Comunicación | Jesús Bastante
El prelado del
Opus Dei no podrá ordenar sacerdotes, y su cargo dejará de ser vitalicio
La Obra cumple
40 años como prelatura obligada a reformar sus estatutos
El 28 de
noviembre se cumplirán 40 años de la Bula Ut Sit (Para que sea), mediante la cual Juan Pablo II
otorgaba al Opus Dei un estatus único en la Iglesia católica:
la Prelatura Personal.Cuarenta años después, la Obra fundada por Escrivá de Balaguer se
encamina a elaborar unos nuevos estatutos que cambiarán de
forma radical su forma de ser y de presentarse ante el conjunto de la
Cristiandad.
Un trabajo en
el que se juega su futuro y, si no lo hace bien, se arriesga a perder su
condición, sin parangón en la institución, que la convierte, en la práctica, en
una estructura paralela a la de las diócesis. Algo en lo que el Motu Proprio 'Ad charisma tuendum' entra, y que habrán de
recoger los futuros estatutos, si no quieren ser enmendados desde Roma.
Eliminar la Prelatura, separar la rama laical
De hecho, la
solución ofrecida al Opus Dei, según ha podido saber RD, ha sido la más leve de
cuantas se planteaban. Algunos de los consejeros papales apostaban por
eliminar, directamente, la figura de la Prelatura personal, mientras que otros
abogaban por dejar el Opus Dei reducido a una estructura de sacerdotes o
consagrados (que podría depender de Clero o de Vida Religiosa), dejando al
grueso de la organización, los laicos, convertidos en un movimiento más.
Finalmente, el
Motu Proprio 'Ad charisma tuendum' (que, por cierto, aún no ha sido traducido al castellano por la Santa Sede,
aunque sí por el Opus Dei, en una muestra más de cierta desidia de algunos
responsables de la Curia, como ya sucediera en el caso de 'Praedicate
Evangelium') se limitó a ubicar a la Obra dentro de la Congregación para el
Clero, obligarles a presentar informes anuales de su gestión en todos los
ámbitos, y reducir a su 'prelado' a la categoría de "Protonotario
Apostólico Supernumerario con el título de Reverendo Monseñor", un
título rimbombante pero que, en la práctica, significa que ya no es obispo, ni
lo será.
¿Elecciones en la Obra?
¿Qué supone
esto? Pues además de lo aparente -Fernando Ocáriz ya no podrá vestir como un
prelado, ni llevar cruz pectoral al pecho-, el fin de algunas funciones muy
relevantes. La principal, que no podrá ordenar sacerdotes de la
Prelatura. Será función de cada obispo en la diócesis correspondiente, lo
que promoverá una mayor vinculación del clérigo a Obispado donde se radique,
mucho mayor (pese a lo que se asegura oficialmente) que ahora.
El otro gran
cambio, y que afecta a la figura del sucesor de Escrivá, es que los estatutos
habrán de reconocer que su misión (y las de la cúpula de la organización) se
rige por las mismas normas que el Papa decidió que valdrían para cualquier
movimiento apostólico. Esto es: adiós a los cargos vitalicios. ¿Supone
esto que entrará la democracia en el Opus Dei? Tal vez sea decir demasiado.
Lo que sí hace
el texto papal es anunciar que "los Estatutos propios de la Prelatura del
Opus Dei serán convenientemente adaptados a propuesta de la misma
Prelatura, para ser aprobados por los órganos competentes de la Sede
Apostólica". Un cambio de estatutos que ambas instituciones -Roma
y Opus Dei- quieren tener preparados, en un primer borrador, para noviembre, de
cara a poder ser aprobados coincidiendo con el 40 aniversario de la entrada en
vigor de 'Ut Sit', el próximo 19 de marzo. Curiosamente, ese mismo día se
cumplen diez años del comienzo 'oficial' del pontificado de Francisco, con su
misa de entronización en la plaza de San Pedro.
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