Nuestra Fe | Miguel A. Munárriz/FA
Adviento-Navidad
Mt
24, 37-44
«Estad
vigilantes, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre»
Las
dos cumbres del calendario litúrgico son la Pascua de Resurrección y la
Navidad, y cada una de ellas viene precedida de un tiempo de preparación; la
cuaresma y el adviento. Pero, con independencia de lo que diga la liturgia, una
celebración será importante para mà en la medida en que lo sea el hecho que se
celebra, y cuanto más lo sea, más me afanaré en prepararla con primor. En este
caso, me importará preparar bien la Navidad si lo que ocurre en ella es
importante; y si no, no.
Pero ¿Qué ocurre en Navidad?...
Por
una parte, celebramos el nacimiento de Jesús, su aniversario, pero Jesús murió
hace mucho tiempo y nadie celebra el cumpleaños de los muertos. Si lo seguimos
celebrando es porque no está muerto, sino tan vivo en nosotros que lo
consideramos parte de nuestra vida… Y si esto es asÃ, la pregunta inicial que
acabamos de plantear nos lleva a otra pregunta mucho más importante: ¿Quién es
Jesús para mÃ?... ¿Qué importancia tiene en mi vida?
En
primer lugar, Jesús es importante para mà porque me enseña a vivir con sentido.
Como decÃa Ruiz de Galarreta: «Sus criterios y sus valores son lo mejor que he
encontrado y, además, creo que si todos viviésemos según ellos la humanidad serÃa
algo mucho mejor que lo que es ahora». Pero hay más, porque los cristianos no
nos limitamos a admirarle y aceptar sus criterios de vida, sino que,
ascendiendo al plano de la fe, creemos en él.
Y
esto significa que para nosotros Jesús es presencia de Dios salvador en el
mundo, y que, al encontrarnos con él, nos estamos encontrando con Dios mismo.
Citando nuevamente a Ruiz de Galarreta: «No es que nosotros inventamos a Dios,
no es que nuestra razón lo descubre, es que lo buscamos porque nuestra naturaleza
lo necesita, y lo encontramos porque Él nos sale al encuentro».
Ese
lugar de encuentro es Jesús. Y en Jesús hemos descubierto que la vida tiene
sentido; que Dios no es el que nos amarga la vida con preceptos y amenazas,
sino nuestro aliado contra el mal; que podemos librarnos del temor de Dios, del
miedo a la muerte y al castigo por nuestros pecados; que podemos sacudirnos el
sometimiento a esa caterva de Ãdolos que nos esclavizan...
Y
desde esta perspectiva, la Navidad cobra toda su importancia. Estamos
celebrando que “Dios está con nosotros”, que ha apostado por nosotros, es
decir, que la aventura humana —la mÃa en particular y la de del conjunto de la
humanidad en general— tiene sentido, que nuestra vida es mucho más de lo que
ven los ojos, que está pensada por Dios y que nuestro destino no es morir, sino
Vivir.
Y
esto sà que es importante; esto sà que merece celebrarse por todo lo alto.
Publicado
por Feadulta.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...