Generaciones | Amedeo Lomonaco
Pensando en los jóvenes "antes de que
sea demasiado tarde"
En vísperas de la clausura de la cumbre del clima en Egipto, el Papa
Francisco insta en un tuit a no desistir del compromiso de cuidar a la Tierra,
llena de heridas producidas por el comportamiento irresponsable del hombre
“No nos cansemos de abordar la dramática urgencia del cambio climático.
Tomemos decisiones concretas y con visión de futuro, pensando en las nuevas
generaciones, antes de que sea demasiado tarde. #COP27".
El tuit del Papa Francisco desde su cuenta @Pontifex es un nuevo y
sentido llamamiento a responder responsablemente a los retos que plantea el
cambio climático. En esta perspectiva, refiriéndose a la cumbre del clima que
concluye el 18 de noviembre en Sharm el-Sheikh, el Pontífice expresó el pasado
domingo a la hora del Ángelus, en particular, una esperanza: "Espero – dijo
el Papa – que se den pasos adelante, con valor y determinación, en el surco
trazado por el Acuerdo de París".
Tras el Acuerdo de París
Francisco también subrayó que es prioritario promover la aplicación
efectiva del Acuerdo de París, un tratado internacional celebrado entre los
Estados miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio
climático. La Santa Sede presentó recientemente a la Secretaría de la ONU su
adhesión al Convenio Marco de 1992 y al Acuerdo de París.
"Alcanzar el objetivo de París de limitar el aumento de la
temperatura a 1,5°C – reza el mensaje para la Jornada Mundial
de Oración por el Cuidado de la Creación del 1 de septiembre de 2022 – es
bastante difícil y requiere la cooperación responsable de todas las naciones
para presentar planes climáticos más ambiciosos, o contribuciones determinadas
a nivel nacional, para reducir las emisiones netas de gases de efecto
invernadero a cero lo más urgentemente posible". Se trata de
"convertir" los patrones de consumo y producción, así como los
estilos de vida, en una dirección más respetuosa con la creación y el
desarrollo humano integral de todos los pueblos presentes y futuros".
Pensar en las nuevas generaciones
Pensar en las nuevas generaciones, como nos insta el Papa en su último
tuit, significa hacerse preguntas cruciales. ¿Qué tipo de mundo queremos para
nosotros y para los que vendrán después de nosotros?
En su mensaje a los participantes en la conferencia "Resilience
of People and Ecosystems under Climate Stress", el Pontífice
señala un camino para cuidar nuestra casa común: el de la "conversión
ecológica que requiere un cambio de mentalidad y el compromiso de trabajar por
la resiliencia de las personas y los ecosistemas en los que vivimos".
La pérdida de biodiversidad y las numerosas guerras que se libran en
diversas regiones del mundo, junto con la crisis climática de la Tierra,
demuestran que "todo está conectado". Y que "promover el bien
común del planeta a largo plazo" – se lee en el mensaje a los
participantes en la conferencia Resilience of People and Ecosystems
under Climate Stress – "es fundamental para una auténtica
conversión ecológica".
No perder tiempo
La hora de la conversión ecológica es inaplazable. Se necesitan
respuestas urgentes e inmediatas. El Papa Francisco lo ha reiterado varias
veces durante su pontificado, invitando a escuchar el grito de la Tierra herida
por el hombre, abusada y expoliada.
El Pontífice subraya en su mensaje a la COP26: “En varios momentos de la
preparación de la COP26, ha quedado claro que no hay más tiempo para esperar;
hay demasiados rostros humanos que sufren esta crisis climática: además de sus
impactos cada vez más frecuentes e intensos en la vida cotidiana de muchas personas,
especialmente de las poblaciones más vulnerables, nos damos cuenta de que
también se ha convertido en una crisis de los derechos de los niños y de que,
en un futuro próximo, los migrantes por motivos medioambientales superarán a
los refugiados por conflictos”.
“Se necesita una acción urgente, valiente y
responsable. También debemos actuar para preparar un futuro en el que la
humanidad sea capaz de cuidar de sí misma y de la naturaleza”
Que todos colaboren en el cuidado de la creación
“El desafío urgente de proteger nuestra casa común – se lee en la
encíclica Laudato si’ – incluye la preocupación de unir a toda
la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues
sabemos que las cosas pueden cambiar. El Creador no nos abandona, nunca hizo
marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La
humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa
común”.
“Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo
sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta”
“Necesitamos – se lee también en la encíclica – una conversación que nos
una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos
interesan y nos impactan a todos”.
“Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios
para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus
iniciativas y sus capacidades”
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