Meditaciones | Sandy Yanilda Fermín
¡Gracias Señor!
Hay una canción
que me encanta y que dice: Gracias quiero darte, por amarme, gracias quiero
darte yo a ti, hoy soy feliz porque te
conocí, gracias por amarme a mí también. Dar gracias a Dios, es una llave que abre su mano amorosa, inclusive
en los momentos difíciles.
Por eso hoy y
siempre, hay que practicar la gratitud y no solo agradecer cuando las cosas van
bien, sino dar gracias todos los días ya que, es un regalo que nos damos a
nosotros mismos y si estamos dando gracias es porque reconocemos el poder
infinito de nuestro Señor y tal como dice el Apóstol San Pablo, “siempre debemos dar gracias a Dios en toda
circunstancia”.
Por eso hoy
demos gracias:
Gracias al señor
por el aire fresco que respiramos,
al ver la luz del nuevo día y ese hermoso sol que nos calienta.
Agradecer es, convertir la tristeza en danza.
Agradecer es,
ver que cerraste una puerta para abrirnos
la puerta del universo.
Agradecer es,
ver cómo somos luz al igual que tú
Jesús.
Agradecer es,
ver tu amor eterno cuando cantamos una
canción.
Agradecer es,
ver como el cielo conspira para nuestro
bien y nuestra tranquilidad.
Agradecer es, mantener
la llama del Espíritu Santo en nuestro día a día, él transforma nuestra vida en la medida que cultivamos este don.
Agradecer es, enfocarnos en lo positivo de nuestro
corazón.
Gracias Señor,
por todas las bendiciones que nos brindas todos los días.
Gracias Señor,
porque en medio de las dificultades nos invitas a admirar tu gloria.
Gracias Señor,
porque después de la tormenta, vemos un nuevo amanecer, donde reconocemos la bondad
y la fidelidad de Dios.
Agradecer es, inspirar a otros a buscar esa paz,
la cual no se puede explicar humanamente.
Las acciones de
gracias son, presentar nuestras oraciones
a Dios con gratitud y por lo que nos ha puesto en el camino.
Gracias por la
belleza de la creación. Gracias por la
luna y las estrellas que nos iluminan y nos recuerdan tu sabiduría.
Gracias por las huellas que dejas en la naturaleza.
Gracias por la risa con los amigos y por aquellos que nos animan.
Agradecer es,
ir viendo esos pequeños milagros, los
cuales son parte de las maravillas que Dios va haciendo en nosotros.
Agradecer es, sentir los rayos del sol, que
atraviesan nuestra alma al ver la lluvia caer en un atardecer.
Agradecer es,
ir viendo como Dios hila nuestras vidas
de una manera sorprendente, al trazar el plan perfecto para cada uno de
nosotros.
Agradecer es,
ver la protección que Dios irradia, al
ir delante de nosotros, y saber que no estamos solos, ya que su mirada suave y apacible nos guía.
Agradecer es,
ver los ojos de Dios en lo que hemos recibido, principalmente en sus provisiones.
Agradecer es,
ver como nuestras preocupaciones se
disipan y es una manera de alabanza a Dios.
Agradecer es
cultivar nuestros gritos de alegría en bendición para el alma.
Agradecer es,
sentir la intercesión de tu madre María
a través de una oración que hicimos con una intención, donde nos dejaste sin
estupor, al ver cuál era tu misión.
Hoy te
pregunto: ¿Por cuáles cosas quieres
agradecer hoy? ¿Cuáles son esas bendiciones por las que quieres agradecer a
nuestro Dios?
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