• Noticias

    martes, 9 de noviembre de 2021

    Nos falta tiempo


    Reflexión | José Antonio Rosado/RE

     


    Nos falta tiempo


    No sé a usted, pero a mí me falta tiempo. Me levanto muy temprano, tanto que hasta los fines de semana me despierto a horas donde solo los panaderos –los pocos auténticos que quedan–me acompañan. Aún de noche, salgo de casa para ir a trabajar. Muchas veces como en el despacho o algún pintxo –para los vascos esto es como irnos a tomar un vinito–en algún bar cercano. Vuelvo a la oficina. Somos tres los que formamos este equipo. Les pregunto y están igual o peor. Volvemos a casa como antes, sin ver el sol. Pregunto a amigos en sus respectivos trabajos. Me dicen lo mismo. Todos agobiados, todos con la agenda llena. ¿Qué pasa?


    Es cierto y algo triste que el tiempo pasa rápido, tanto que no saboreas los días. Lo bueno pasa volando y lo malo también, aunque esto último es como la canción de Sabina, 19 días y 500 noches. Cuando te quieres dar cuenta, estas en la cama rezando las tres Ave María y quedándote dormido. Y en el mejor de los casos, puedes estar un rato en el sofá, pero, zas, el móvil te aparta de la realidad y los minutos, los pocos minutos libres que podrías tener para ti, para pensar en el día, recordar con quien has estado, qué te ha salido mal y qué cosa o persona te ha hecho reír, los pasas tecleando, mirando Instagram o wassapenado con varios a la vez.


    Sin duda nos falta tiempo. Pero no es culpa de las 24 horas que siempre han regido los días. Sin duda es culpa del ritmo de vida que poco a poco ha ido calando en nuestras rutinas, globalizadas, hipercomunicadas, modernas y tecnológicamente avanzadas. Este es el peaje que estamos pagando por ello. Una mejor organización ya no basta. Unas políticas de conciliación serían otra de tantas. Necesitamos tiempo. Parar y respirar. Dar un paseo, andando o en bici, sin ir a ningún lado en concreto. Releer aquel libro que tanto nos gustó. Hablar por teléfono con quien hace mucho que no hablas. Aburrirse. Cocinar. Limpiar, organizar tu armario o decorar la casa. Probar un nuevo menú en aquella tasca o visitar una tienda nueva. Incluso sí, estar un tiempo de calidad frente al Señor, hablarle sin prisas, porque a este ritmo se nos olvidará como hacerlo. Entrar en una iglesia y sentarte. Todo esto es lo que nos falta y el precio de esta sociedad alocada, inquieta y ruidosa está siendo alto.


    Publicado por Revista Ecclesia


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...

    Para Vivir Mejor


    Entradas Recientes



    La Familia


    Amigo del Hogar | Revista

    Orientada esencialmente a la familia desde una visión humano-cristiana, la Revista Amigo del Hogar nace en el año 1942, como obra evangelizadora de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC).

    ¿Quiénes Somos?

    Somos una comunidad religiosa fundada por el P. Julio Chevalier en el año 1854, en Issoudun, Francia. El proyecto al que buscamos ser fieles es, desde el Corazón misericordioso de Jesús, anunciar el amor de Dios al mundo.

    Temas de Salud


    Entradas populares