• Noticias

    lunes, 8 de agosto de 2022

    «Cada vez más gente se somete a cirugía estética por un trastorno de salud mental»


    Temas de Salud | María Martínez López/A&O

     


    «Cada vez más gente se somete a cirugía estética por un trastorno de salud mental»


    El experto en bioética Emilio García Sánchez propuso en un congreso de la Universidad Católica de Valencia que antes de operarse para tener por ejemplo los glúteos de Chanel los pacientes pasen un estudio psicológico.


    Según la Sociedad Española de Cirugía Estética, cuatro de cada diez españoles se han sometido a alguna intervención de este tipo, que pueden ser más o menos invasivas. Entre las primeras, «la cirugía más demandada» son los aumentos de pecho, apunta García Sánchez.


    El resto del top cinco lo forman la rinoplastia, el embellecimiento de la nariz «pero no porque haya una deformación»; la abdominoplastia, esto es, «intentar que el vientre sea plano» o resaltar los abdominales; la liposucción en una parte concreta del cuerpo o la lipoescultura en buena parte del mismo; y las «gluteoplastias o levantamiento y aumento de la curvatura del glúteo». Estas últimas, por ejemplo, se han puesto de moda «desde que Chanel salió en Eurovisión».


    Aunque en España se ha dejado de hablar de ello, «en Estados Unidos se siguen haciendo operaciones de aumento de pecho como regalo de graduación». Y en nuestro país, «el número de operaciones estéticas está creciendo de forma exponencial», asegura a Alfa y Omega Emilio García Sánchez. Este profesor de Bioética en la Universidad CEU Cardenal Herrera abordó esta cuestión en el congreso Autonomía y libertad: límites bioéticos, que organizó el 14 de julio el Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia.


    A ellas se suma una cirugía «menos invasiva y peligrosa», la que reduce los párpados caídos. En un estudio reciente entre cirujanos estéticos, muchos afirmaron que el uso de mascarillas durante la pandemia ha hecho que a muchas personas les preocupe más el aspecto de esta parte de su rostro.


    ¿Una decisión libre?

    El experto en bioética explica que, a pesar de su popularidad, estas intervenciones «no son en modo alguno inocuas». Todas son invasivas y requieren anestesia local o general, lo que siempre conlleva el riesgo de complicaciones o de infección, además de otros durante el posoperatorio. Con todo, en el congreso de la UCV él llamó más la atención sobre las implicaciones y el riesgo psicológico.


    Aunque «no se da a conocer ni se publica tanto», afirma que existen «datos que hablan de que cada vez más personas que acuden a la cirugía estética porque previamente tienen una pequeña alteración en la salud mental que las lleva a tener una visión deformada de su propia imagen». Esta dismorfia puede ser similar a la que se produce en la anorexia, cuando la persona se ve más gorda de lo que realmente es. Aunque en los trastornos de la conducta alimentaria «intervienen otros factores», aclara García.


    En un contexto en el que existe una «alta presión social» alimentada por los medios de comunicación, algunas personas sufren «baja autoestima corporal, complejos, obsesiones, dismorfias», «miedo a la exclusión y discriminación social». Ante esta situación, la persona «piensa que la solución es someterse a cirugía». Aunque pueden llegar a reconocer «no ser del todo libres».


    Adicción al quirófano

    Además de la dificultad para «garantizar que la decisión de operarse sea totalmente autónoma», García Sánchez subraya que, además, la cirugía no resolverá el problema de dismorfia. Al modificar su aspecto, «puede tener una satisfacción inmediata» durante un plazo breve, de unas semanas. «Pero luego vuelve a surgir el problema de fondo», por lo que a la larga el resultado es siempre insatisfactorio. El paciente puede sentir la necesidad de acudir a la cirugía más veces, y llegar a hacer de ello una obsesión.


    Este problema «se ha empezado a destapar en consultas de psicología y psiquiatría», explica García Sánchez. Los propios cirujanos «no han dado la voz de alarma porque no tienen equipos para diagnosticar estos trastornos». Pero también ellos se están dando «cuenta de que tienen que estar más atentos». De hecho, algunas clínicas importantes de Estados Unidos «empiezan a incorporar algún tipo de medida para descartar» estos trastornos previos.


    Esta es la vía por la que podría encontrarse una solución, según el experto: conseguir que «a cualquier persona que pida someterse a una cirugía estética invasiva, por prudencia se le haga una consulta de psicología clínica especializada para obtener un informe», que puede ser favorable o desfavorable.


    Otro tipo de tratamientos

    El primer dictamen se daría cuando solo se detecte un «capricho de embellecerse». El segundo, si hay un trastorno de la imagen corporal. En ese caso, «se le puede plantear derivarle a otro tipo de tratamientos» e intentar evitar la operación. Y, «si quiere operarse a pesar de eso, que firme un consentimiento» más amplio, también sobre las implicaciones psicológicas».


    Un protocolo así no es fácil de aplicar, y por eso su implantación está siendo muy lenta. No se puede obviar que las clínicas de cirugía estética son negocios, y si una plantea requisitos muy exigentes la persona interesada puede recurrir a otra. Pero García Sánchez recuerda que, como médicos, a los cirujanos estéticos les debe preocupar «la salud del paciente de modo integral», incluido lo que pueda afectar a su salud mental. «Deben elegir si quieren ser un buen médico o un empresario».


    Publicado por Alfa & Omega


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...

    Para Vivir Mejor


    Entradas Recientes



    La Familia


    Amigo del Hogar | Revista

    Orientada esencialmente a la familia desde una visión humano-cristiana, la Revista Amigo del Hogar nace en el año 1942, como obra evangelizadora de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC).

    ¿Quiénes Somos?

    Somos una comunidad religiosa fundada por el P. Julio Chevalier en el año 1854, en Issoudun, Francia. El proyecto al que buscamos ser fieles es, desde el Corazón misericordioso de Jesús, anunciar el amor de Dios al mundo.

    Temas de Salud


    Entradas populares