Casa de Luz | Lic. Juan Rafael Pacheco
Según van
pasando los años, los días son cada vez más cortos. Este siglo XXI va demasiado rápido y nunca
nos alcanza el tiempo para todo lo que tenemos que hacer.
Hay una historia
que muchos conocen, que bien vale la pena volver a contarla.
Cuentan de
aquel profesor que un buen día, tomó un frasco grande de mayonesa, vacío, y lo
llenó con pelotas de golf, preguntándole a los alumnos si ya estaba lleno, a lo
que contestaron que sí.
Luego tomó una
caja llena de pequeñas bolitas de madera y las vació entre las pelotas de golf,
preguntando nuevamente a su clase si el frasco estaba lleno, y volvieron a
decir que sí.
Lo próximo,
vació dentro del frasco una caja con arena, la cual llenó todos los huecos
vacíos. El profe preguntó nuevamente si el frasco estaba lleno, respondiendo
los alumnos con un “sí” rotundo.
Luego agregó dos tazas grandes de café rellenando todo el espacio vacío en la
arena. Ya en ese momento, los estudiantes reían a carcajadas.
“Este frasco
representa la vida” dijo el profesor. “Las pelotas de golf son las cosas
verdaderamente importantes, y en primer lugar, Dios. Siguen la familia, los
hijos, los amores, los amigos, la salud, las cosas que nos apasionan. Si perdemos
todo lo demás y tan sólo quedaran éstas, nuestra vida aún tendría sentido.
Las bolitas son
las otras cosas que importan, como el trabajo, la casa, el auto...
La arena es todo el resto, las pequeñas cosas.
Si primero
ponemos arena, no habría lugar para las bolitas ni mucho menos para las pelotas
de golf. Lo mismo ocurre con la vida.
Si gastamos
todo nuestro tiempo y energía en pequeñas cosas o en cosas que no nos
llenan, nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes.
Presta atención
a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Juega con tus hijos, ve a
cenar con tu pareja, tómate tiempo para asistir al doctor y practicar tu
deporte o entretenimiento favorito. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y
terminar ese proyecto de la oficina. Ocúpate de las pelotas de golf primero, de
las cosas que realmente importan. Establece tus prioridades, el resto es sólo
arena."
Uno de los estudiantes levantó la mano y preguntó qué representaba el café. El
profesor sonrió y dijo: "Qué bueno que lo preguntas. Sólo es para
demostrarles que no importa cuán ocupada pueda parecer tu vida, siempre hay
lugar para un par de tazas de café con un amigo.”
Santo
Tomás Moro, aquel primer ministro inglés que prefirió morir antes que renunciar
a su fe católica, nos dejó un manual de vida que bien vale la pena tomarlo en
cuenta:
“Dichosos
los que saben reírse de sí mismos, porque siempre estarán contentos.
Dichosos los que saben diferenciar una montaña de
una piedra, porque se evitarán muchos inconvenientes.
Dichosos
los que saben escuchar y callar: aprenderán cosas nuevas.
Dichosos
cuando sepan apreciar una sonrisa y olvidar un desaire: su camino estará lleno
de sol.
Dichosos
los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar: evitarán muchas tonterías.
Dichosos
sobre todo cuando sepan reconocer al Señor en todos los que se encuentran:
habrán logrado la verdadera luz y sabiduría.”
Cuando las
cosas en la vida parecen demasiado, cuando 24 horas al día no son
suficientes, recuerda el frasco de mayonesa y el café.
Bendiciones y
paz. ADH 855
Mis cuentos aparecen publicados en Catholic.net
Este cuento aparece publicado en la página 181 de mi libro “¡Descúbrete! Historias y cuentos para ser
feliz”. Disponible en Papelería Villa Olga, teléfono 809 583 4165,
Santiago; Librerías Paulinas, La Sirena y Librería Cuesta.
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