Biblia | P. William Arias
La cuestión del género desde la Biblia
Recientemente
leía en un periódico digital, que una famosa cantante norteamericana se
declaraba de género no binario, es decir, ella decía que no se sentía ni hembra
ni varón, pues esto del género ha venido a ser tema muy discutido en los
últimos tiempos, pues desde hace unos años se viene diciendo que lo relativo al
género, entiéndase lo masculino y lo femenino, es una categoría cultural, otros
algo sicológico, más que un asunto biológico-sexual. Todo esto se basa en
investigaciones de la antropología cultural, donde algunos estudios sobre la
cultura de ciertos pueblos revelan que la distinción de género obedece más a
factores familiares, sociales, económicos y hasta político, esto ha servido
para que muchos lleguen hasta el extremo de plantear lo que hoy se conoce como
la ideología de género, auspiciada sobre todo por grupos defensores de los
derechos de los homosexuales o ´´gay´´, creando una especie de diversidad de
género, que da la impresión, que como el nuevo género no binario, cada día
aparece uno nuevo.
Pero la
discusión alcanza altos niveles, cuando se ve que en sí hay influencias de
elementos socio- culturales en algunas culturas o sociedades no occidentales, o
lo que la genética aporta en cuanto al asunto de los cromosomas en lo que son
de género masculino en relación con lo femeninos, además de las diferencias
fisiológica que tienen también su valía.
Tratando de
entrar en la discusión, pero desde la esfera bíblica, tenemos que en Génesis
1,27 dice: ´´Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios
lo creó, varón y hembra los creó´´. Vale decir que este versículo ha sido
bandera y estandarte, de aquellos que están en contra de la llamada ideología
de género, y que los contrarios lo denigran por el carácter religioso y nada de
científico que tiene.
Si bien es
cierto el texto refleja la cultura en la que fue escrito, posiblemente hacia el
siglo VI a. C., en Babilonia, es el tiempo del destierro del pueblo de Israel,
algunos dicen que en estos pueblos semitas con anterioridad había cierta
ambivalencia en cuanto al género, como hoy los defensores de la diversidad
genérica sostienen, ahora bien, Israel trató siempre de diferenciarse del modo
de vivir y de las cultura de estos pueblos, aunque no necesariamente este sea
el caso, pues no debemos olvidar el contexto escriturístico en que se encuentra
el versículo, que es el acto creador de Dios que tiene como culmen la creación
del ser humano, al cual crea en dos vertientes, de forma binaria: varón y
hembra, sexuados, con su imagen en cada uno, y de esta manera destinado tal
binarismo para la reproducción (Gen 1,28a).
Es la única
alusión bíblica que podemos encontrar en relación al género, hay textos como el
de Levítico 18,22 y 20,13, que
hablan de lo relativo a la homosexualidad, el cual mencionamos por la
correlación que se ha dado hoy entre los grupos homosexuales y la ideología de
género, y tal vez por ahí estaría una luz en medio de este problema, pues
siguiendo el texto bíblico no hay más salida: o lo masculino o lo femenino,
nada a medias, ni nada nuevo, algo que favorece la genética y la biología en sí,
pero la discusión sigue abierta y desde ciertas ciencias sociales aparecen muchos
y fuertes argumentos, pero la Biblia nada más puede decir, y no debemos olvidar
que es palabra de Dios. ADH 858
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