La Resurreción | Julio Lois
La Resurrección de Jesús y la Iglesia
La
Iglesia brota de la resurrección de Jesús. Si Jesús no hubiese muerto en la
cruz y resucitado de entre los muertos no existiría la Iglesia. La resurrección
pone en marcha un proceso histórico que lleva al surgimiento de la Iglesia.
Lo que se nos quiere transmitir es que el encuentro con el Resucitado implica o funda la misión o envío a continuar con la causa del Crucificado
La
Iglesia pos-pacual
Frente
a la tesis que vincula el surgimiento de la Iglesia a su fundación directa y
explícita por el Jesús terreno -que veía el “acto” funcional de la misma en Mt
16, 18 y ss.- se va imponiendo en la reflexión eclesiológica actual la tesis de
que la Iglesia surge propiamente en la etapa pos-pascual, cuando el movimiento
de seguidores y seguidoras puesto en marcha por Jesús, con el encargo de
anunciar y hacer presente el Reino de Dios, precisamente para continuar
fielmente con tal encargo, formó la Iglesia como comunidad de creyente en el
Resucitado , separada de la sinagoga Judía.
Relación
intrínseca resurrección-comunidad eclesial
Pero
no basta indicar que la Iglesia de Jesús brota de la resurrección. Es preciso
además profundizar en la relación intrínseca que se da entre resurrección y
comunidad eclesial. En realidad, la Iglesia es la dimensión social de la fe en
el Resucitado. O como de forma más dinámica lo expresa Th. Lorenzen: “la
realidad de la resurrección se hace manifiesta históricamente en la misión de
la Iglesia”.
En nuestro
análisis de los relatos de las apariciones de Jesús llegábamos a la conclusión
de que una de las afirmaciones fundamentales que en ellos se nos quiere
transmitir es la de que el encuentro con el Resucitado implica o funda la misión
o envío a continuar con la causa del Crucificado.
Hablar
de resurrección es, pues, hablar de envío o misión. Pero es precisamente la
misión “el lugar” del que brota la Iglesia. Como dice Moltmann “hay que ir
aprendiendo que no es la Iglesia la que “tiene” una misión, sino más bien a la
inversa, que la misión de Cristo crea para sí una Iglesia; no hay que
comprender la misión a partir de la Iglesia, sino más bien la Iglesia a partir
de la misión”.
"Esencia
relacional": Iglesia y misión
Los
teólogos hablan de “esencia relacional” de la Iglesia para poner de manifiesto
esa vinculación entre Iglesia y misión de la que veníamos hablando. Pues bien,
podría hablarse también, y previamente, de que la misión está, a su vez,
“esencialmente relacionada” con el encuentro con el Resucitado, es decir, con la
fe en la resurrección, hasta el punto de que es su consecuencia necesaria.
Experimentar la urgencia de la misión es un gran criterio de verificación de la
autenticidad de esa fe.
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