Reflexión | Reflejos de Luz
Dueño de tu destino
Nunca
te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que
querías en tu vida.
Acepta
la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El
triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca
te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntalas con valor y acéptalas. De
una manera u otra son el resultado de tus actos y prueba que Tú siempre has de
ganar.
No
te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno
para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No
olvides que la causa de tu presente es tu pasado, así como la causa de tu
futuro será tu presente.
Aprende
de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá
a pesar de todo; piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus
problemas, sin alimentarlos, morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos.
Mírate
en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de
las circunstancias, porque Tú mismo eres tú destino.
Levántate
y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú
eres parte de la fuerza de tu vida; ahora despiértate, lucha, camina, decídete,
y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el
pretexto de los fracasados.
Publicado
por Reflejos de Luz
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...