Vida Humana | Michele Raviart/VN
La "nueva ruta de humanidad" trazada por el Papa
para los refugiados
Presentada
la colección de discursos que Francisco dirigió a los trabajadores del Centro
Astalli del Servicio Jesuita a Refugiados durante sus diez años de Pontificado.
Padre Sosa: una atención constante a los que se presentan sin nada. Padre Ripamonti:
cada vida perdida es una tragedia. Recordar a estas personas es el primer paso
para volver a ponerlas en el centro.
Servir,
acompañar, defender. Estos son los tres objetivos del Centro Astalli, la rama
italiana del Servicio Jesuita a Refugiados, que acoge a migrantes desde 1981 y
que en un año responde a las necesidades de unas 20.000 personas, la mitad de
ellas en la ciudad de Roma. En la década de Pontificado que acaba de
celebrarse, el Papa Francisco ha subrayado a menudo su compromiso de vivir
concretamente estas tres palabras, ya que se dirigen "a personas
despojadas de todo poder, de toda seguridad, a menudo de toda relación familiar
o simplemente humana, en una palabra: de toda dignidad".
Padre
Sosa: los migrantes no son una catástrofe natural
El
padre Arturo Sosa, Superior General de los jesuitas, lo recuerda en la
introducción del pequeño libro "Una nueva ruta de humanidad. El Papa
Francisco a los refugiados", que recoge las palabras que el Pontífice ha
dirigido a los operadores y huéspedes del Centro Astalli desde su visita el 10
de septiembre de 2013. El padre Sosa
agradece al Papa "la atención expresada constantemente en apoyo de los
refugiados". "No son un desastre natural", escribe, y reitera
cómo Francisco es "casi el único" que denuncia algunas de las causas
de las migraciones, como el colonialismo económico o el comercio de armas.
Un
recurso y no un problema
El
Papa Francisco a lo largo de los años recibió a miembros del Servicio Jesuita a
Refugiados (SJR) en 2015 y les escribió una carta en 2020, mientras que envió
otras dos misivas dirigidas directamente al Centro Astalli en 2019 y 2021.
"En estos discursos", explica el padre Camillo Ripamonti, presidente
del Centro Astalli, "el hilo conductor es ciertamente reconducirlo todo a
la relación con las personas, y con los refugiados en particular, que en estos
tiempos son considerados cada vez más o como objetos o como números".
"Lo que el Papa nos recuerda, revirtiendo lo que es el imaginario
colectivo de estos años, es que las migraciones no deben ser consideradas
simplemente como un problema que hay que resolver, sino como una riqueza que
hay que valorizar", reitera el padre Ripamonti, y "esto es un poco la
trayectoria que nos da y que sirve para construir después el futuro".
Cada
vida perdida es un drama
En
los últimos días, la cuestión migratoria ha vuelto al centro del debate
público, sobre todo en Italia tras el naufragio en Cutro el 26 de febrero -el
número de víctimas asciende ya a 81-, los hotspots en Lampedusa llenos como
nunca y las continuas incertidumbres sobre quién es responsable de los
rescates. "Cada vida que se pierde es un drama, sobre todo cuando estas
vidas son las de niños que tienen su futuro por delante", reitera el presidente
del Centro Astalli, "no olvidemos a estas personas. No fingir que estas
tragedias no existen es un primer paso para empezar a volver a poner en el
centro a los migrantes y su futuro con nosotros".
Migraciones,
cambio climático y religiones
La
ocasión para la presentación de la colección de discursos del Papa Francisco en
el Centro Astalli fue el seminario para profesores "la crisis climática
entre las guerras y la movilidad humana: una lectura interreligiosa", en
el que se destacó el papel del cambio climático en las migraciones y el papel
de las religiones del mundo a la hora de abordar estos procesos, basándose en
lo expuesto en la Declaración de Abu Dhabi sobre la fraternidad humana y en la
encíclica del Papa Francisco Fratelli tutti. El padre Giulio Albanese,
periodista misionero y director de la Oficina para las Comunicaciones Sociales
del Vicariato de Roma, recordó dos crisis opuestas que azotan África y de las
que se habla poco en los medios de comunicación: la sequía en el norte de Kenia
y las inundaciones en Malawi. A continuación, el periodista Riccardo Cristiano
recordó que Oriente Medio corre el riesgo de quedarse sin agua en 2020 y las
consecuencias medioambientales de los proyectos de ampliación del Bósforo.
"La ecología es crucial", recordó el imán Nader Akkad, de la Gran
Mezquita de Roma, y "no está dicho que el hombre pueda heredar la
tierra". En este sentido, el papel educativo decisivo es el de custodiar
la creación, como Dios se lo confió a Abraham. En este sentido, las religiones deben
también trabajar juntas a través de la "diplomacia de la
misericordia" indicada por Francisco.
Publicado
por Vatican News
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