Evangelización | Carlos Pérez Laporta
Venid a mí todos los que estáis
cansados
Miércoles de la 2a
semana de Adviento / Mateo 11, 28-30
Evangelio: Mateo 11, 28-30
En aquel
tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:
«Venid a mi
todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad mi yugo
sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
encontraréis descanso. para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga
ligera».
Comentario
No nos cansa el
esfuerzo en sí; sino no alcanzar lo que con él pretendíamos. Porque los
trabajos de cada día no procuran por sí mismos el final del esfuerzo. Cada día
tenemos que volver a comenzar, y nos parece que corremos en círculos, como
Sísifo. Trabajamos un día más para sobrevivir un día más. Y así cada día.
Del mismo modo,
no nos agobian nuestros pesares en sí. Sino por no ver el mar que buscamos
cuando atrás se cierra otro. El problema no es el dolor, sino su repetición
inútil y absurda.
«Venid a mí
todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré». Nuestro descanso
no es algo. No es un estado de cosas, una situación concreta o ganar el mundo
entero. Nuestro descanso es Alguien. Detrás de todos nuestros esfuerzos y
pesares, buscamos su Rostro. Un corazón sólo puede descansar en un Corazón, en
el que toda la vida merezca la pena. Porque sólo el su amor personal puede
volver útiles todas fatigas. Todo conviene para aquellos que se aman, si pueden
llegar a encontrarse (cf. Rm 8,28). Y viene a nosotros, mientras nos dice
«venid». Vayamos, pues, a su encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...