Valores | Socorro González González
Valor Mes de Septiembre: La Palabra
Me deleito en tu Palabra (Sal 118, 16)
Este mes profundizamos en el valor de
la Palabra, esa Palabra de Dios escrita en la Biblia y que nos ilumina cada
dÃa, es el único libro que nos habla a cada uno de manera personal, y un mismo
texto puede ser interpretado de diferentes maneras según la realidad,
sentimientos e historia de cada persona. Por medio de ella Dios se comunica con
cada uno de nosotros. Hoy nos sentimos invitados a ser conscientes de la
importancia de acoger la Palabra leÃda y proclamada; al leerla de manera
personal o escucharla de manera profunda en cada EucaristÃa o encuentro
litúrgico o comunitario.
Cada vez se pierde más el hábito de la
lectura, no solo de la Palabra de Dios, sino también de cualquier libro de
crecimiento personal. Pero la Palabra de Dios no es solo para leerla como un
libro más, sino para ser meditada, dejando que ella nos hable, y hablarle. Sin
embargo, para muchos es más fácil, escuchar el texto del evangelio cada dÃa (que
también en valido), pero nada como un momento orante con nuestra Biblia
abierta, dejando que el Señor nos hable a través de su Palabra siempre viva.
Su Palabra es un precioso regalo y
estamos invitados a tomar la iniciativa y ponerla en práctica, dejándonos
purificar, contemplando su presencia. Asà nos ayudará a actuar con sabidurÃa en
cada paso que damos. Y sentirnos dichosos al escuchar su Palabra. “Dichosos
los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica” Lucas 11, 28.
Como todos sabemos la Palabra de Dios
es un referente que guÃa y orienta la vida de muchas personas. En ella podemos
encontrar las vivencias del pueblo de Israel que hizo una alianza con Dios para
seguir sus mandamientos.
Podemos encontrar en ella la experiencia
religiosa del pueblo de Israel, con el que Dios establece una alianza de amor
que es la expresión de su elección por todos
los pueblos de la tierra. Esta experiencia es el punto de partida y de
apoyo para reconstruir y aplicar a la vida personal y social por sus enseñanzas
y valores.
Es también la experiencia de un Dios
que se hizo carne y acampó entre nosotros,
contada por sus discÃpulos; el Dios que se hizo niño en el seno de una Virgen.
Es el Dios que quiso ser en todo semejante nosotros, menos en el pecado, y que
nos acompañó y acompaña de formar real y viva. Nos vemos reflejados en tantos
personajes de la Biblia, pero también acompañados como lo hizo Jesús y sus
discÃpulos, por su Madre y Madre nuestra, la Virgen MarÃa. A través de la
experiencia contada por los discÃpulos, podemos imaginar y sentir de menara
real esa ternura de Dios en el Hijo. Una historia siempre viva e iluminadora.
Esta Palabra de Dios, se ha convertido
en el libro por excelencia de pueblos y culturas, en norma de vida, de alabanza
a Dios, de oración personal y comunitaria y de compromiso social. “Es la
fuente de inspiración para la práctica de principios éticos y morales, asà como
fuente de sabidurÃa y oración”.
Quiero por último compartir con ustedes
esta pequeña oración que encontré en un folleto elaborado para unas olimpiadas
BÃblica, el autor es desconocido, pero creo que nos puede ayudar en nuestra
petición durante este mes de la Palabra.
Oración con la Palabra de Dios
Concédenos,
Señor que sepamos escuchar tu Palabra como Palabra de vida para que sea la
norma constante en nuestro diario vivir.
Señor,
¿a quién vamos a acudir? Tú tienes Palabras de vida eterna: enséñanos a
permanecer siempre atentos a tu llamada.
Oh
Dios, nosotros queremos trabajar a la luz de tu Palabra concédenos prudencia y
valor, solidaridad y sabidurÃa para obrar siempre con espÃritu de amor
fraterno.
Infúndenos
Señor el espÃritu de inteligencia, de verdad y de paz, para que habiendo
conocido por tu Palabra cuál es tu voluntad trabajemos para ponerla en
práctica. Amén.
ADH 870
septiembre 2022
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