Papa Francisco | Salvatore Cernuzio/VN
El Papa: Se gasta dinero en armas y no en alimentos
Francisco
reanudó la audiencia general tras la cancelación de la anterior para facilitar
la recuperación postoperatoria. La catequesis está dedicada a la santa
australiana Mary MacKillop, que se dedicó a la educación de los pobres:
"Su objetivo era el crecimiento humano y no llenar la cabeza de
ideas".
Es
casi una ecuación: "No hay santidad si de un modo u otro no se atiende a
los pobres, a los necesitados, a los que están un poco al margen de la
sociedad". Y en un mundo como el de hoy, herido por las guerras y la
violencia, esta advertencia se aplica aún más: "El dinero se gasta en
hacer armas, y no en producir alimentos".
El
Papa Francisco vuelve a la Plaza de San Pedro para la audiencia general de los
miércoles: la primera después de la operación del 7 de junio (la del 21 de
junio habÃa sido cancelada para facilitar la recuperación del PontÃfice), la
última antes de la pausa estival de julio.
Recibido
con aplausos, el Papa hizo el recorrido habitual en el Papamóvil, permitiendo
incluso subir a bordo a algunos niños. Después, tras llegar al palco de la
Parvis, dirige unas palabras con sus propias palabras a los numerosos fieles
congregados a pesar del bochorno: "Hoy tenemos que ser un poco pacientes,
con este calor.... Y gracias por venir, con este calor, con este sol. Muchas
gracias por su visita".
El
celo de Mary MacKillop
La
catequesis continúa el ciclo inaugurado el mes pasado sobre el tema del
"celo apostólico", centrado hasta ahora en figuras
"ejemplares" de hombres y mujeres de todos los tiempos y lugares que
han dado su vida por el Evangelio. Y después del misionero jesuita Matteo
Ricci, del mártir coreano san Andrés Kim Tae-gon y de santa Teresa de Lisieux,
la reflexión de hoy del Papa está enteramente dedicada a Mary MacKillop
(1842-1909), santa australiana, fundadora de las Hermanas de San José del
Sagrado Corazón, comprometida toda su vida en la formación intelectual y
religiosa de los pobres de la Australia rural. Ejemplo, sobre todo, de una
educación orientada al "crecimiento humano y espiritual" de los
alumnos y no a "llenarles la cabeza de ideas". Una visión, la de la
santa, "plenamente actual hoy, cuando sentimos la necesidad de un 'pacto
educativo' capaz de unir a las familias, a las escuelas y a toda la
sociedad", subrayó el PontÃfice.
La
educación, 'una gran forma de evangelización'
Mary
MacKillop, afirma, es uno de los "abundantes frutos" que tantos
emigrantes europeos han traÃdo a las numerosas islas, grandes y pequeñas, de
OceanÃa. Nacida cerca de Melbourne, hija de emigrantes escoceses, de joven
sintió la llamada de Dios "a servirle y a testimoniarle no sólo con
palabras", sino sobre todo con su vida: "MarÃa estaba convencida de
que ella misma era enviada a difundir la Buena Nueva y a atraer a los demás al
encuentro con el Dios vivo", dice el Papa Francisco. Esta vocación se
concretó en su servicio a la educación de los jóvenes, "consciente de que
la educación católica es una forma de evangelización". "Es una gran
forma de evangelización", subraya el Papa.
Si
podemos decir que "todo santo es una misión; es un proyecto del Padre para
reflejar y encarnar, en un momento determinado de la historia, un aspecto del
Evangelio", Mary MacKillop lo ha sido especialmente a través de la
fundación de escuelas.
Los
pobres protagonistas
En
particular, su celo por el Evangelio consistÃa en ocuparse de los pobres y
marginados: "Y esto -señala el Papa- es muy importante: en el camino de la
santidad, que es el camino cristiano, los pobres, los marginados son
protagonistas y una persona no puede avanzar en la santidad si no se dedica
también a ellos, de una manera o de otra. Pero son la presencia del Señor, los
que necesitan la ayuda del Señor".
