Forjando Vivencias | Lic. Juan Fco. Puello Herrera
Evangelio:
una decisión radical
“Por eso, si tu ojo
derecho es ocasión de pecado para ti, sácatelo y tíralo lejos; porque es más
provechoso para ti perder una parte de cuerpo y que no seas arrojado entero al
infierno”. (Mateo 5,29)
En esta parte del
evangelio se tratan dos aspectos relacionados con la vida matrimonial, el
adulterio y el divorcio. En ambos casos es aplicable una fórmula: en el
designio de Dios la unión entre el hombre y la mujer es tan profunda, que es para
siempre. Es comprensible, ya que el adulterio empieza en el corazón y la
separación indiscriminada es una solución por demás superficial.
El seguimiento a Jesús
trae consigo una decisión radical que exige la vida cristiana. Cuando se
refiere al ojo derecho y a la mano derecha tiene que ver que nada puede ser más
importante que vivir según la enseñanza de Jesús.
Si en verdad queremos
ser un fieles a las enseñanzas de de Jesús, debemos estar dispuestos a reflejar
en nuestra vida la perfección que él espera de nosotros. Esa perfección la
alcanzaremos evitando a apegarnos a personas y cosas. La mejor forma de
llegar a la meta que Dios nos ha propuesto, es estando dispuestos a renunciar a
cualquier apego que tengamos.
En el único caso que
Dios permite ser egoísta es con la propia salvación. De este modo, debemos quitar
de nuestra vida cualquier actitud desordenada, como es una excesiva
preocupación por las cosas materiales, falta de caridad y la ambigüedad que se
traduce en falta de coherencia.
Oración: Señor Jesús,
ayúdanos a llegar a nuestro destino final sin hacer daño a nadie. Concédenos la
dicha de contemplar la luz verdadera, renunciando desde ahora y para siempre a
aquellas cosas que nos alejan de ti. Amén.
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