Reflexión | Reflejos de Luz
Día Mundial de la Justicia Social
La justicia social se basa en la igualdad de
oportunidades y en los derechos humanos, más allá del concepto tradicional de
justicia legal. Está basada en la equidad y es imprescindible para que cada
persona pueda desarrollar su máximo potencial y para una sociedad en paz.
Todas las personas tenemos necesidades básicas
comunes, que se traducen en derechos humanos fundamentales: el derecho a la
propia identidad, a la supervivencia, a la educación a expresarnos con libertad
y a ser tratados con dignidad y respeto, por ejemplo.
Cuando estas necesidades fundamentales no se
satisfacen nos encontramos frente a inequidades, que pueden darse tanto en los
países industrializados como en países en desarrollo. Lo que convierte estas
situaciones en injusticias es que pueden ser evitadas: no se trata de problemas
irresolubles a los que no podamos hacer frente, sino que a menudo han sido
provocados por personas y persisten porque mucha gente se desentiende de ellos.
La decisión de promover o de negar la justicia social está en manos de las
personas, ya sea a escala individual, local, nacional o mundial.
3 aspectos clave
CONFLICTO: Las inequidades están relacionadas con
los conflictos, tanto en los países industrializados como en los países en
desarrollo. La injusticia real o percibida es una de las fuentes más comunes de
conflictos y de violencia entre los individuos, los grupos y los países.
POBREZA: Puede ser que la pobreza sea la
injusticia más fundamental y más extendida, ya que no permite el acceso a otros
derechos fundamentales.
DISCRIMINACIÓN: La discriminación es una
injusticia que interfiere en las posibilidades que tienen los individuos de
desarrollar su potencial.
Publicado por Reflejos de Luz
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