Actualidad Mundial | RD/EFE/Vatican News
EE.UU. confirma el
secuestro de cinco niños y doce adultos evangélicos en Haití: ¡¡Por favor,
recen por nosotros!!
Estados Unidos
confirmó este domingo el secuestro en Haití de 17 personas, entre
ellos 16 estadounidenses, y aseguró que trabaja con las autoridades haitianas
para encontrar y liberar al grupo, compuesto por misioneros y sus familiares.
"Podemos
confirmar que 17 personas, entre ellos 16 ciudadanos estadounidenses, fueron
secuestrados ayer en los alrededores de Puerto Príncipe", dijo a Efe una
portavoz del Departamento de Estado,
que pidió el
anonimato.
"Hemos
estado en contacto regular con autoridades de alto rango de Haití y seguiremos
trabajando con ellos y con nuestros aliados de distintas agencias",
añadió la portavoz, que prometió proporcionar más información cuando sea
posible.
Identifican grupo que secuestró a misioneros de
EEUU en Haití: https://t.co/7sbapsW64lpic.twitter.com/bpIem7CxUx
— Foro_TV
(@Foro_TV) October 17, 2021
El grupo fue
secuestrado este sábado cuando
viajaba en autobús después de visitar un orfanato, y está compuesto por
5 niños y 12 adultos, todos ellos miembros de la asociación de
misioneros Christian Aid Ministries, con sede en el estado de Ohio, en el
medio oeste de Estados Unidos.
Así lo
confirmó esa asociación en un comunicado este domingo, en el que precisó que,
de los secuestrados, 16 son estadounidenses y uno es canadiense, y
que, de los 12 adultos, 7 son mujeres y 5 hombres.
"Estamos
buscando directrices de Dios para resolver esto, y las autoridades están
buscando formas de ayudar", indica la nota del grupo religioso.
Fuentes
policiales citadas por el diario The New York Times responsabilizan del
secuestro a la banda armada 400 Mawozo, que lleva años sembrando el terror
en los suburbios de Puerto Príncipe y que controla parte de la localidad de
Ganthier, donde se produjo el rapto.
"Podemos confirmar que 17 personas, entre
ellos 16 ciudadanos #estadounidenses,
fueron #secuestrados ayer
en los alrededores de #PuertoPríncipe",
dijo una portavoz del #DepartamentoDeEstado.
(gs)https://t.co/0vRiadYZz2
— DW Español
(@dw_espanol) October 18, 2021
La banda ha
puesto el foco recientemente en las iglesias y los grupos religiosos, y en abril pasado secuestró a 10
personas, entre ellas varios religiosos, dos de ellos franceses, que fueron
liberados a finales de ese mes en un caso que precipitó la dimisión del
entonces primer ministro haitiano, Joseph Jouthe.
Justo después
del secuestro de este sábado, uno de los estadounidenses raptados pidió
ayuda en un mensaje publicado en un grupo de WhatsApp, aseguró al diario
The Washington Post una fuente familiarizada con lo ocurrido.
"¡¡Por
favor, recen por nosotros!! Nos han tomado como rehenes, han
secuestrado a nuestro conductor. Recen, recen, recen. No sabemos a dónde nos
están llevando", indicaba el mensaje.
Gédéon Jean, director del haitiano Centro de
Análisis de Investigación en Derechos Humanos (CARDH), aseguró a
ese diario washingtoniano que el "modus operandi" de la
citada banda armada es "secuestrar autos y autobuses enteros" y pedir
después "un precio para liberar a todo el mundo".
Los secuestros
se han vuelto habituales en Haití desde inicios de 2020, se producen de forma indiscriminada y
afectan a personas de cualquier índole social, ya que se han convertido en una
fuente de financiación de las bandas armadas que controlan numerosas barriadas
de Puerto Príncipe y otras zonas del país.
Desde el
comienzo del año, se han notificado 628 secuestros en el país, entre ellos 29 extranjeros de tres
nacionalidades, según el CARDH, que advierte de un aumento
"exponencial" de los raptos en los últimos dos meses.
Las pandillas
concedieron una breve tregua en los secuestros de dos semanas entre
el asesinato del presidente Jovenel Moise, perpetrado el 7 de julio, y su
entierro, llevado a cabo el día 23 del mismo mes, pero después reactivaron
su actividad.
Los obispos
haitianos, muy preocupados por los nuevos secuestros
A través de
una nota, la Comisión Episcopal Nacional de Justicia y Paz arroja
luz sobre la actitud de la policía tras el secuestro de los misioneros el
pasado sábado. El enésimo secuestro acaecido en el país para pedir rescate
tiene lugar en medio de una guerra entre pobres y en un contexto de
degradación, inseguridad y pandemia. Uno de los secuestrados envió un mensaje
pidiendo ayuda y oraciones.
