Tiempo para vivir | Humanizar
Conciliar: Mujeres ante el reto de la gestión óptima del tiempo
¿Qué es conciliar?
Ni más ni menos que un conjunto de medidas
dirigidas a favorecer que los trabajadores y trabajadoras disfruten de unas
condiciones mejores para desarrollar la vida profesional, sin que por ello se
vea perjudicada la vida familiar.
Poner de acuerdo a dos o más personas. Hacer
compatibles dos o más cosas. Esto es conciliar en una de las acepciones del
diccionario de la RAE. Da para profundizar. De entrada evoca la necesidad del
diálogo y la conjunción de pareceres para que impere la vida real y concreta de
cada persona, más que un estricto calendario inamovible de distribución de
tiempos y tareas.
Sí, se ha
avanzado demasiado poco. La teoría y la práctica no van de la mano. Como
ejemplo, la serie danesa Borgen, que puede verse en Netflix, refleja cómo es
prácticamente imposible mantener la armonía familiar y desarrollar el cargo de
primera ministra en un país avanzado en legislación, derechos, y donde los
indicadores económicos son mucho más altos que los nuestros. Es ficción, pero
no cabe duda que hay un divorcio entre la teoría y la práctica. Si la mujer no
está en la casa, la familia se va a pique, aunque el amor persista. Daría para
otro tema. (…)
Merece especial mención el Plan MeCuida. El
artículo 6 del Real Decreto-ley 8/2020 (España) de medidas urgentes
extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19,
establece que los trabajadores que acrediten deberes de cuidado respecto de
familiares tendrán derecho a acceder a la adaptación de su jornada, lo que
también incluye la prestación del trabajo a distancia. Se complementa con el
Real Decreto 15/2020 de 21 de abril de medidas urgentes para apoyar la economía
y el empleo.
Conciliar, y legislar, desde muy recientemente en
nuestro país, supone poner en el punto de mira a las mujeres y también influir
en los estereotipos, generando un cambio cultural. Imprescindible. Ley y
cultura van de la mano.
Teletrabajo, reto y oportunidad
La pandemia y al hilo de ella la normativa, han
dado lugar a la posibilidad de teletrabajar. Se dice que el teletrabajo ha
venido para quedarse. Reto y oportunidad, aunque también ha generado sus
detractores. Lo cierto es que “no hay color”. Teletrabajar un par de días a la
semana, para quien puede, es un cambio en positivo. No hay nada más que ver las
caras de las personas que teletrabajan. Han ganado en bienestar. Sobre todo si
lo combinan con horas presenciales.
David Tomas, cofundador de Cyberclick, habla en
unas recientes jornadas del Club Malas Madres, sobre las barreras mentales que
impiden a los jefes confiar en los trabajadores y trabajadoras, por ejemplo,
poniendo en marcha el teletrabajo. Argumenta que es beneficioso porque la
mayoría de las personas son más responsables, rinden más, propiciando, en
definitiva, un beneficio mayor para la empresa. Que un porcentaje pequeño se
aproveche no justifica no poner en marcha iniciativas como esta. Dice Tomas que
se requiere un impulso legislativo y centrarse en los hechos, más que en las
creencias.
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