Familia
Hoy | P. Arturo Pichardo Díaz, msc
¿Por
qué las divisiones en muchas familias?
San Lucas nos dice en su Evangelio que “En
adelante en una familia de cinco habrá división: tres contra dos, dos contra
tres. Se opondrán padre a hijo e hijo a padre, madre a hija e hija a madre,
suegra a nuera y nuera a suegra”, Lc 12, 52-53.
Las mismas son provocadas en muchos casos por la dureza de corazón, la terquedad, los caprichos de alguien o de algunos de los miembros de una familia
Suena fuerte este pasaje de las
Sagradas Escrituras, no parece que sea el ideal, pero este texto tiene una gran
actualidad. Con frecuencia encontramos su cumplimiento en muchas situaciones de
la vida real de muchas familias. Ciertamente, el mensaje de Jesús causó
divisiones en aquel tiempo y en nuestros días. Esto ocurre porque la Buena
Nueva de Jesús no debe dejar a nadie imparcial, es preciso hacer opciones
frente a su Palabra de Vida, a su Buena Noticia. En realidad Jesús no quiere
estas divisiones. Las mismas son provocadas en muchos casos por la dureza de
corazón, la terquedad, los caprichos de alguien o de algunos de los miembros de
una familia. San Pablo diría que esto ocurre por dejarse llevar de los bajos
instintos o de la carne y no por los criterios del espíritu: Gal 5, 16-23.
Existen muchos factores que influyen en las divisiones familiares: religiosos, políticos, económicos. Como factores religiosos podemos identificar aquellos que vienen como consecuencia de la proliferación de las sectas, en las cuales, la separación es parte de su esencia. Pero no sólo las sectas, sino también de diversos grupos a los que el otrora Papa Benedicto XVI llamaba “comunidades eclesiales”, a las que llamaba así porque ni siquiera merecen ser nombradas iglesias.
En ocasiones ocurre que alguna que otra persona miembro de una
familia va a parar a uno de esos grupos y quiere arrastrar a los demás miembros
de la familia, rompiendo la tradición familiar y los valores aprendidos “desde
Dios”, como decían nuestros antepasados. Aquí se impone el respeto, la
tolerancia, la misericordia, para que estos factores no sean causa de división
familiar.
En nuestro país son bien conocidas las
divisiones que provoca la política, sobre todo en tiempos de campaña electoral,
en donde los miembros de familias hasta de políticos famosos se dividen, surgen
discordias y enemistades.
En cuanto a lo económico, ni hablar,
sabemos de familias que tienen serios problemas en materia de repartición o
administración de bienes de sucesión o herencias, como mejor se las conoce. Hay
que cuidar que el egoísmo, la ambición y la malicia no sean causa de estas
divisiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...