Una
vez leà una frase que me impactó; decÃa asÃ: "El protagonista de la
historia es el mendigo: ellos son los que llaman la atención sobre esta gran
injusticia, que es la gran pobreza en el mundo. El dinero se gasta en hacer
armas, no en producir alimentos. Y no lo olvidéis: no hay santidad si de un
modo u otro no se atiende a los pobres, a los necesitados, a los que están un
poco al margen de la sociedad".
La
educación no consiste en llenarse la cabeza de ideas
La
misma conciencia impulsó a Mary MacKillop a "ir donde otros no querÃan o
no podÃan ir". El 19 de marzo de 1866, dÃa de San José, abrió la primera
escuela en un pequeño suburbio del sur de Australia. Siguieron muchas otras que
ella y sus hermanas fundaron en comunidades rurales de Australia y Nueva Zelanda.
"El celo apostólico es asÃ: multiplica las obras", señaló el Papa.
"Mary MacKillop estaba convencida de que la finalidad de la educación es
el desarrollo integral de la persona como individuo y como miembro de la
comunidad; y que esto requiere sabidurÃa, paciencia y caridad por parte de cada
maestro".
“La
educación, en efecto, no consiste en llenar la cabeza de ideas, sino en
acompañar y animar a los alumnos en el camino del crecimiento humano y
espiritual, mostrándoles cómo la amistad con Jesús resucitado ensancha el
corazón y hace la vida más humana. Educar y ayudar a pensar bien, a sentir bien
(el lenguaje del corazón) y a hacer bien (el lenguaje de las manos). Esta
visión es plenamente actual hoy, cuando sentimos la necesidad de un "pacto
educativo" capaz de unir a las familias, a las escuelas y a toda la
sociedad.”
Rechazo
y oposición
No
sólo entre los jóvenes, sino también entre los pobres, Mary MacKillop emprendió
otras obras de caridad, empezando por la "Casa de la Providencia",
abierta en Adelaida para acoger a ancianos y jóvenes abandonados. "Mary
tenÃa mucha fe en la Providencia de Dios: siempre confiaba en que en cualquier
situación Dios provee. Pero esto no la libraba de las angustias y dificultades
derivadas de su apostolado". TenÃa buenas razones para ello, observa
Francisco: "TenÃa que pagar las facturas, tratar con los obispos y
sacerdotes locales, gestionar las escuelas y ocuparse de la formación
profesional y espiritual de sus Hermanas; y, más tarde, problemas de salud. Sin
embargo, a pesar de todo, mantuvo la calma, cargando pacientemente con la cruz
que forma parte integrante de la misión".
El
santo 'no se rindió en tiempos de prueba y oscuridad': 'Todos los santos han
tenido oposición, incluso dentro de la Iglesia. Es curioso. Y ella también la
tuvo", dice el Papa. Incluso "cuando su alegrÃa se vio empañada por
la oposición y el rechazo", MacKillop seguÃa convencida de que el Señor
"pronto responderÃa a su grito y la rodearÃa de su gracia".
"Este es el secreto del celo apostólico", señala el Papa Francisco.
Ejemplo
para padres, profesores, catequistas
Que
su ejemplo hable a los creyentes de hoy: "El discipulado misionero de
Santa Mary MacKillop, su respuesta creativa a las necesidades de la Iglesia de
su tiempo, su compromiso en la formación integral de los jóvenes nos inspira
hoy a todos nosotros, llamados a ser fermento del Evangelio en nuestras
sociedades en rápida transformación", es el deseo del PontÃfice.
“Que
su ejemplo y su intercesión sostengan el trabajo cotidiano de padres, maestros,
catequistas y de todos los educadores, por el bien de los jóvenes y por un
futuro más humano y esperanzador”.
Publicado
por Vatican News
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