Papa Francisco | Salvatore Cernuzio/VN
El Papa: Curar de las heridas entre los cristianos, avanzar
juntos hacia la unidad
Francisco
recibió en audiencia a Baselios Marthoma Mathews III, Catolicós de la Iglesia
ortodoxa siro malankar, por primera vez en el Vaticano desde su elección en
2021. En su discurso, el PontÃfice recuerda la evolución de las relaciones
recÃprocas, elogia el trabajo de "ecumenismo pastoral" traducido en acuerdos
y decisiones conjuntas y la participación de un delegado en el próximo SÃnodo:
"Podemos aprender mucho de la experiencia sinodal de vuestra
Iglesia".
El
Papa Francisco mira al pasado, es decir, a las "divisiones que se han
producido en el curso de la historia entre nosotros los cristianos... laceraciones dolorosas infligidas al Cuerpo
de Cristo que es la Iglesia", para indicar el camino a seguir para el
futuro, es decir, el de la unidad eucarÃstica con las Iglesias hermanas:
"Si juntamos la mano en estas heridas... podremos acelerar el dÃa tan
esperado en el que, con su ayuda, celebraremos el misterio pascual en el mismo
altar".
Francisco
recibe a Baselios Marthoma Mathews III, Catolicós de Oriente y metropolitano de
la Iglesia ortodoxa siro malankar. Se trata del primer encuentro oficial en el
Vaticano del Catolicós elegido en 2021, que cae en el 10º aniversario de la
visita de su predecesor Baselios Marthoma Paulose II, y en el 40º aniversario
de la primera visita a Roma de un Catolicós ortodoxo siro-malankar.
"Hermano
esperado y amado"
Dos
aniversarios que Francisco recordó en su discurso, que abrió con un
agradecimiento a su huésped, que pronunció un saludo inicial. Francisco saludó
entonces al catolicós con palabras de bienvenida:
Quisiera
decirle, Santidad, que aquà está usted en su casa, como un Hermano esperado y
querido.
A
partir del Concilio, la historia de las relaciones mutuas
En
su discurso, el Papa hizo un recorrido por las últimas décadas en las que se
han reavivado los lazos recÃprocos: el Concilio Vaticano II, en particular, al
que la Iglesia ortodoxa sirio-malankara envió algunos observadores, inició
"el acercamiento de nuestras Iglesias, tras siglos de separación".
Siguieron el encuentro entre Pablo VI y Baselios Augen I en Bombay en 1964, la
visita de Baselios Marthoma Mathews I a Roma en 1983 y la de Juan Pablo II a la
catedral de Mar Elias en Kottayam tres años más tarde. Por último, su
"abrazo fraterno" con su predecesor inmediato Baselios Marthoma
Paulose II al comienzo de su pontificado en 2013. La audiencia de hoy, 11 de
septiembre, es por tanto un nuevo paso en la historia de las relaciones con
esta Iglesia cuyos orÃgenes, señala el Papa, se remontan a la predicación del
apóstol Tomás. Sobre su profesión, dice, se funda "nuestra fe común".
Es
esta misma fe la que celebraremos, espero juntos, en el 1700 aniversario del
primer Concilio Ecuménico, el Concilio de Nicea. Quiero que lo celebremos todos
juntos.
Las
heridas del pasado
La
fe de Santo Tomás es, sin embargo, inseparable de su experiencia de las heridas
del Cuerpo de Cristo, añade el PontÃfice. "Ahora bien, las divisiones que
se han producido a lo largo de la historia entre nosotros, los cristianos, son
laceraciones dolorosas infligidas al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
TodavÃa tocamos las consecuencias con nuestras propias manos. Pero, si juntos
metemos la mano en esas heridas, si juntos, como el Apóstol, proclamamos que
Jesús es nuestro Señor y nuestro Dios, si con corazón humilde nos confiamos
admirados a su gracia, podremos acelerar el dÃa tan esperado en que, con su
ayuda, celebraremos el misterio pascual en el mismo altar. Y que llegue
pronto...".
Los
trabajos de la Comisión mixta internacional para el diálogo
La
esperanza de la unidad eucarÃstica -ya expresada innumerables veces por el Papa
en los últimos años durante las audiencias con los representantes de las
Iglesias cristianas- procede en tres lÃneas: la oración que
"purifica", la caridad que "une" y el diálogo que
"acerca". Sobre todo, el diálogo remite a la institución de la
Comisión mixta internacional que condujo a un histórico acuerdo cristológico,
publicado en Pentecostés de 1990. Se trata, recuerda Francisco, de una
Declaración Conjunta que afirma que las diferencias terminológicas y de énfasis
que han surgido a lo largo de la historia pueden coexistir en la misma comunión
y no deben dividir, especialmente en el anuncio.
