Ecología del Espíritu | José Cristo Rey García Paredes
Misión- "Pasión Apocalíptica"
Decía el escritor francés Péguy que “lo peor no es
tener un alma perversa, sino un alma acostumbrada”. Podemos decir también
nosotros que “lo peor en la misión no es tener un alma perversa, sino
acostumbrada”. Quienes hemos recibido el don de la misión –por parte de Jesús y
de su Espíritu- nos volvemos con facilidad rutinarios, perdemos la mística
inicial y convertimos la misión en un mero trabajo, ¡sin mística, sin pasión!
Si el carisma se vuelve rutinario, también la misión. Después de la pasión
inicial entra en escena la rutina, la costumbre, la repetición mecánica. Y, si
no estamos atentos, nuestro apóstol interior, se transforma poco a poco en un
mero trabajador, en un manager, en un repetidor cansino de fórmulas, de
tópicos, de ideas sin alma.
Pasión misionera amenazada
El vidente y profeta del Apocalipsis expresó esta
situación muy bien con las siguientes palabras:
“Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente.
¡Ojalá fueras frío o caliente! Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni
caliente, voy a vomitarte de mi boca. Tú dices: «Soy rico; me he enriquecido;
nada me falta». Y no te das cuenta de que eres un desgraciado, digno de
compasión, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro acrisolado al
fuego para que te enriquezcas, vestidos blancos para que te cubras, y no quede
al descubierto la vergüenza de tu desnudez, y un colirio para que te des en los
ojos y recobres la vista. Yo a los que amo, los reprendo y corrijo. Sé, pues, ferviente
y arrepiéntete.
APC 3, 16-18
La pasión misionera está amenazada en los
evangelizadores. El Maligno tiene sumo interés en apagar su fuego. Por eso, es
necesario encontrar la hoguera que permita mantener vivo el fuego de la pasión
misionera. Esa hoguera se encuentra en la espiritualidad apocalíptica. ¡Quien
está cerca del Jesús apocalíptico, está cerca del fuego! Abordemos esta
reflexión con dos preguntas:
1) qué es la espiritualidad apocalíptica;
2) porqué una espiritualidad apocalíptica en la
misión “hoy”.
¿Qué es la Espiritualidad Apocalíptica?
La espiritualidad asume muchas formas y perfiles.
Cuando se inspira en los textos apocalípticos del Antiguo y del Nuevo
Testamento, la espiritualidad se vuelve apocalíptica.
El Apocalipsis es Revelación última y definitiva
de Dios. Es la última Palabra que corresponde a la Primera Palabra del Génesis.
Es la Palabra final, Omega.
Quien escucha las Palabras del libro del
Apocalipsis recibe una bendición y es proclamado bienaventurado:
“Dichoso el que lea y los que escuchen las
palabras de esta profecía y guarden lo escrito en ella, porque el Tiempo está
cerca”.
Apc 1,3
“Luego me dijo: «Estas palabras son ciertas y
verdaderas; el Señor Dios, que inspira a los profetas, ha enviado a su Angel
para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto. Mira, vengo pronto.
Dichoso el que guarde las palabras proféticas de este libro.» (Apc 22,6-7).
Apc 22,6-7.
La espiritualidad apocalíptica nos vuelve
bienaventurados y benditos. Enciende en nosotros el fuego de Dios, capaz de
movilizarlo todo. El último libro de la Sagrada Escritura pide insistentemente
a los fieles cristianos que escuchen y guarden sus palabras. Así serán
bendecidos en tiempos difíciles.
La espiritualidad se vuelve apocalíptica cuando la
persona en misión permite que la Palabra de la Revelación configure su vida,
determine sus proyectos, aliente su vida en aquellos momentos -sobre todo- en
que atraviesa áridos valles o tierras sombrías.
Teniendo en cuenta las características del libro
del Apocalipsis, voy a presentar las principales características de la
espiritualidad misionera que de él dimana: espiritualidad dominical-eucarística,
espiritualidad combativa, espiritualidad de la esperanza.
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