La Comisión
Episcopal Nacional de Justicia y Paz (CE-JILAP) está preocupada y alarmada por
el enésimo secuestro en Haití: una situación que tiende a "empobrecer a
las familias haitianas y tiene un impacto negativo en la economía del
país". Los obispos se preguntan de dónde proceden las armas de guerra y las
municiones de las bandas armadas que ahora han tomado a Haití como rehén. Por
lo tanto, lo que se necesita son "medidas adecuadas, acciones concretas y
efectivas por parte de la policía nacional para contrarrestar el fenómeno del
secuestro y restablecer el orden en el país".
La
reconstrucción
Ayer 17 de
octubre, la noticia difundida por las fuentes de seguridad locales fue
relanzada por los principales medios de comunicación internacionales y volvió a
llamar la atención sobre la profunda crisis de pobreza, inestabilidad política
y pandemia que vive Haití. El sábado 16 de octubre, aproximadamente entre 12 y
15 misioneros estadounidenses de una iglesia protestante fueron secuestrados
junto con sus familias en la periferia oriental de Puerto Príncipe, por una
banda armada conocida como "400 Mawozo", que lleva meses haciendo
estragos en la zona fronteriza con la República Dominicana con robos y
secuestros tanto de ciudadanos estadounidenses como de haitianos.
La petición de
oración de los secuestrados
Los misioneros
-que al parecer pertenecen al grupo Christian Aid Ministries, con sede en Ohio,
según fuentes de la prensa estadounidense- y sus familias regresaban de una
visita a un orfanato a unos 30 kilómetros al este de Puerto Príncipe cuando su
autobús fue detenido por hombres armados, que los obligaron a bajar. Al
parecer, uno de los misioneros secuestrados consiguió enviar un mensaje por
WhatsApp mientras el grupo era capturado. "Por favor, recen por nosotros,
nos tienen como rehenes, han secuestrado a nuestro conductor, no sé a dónde nos
llevan", reza el mensaje, publicado por el Washington Post.
Violencia y
pandemia: un país en profunda crisis
Haití se ha
enfrentado recientemente a una ola de violencia en la que las bandas armadas
desempeñan un papel importante, bloqueando las actividades económicas en el
país más pobre de América. El malestar aumentó tras dos acontecimientos que
abrieron profundas heridas: el asesinato del Presidente Jovenel Moise en julio,
que sumió al país en el caos, y un fuerte terremoto en agosto que mató a más de
2.000 personas.
Por otra
parte, desde principios de año se han producido más de 600 secuestros
en Haití, frente a los 231 del año pasado, según las organizaciones
humanitarias.
Anoche,
la Fundación Francesca Rava recibió un comunicado de Haití de
su médico responsable, el padre Richard Frechette, advirtiendo del incidente.
Ante nuestros micrófonos, Mariavittoria Rava, presidenta de la ONG, explica
cómo está la situación profundizando sobre la crisis sanitaria (que a falta de
vacunas Covid, está cosechando víctimas ante el silencio de la comunidad
internacional, que ha abandonado el país incluso en lo que respecta a la ayuda
para mantener el orden y la seguridad).
Por ello, el
llamamiento lanzado es, sobre todo, "a la ONU para que recupere las
misiones de control para proteger a la población".
En palabras de
Mariavittoria Rava, la desolación y el miedo de la gente, que siempre corre el
riesgo de ser secuestrada, incluso cuando se dirige a los hospitales para
recibir tratamiento. Y si no hay rescate, la solución es la violencia, la
violación o la muerte. "Incluso las comisarías están en manos de las
bandas", dice, "y esto es una muestra del nivel de abandono y
degradación en el que se encuentra el país".
"Los
disturbios políticos, el aumento de la violencia de las bandas y el
empeoramiento de las condiciones socioeconómicas -incluyendo la inseguridad
alimentaria y la malnutrición- contribuyen a agravar la situación
humanitaria", afirma la oficina de la ONU en Haití en su informe,
añadiendo que "una fuerza policial sobrecargada y sin recursos no puede
por sí sola resolver los problemas de seguridad del país". Por su parte,
el viernes pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU votó por unanimidad la
prórroga de la misión política de Naciones Unidas en Haití, pero el calendario
sigue siendo incierto, de ahí la petición de ayuda de quienes trabajan sobre el
terreno.
Publicado por Religión Digital
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