Vida Religiosa | Paolo Ondarza
El Papa a las
consagradas: sean generadoras de esperanza
Caminar juntos, aprovechando la
inagotable riqueza del Evangelio que rompe los esquemas y sembrando esperanza.
El Papa recibe a la Unión de Superioras Mayores de Italia y las exhorta a ser
constructoras del Reino de Dios, en comunión con las demás realidades
eclesiales sin perder la alegrÃa, la audacia y la entrega llena de esperanza
Una invitación a caminar juntos
en la Iglesia, volviendo siempre al Evangelio para encontrar nuevos caminos y
palabras para el mundo actual. El Papa lo dirige a las cerca de 300
participantes en la 70ª Asamblea General de la Unión de Superioras Mayores de
Italia (USMI) sobre el tema "En camino sinodal, mujeres testigos del
Resucitado", recibidas en la Sala Clementina. A las religiosas Francisco
les pide que sean generadoras de esperanza, fermento de Dios en medio de la
humanidad. "Si una consagrada no da testimonio del Resucitado", según
el PontÃfice, "ahà termina su vida".
Nuevos
caminos para el mundo actual
Las mujeres fueron los primeros
testigos de la Resurrección. Ellas son el modelo de discÃpulas al que mirar
porque -explica Francisco- nos recuerdan "que si tenemos el coraje de
recuperar la frescura original del Evangelio, surgen nuevos caminos, surgen
métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras
cargadas de renovado significado para el mundo actual".
Jesucristo también puede romper
los esquemas aburridos en los que pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su
constante creatividad divina. "Cristo es el 'Evangelio eterno'" y
"su riqueza y belleza son inagotables":
Vayan
siempre con coraje, busquen al Señor, lo que nos dice hoy; no lo que nos dijo
ayer. Es verdad que cada una de ustedes tiene su carisma, y éste es el espÃritu
con el que quieren hacer la pregunta: con ese espÃritu de los fundadores que
ustedes tienen en el corazón, hagan hoy la pregunta: "Señor, ¿hoy qué debo
hacer? ¿Qué debemos hacer?". Y las mujeres son buenas en esto, saben crear
nuevos caminos, saben dar... son valientes.
El EspÃritu
Santo guÃa del camino sinodal
En la mañana de Pascua, la prisa
de las mujeres por anunciar la Resurrección a los discÃpulos es también un
estÃmulo para una auténtica conversión sinodal. No guardan para sà la alegrÃa,
no caminan solas "porque es propio de las mujeres ser generosas, dar vida,
abrir caminos, llamar a los demás". "La presencia de Jesús de
hecho", según el Obispo de Roma, "no nos encierra en nosotros mismos,
nos empuja al encuentro con los demás y a la decisión de caminar con los
demás". La sinodalidad es el camino maestro a seguir por la Iglesia:
No
olvidemos que el camino sinodal es el EspÃritu Santo: Él es el lÃder del camino
sinodal, Él es el protagonista. Y las mujeres, en esta dinámica, van adelante
con los pastores, aunque muchas veces ustedes no se sienten valoradas y a veces
comprendidas, están disponibles para escuchar, para encontrar, para dialogar,
para hacer proyectos juntos. El camino sinodal no es tener respuestas y tomar
decisiones: no. El camino sinodal es caminar, escuchar -¡escuchar! - escuchar y
seguir adelante. El camino sinodal no es un parlamento; el camino sinodal no es
una colección de opiniones. El camino sinodal es escuchar la vida bajo la guÃa
del EspÃritu Santo, que es el protagonista del SÃnodo. Y ustedes recorran este
camino con renovado entusiasmo, mujeres testigos del Señor resucitado.
Sembrar
esperanza, la más fuerte de las virtudes
Escuchar, mirar y tocar la
realidad, no despegarse nunca de ella y estar "en órbita", recomienda
el PontÃfice, que también apela a las Superioras Mayores de Italia a ser
sembradoras de esperanza ante las pocas vocaciones, el problema de las obras y
la necesidad de interculturalidad en la vida consagrada. "Los desafÃos
-advierte- existen para ser superados" y la esperanza es "la más
pequeña, pero la más fuerte de las y virtudes:
Seamos
realistas, pero sin perder la alegrÃa, la audacia y la entrega plena de
esperanza. Sus numerosos proyectos hablan de esta dedicación plena de
esperanza. ¡Sigan por este camino!
La
amargura, elixir del diablo
Hablando fuera de texto,
Francisco advierte contra las enfermedades de la vida consagrada, en particular
la amargura, "ese espÃritu de acidez interior" que sólo mira las
dificultades o erige "un monumento al 'pero, sin embargo', buscando
siempre lo que está mal". "La amargura", de hecho, según el
Papa, "es el licor del diablo" y es la antÃtesis de la esperanza.
Cuando se
cultiva el vinagre en lugar de azúcar, algo no funciona. La amargura, la acidez
del corazón, hace mucho mal. Por favor, cuando vean que en una comunidad alguna
hermana está en esto, ayúdenla a salir de esta situación; ayúdenla a salir de
la situación de la gente melancólica que siempre piensa: "Pero, otros
tiempos eran mejores, las cosas no van, que aquÃ, que allá...". Este es el
elixir del diablo, esta amargura, licor de amargura. Por favor, nada de esto,
solo dejemos que el EspÃritu nos dé esta dulzura, que es una dulzura
espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...