Proclamar
a Cristo une, no divide; el anuncio común de nuestro Señor evangeliza el mismo
camino ecuménico.
Ecumenismo
pastoral
Desde
la Declaración Conjunta, la Comisión se ha reunido en Kerala casi todos los
años y "ha dado buenos frutos", señala el Papa. Uno de ellos son los
acuerdos de 2010 sobre el uso común de lugares de culto y cementerios y sobre
la posibilidad de que los fieles reciban la unción de los enfermos en una u
otra Iglesia. "Bendigo a Dios por el trabajo de esta Comisión, centrada
sobre todo en la vida pastoral, porque el ecumenismo pastoral es el camino
natural hacia la plena unidad", afirma el Papa Francisco. "El ecumenismo
tiene siempre un carácter pastoral". La esperanza, en este sentido, es que
"los acuerdos pastorales entre nuestras Iglesias, que comparten la misma
herencia apostólica, puedan extenderse y aumentar, especialmente en contextos
donde los fieles se encuentran en situaciones de minorÃa o de diáspora".
El
camino de la sinodalidad
Por
último, Francisco señala otro "camino importante" a recorrer en el
camino hacia la unidad, que es el de la sinodalidad. Dice estar
"encantado" de que un delegado fraterno de la Iglesia ortodoxa siro
malankar participe en el próximo SÃnodo de octubre: "Podemos aprender
mucho de la experiencia sinodal secular de vuestra Iglesia.
El
movimiento ecuménico está contribuyendo al proceso sinodal en curso de la
Iglesia católica, y espero que el proceso sinodal pueda a su vez contribuir al
movimiento ecuménico. Sinodalidad y ecumenismo son, de hecho, dos caminos que
avanzan juntos, compartiendo el mismo objetivo, el de la comunión, que
significa un mejor testimonio de los cristianos "para que el mundo
crea". Y no olvidemos -y lo digo a los católicos- que el protagonista del
SÃnodo es el EspÃritu Santo, no nosotros".
Oración
a Santo Tomás
Al
concluir su discurso, el Papa invocó la intercesión de Santo Tomás, cuyas
reliquias se conservan en la archidiócesis de Lanciano-Ortona:
El
Señor mostró las llagas al Apóstol, cuyos ojos incrédulos se convirtieron en
creyentes: que la contemplación común del Señor crucificado y resucitado
favorezca la completa curación de nuestras heridas pasadas, para que ante
nuestros ojos, más allá de toda distancia e incomprensión, se destaque Él,
"nuestro Señor y nuestro Dios", que nos llama a reconocerle y adorarle
en torno a un único altar eucarÃstico.
El
saludo del Catolicós
Baselios
Marthoma Mathews III también habló de unidad en su saludo inicial, en el que,
citando la encÃclica Fratelli tutti, subrayó "la necesidad de unidad y
compasión en un mundo que a menudo busca la división". "Esforcémonos
juntos por tejer los hilos de la unidad y la fraternidad en el tejido de
nuestra fe compartida", dijo. También él, retejiendo los hilos de la
historia de las relaciones mutuas, "faro de esperanza para los cristianos
de todo el mundo", manifestó su aprecio por el incansable trabajo del
Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos para "promover
las relaciones bilaterales entre nuestras Iglesias". Relaciones que se han
plasmado en acuerdos, que -dijo el Catolicós- no son "simples documentos
jurÃdicos", sino "manifestaciones de nuestra común devoción a Cristo
y a su mensaje de amor".
Invitación
al Papa
"Frente
a un mundo que a veces privilegia las libertades efÃmeras con respecto a las
verdades eternas, nosotros, como lÃderes de las Iglesias cristianas
tradicionales, debemos alzar nuestra voz colectiva en defensa de los valores
morales y de los principios evangélicos", añadió. Y aseguró oraciones por
el "exitoso resultado" del SÃnodo de octubre. Por último, Baselios
Marthoma Mathews III dirigió una invitación al Papa Francisco: "Nuestras
puertas están abiertas y esperamos con impaciencia el dÃa en que podamos acoger
a Su Santidad en nuestra tierra sagrada, impregnada del legado de nuestro
apóstol patrono".
Tras
su encuentro privado con el Papa, el Catolicós visitó el Dicasterio para la
Promoción de la Unidad de los Cristianos. Ayer, 10 de septiembre, celebró en
cambio una liturgia eucarÃstica en la basÃlica de San Pablo Extramuros para los
fieles de la comunidad ortodoxa siro malankar que viven en Roma.
Publicado
por Vatican News
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