, así
como de coordinación y formación en su Congregación (Compañía de María) en
Colombia. Desde el 2002 se ocupa en el Ecuador de la animación de la vida
sacerdotal (retiros a diócesis) y religiosa (CEA, formación ejercicios, etc).
Publicado en Amigo del Hogar febrero 2011, año 70, n.743, pp. 6-7
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