Meditaciones | Sandy Yanilda Fermín
Mi
familia es…
El mes de noviembre
es conmemorado como el Mes de la Familia en nuestro país, sin embargo, todos
sabemos que la familia es un pedacito de cielo regalado por Dios. Es donde el
tiempo se detiene para vivir los mejores años de nuestras vidas. Es la escalera
donde decides subir un peldaño cada día al besar a tu hijo, pedir la bendición
a tus padres, y ver con ojos de alegría a tus hermanos.
Y hablando
de familia, en nuestra capilla Santísimo Sacramento, tuvimos el honor de que familias
ejemplares de la comunidad, participaran cada domingo en nuestra celebración
Eucarística, poniendo a Jesús en el centro de sus vidas, tal como lo expresan
en los siguientes testimonios de fe:
Familia
Beltrán
Mi familia
es un don divino, es como un rompecabezas formado por varias piezas, todas
diferentes, y al reunirlas forman una obra de arte asombrosa. Mi familia está
formada por 10 miembros, Papá, Mamá y ocho retoños, ver sus edades, sus caracteres,
gustos y emociones diferentes, cada uno con su peculiar forma de ser, eso es lo
esencial y mágico que nos complementa.
Cuando
estamos todos juntos, es ley de vida mandar a hacer silencio, querer hablar
todos juntos. El bullicio que nunca falta, eso nos caracteriza y hace que
seamos una familia que no pasa desapercibida.
Hace que
cada día, sea una inspiración para vivir y luchar, hacen que el cansancio del
trabajo tenga sentido, cada uno de nuestros hijos, nos da a diario un
aprendizaje nuevo, una alegría nueva y una esperanza nueva, de que se puede
lograr el amor, el respeto y la tolerancia en la familia.
María
Elizabeth Díaz Ferreira
Familia Valenzuela
Mi familia
es “El lugar donde todo inicia y el amor nunca termina”. Es mi lugar seguro, mi
fuente de amor, mi alegría, es donde nos complementamos, es el regalo más
preciado que Dios me ha brindado. Con unos padres valiosos, que, en medio de
sus dificultades, han sabido darnos lo mejor, y nos criaron con la capacidad de
saber que somos uno y que, aunque no estemos de acuerdo, debemos estar unidos.
Mi familia
es la base donde se han sembrado los pilares para ser lo que soy, una mujer
luchadora, creyente de Dios y sabiendo que lo más valioso que se tiene es, ser
un buen ser humano.
Agradezco
tanto a Dios por la oportunidad que me dio de pertenecer a esta familia. Mi
fuente de paz y de amor. Siempre estaré agradecida por mi familia.
Elizabeth
Valenzuela
Familia
Hernández
Cuando Sandy
me habló para que hiciera un escrito sobre nuestra familia, me surgió una
pregunta ¿Y qué escribo? Pues mi preocupación era que, a lo mejor, yo
escribiera algo desde mi punto de vista y mis hijos o mi esposo no tuvieran el
mismo sentir. Pero entonces pensé, que
la manera más fácil y real de hacerla, era decirle a cada uno de los miembros
de la familia, que escribieran en un papel, ¿cómo perciben ellos a nuestra
familia?, que lo hicieran de la manera más simple y sincera.
Luego de sus
opiniones podemos decir que nuestra familia es, singular, divertida, cada uno
tiene una personalidad tan distinta, pero, aunque somos diferentes, nos
divertimos juntos, somos un equipo. Pues
cuando alguno tiene una necesidad, ahí si somos iguales, pues estamos todos
para el que nos necesita, de una manera tan espontánea y genuina como solo
nosotros sabemos hacerlo.
Mi hijo Eric
por ejemplo escribió que su familia es, una familia muy unida con una madre
sobreprotectora, así fue como me definió, y a lo mejor tiene razón y no sé
hasta qué punto sea bueno, pero siempre trato de advertirles el peligro, antes
de que ocurra, pues las madres tenemos un sexto sentido.
Siempre
relajo con ellos y les digo que hagan lo correcto. Tengo la dicha, que Dios de
alguna manera, me enseña las cosas antes de que ocurran y así pueda tomar acción. Y el secreto está en que Dios me bendijo con
una familia numerosa y cuando algunas de mis hermanas se enteran de algo, los
corrigen como si fuera yo, y luego que llegan a la casa mi esposo y yo también
los corregimos.
Aunque
gracias a Dios nuestros hijos son muy respetuosos y obedientes, aunque no
entiendan nuestra decisión en el momento, en el fondo saben que lo hacemos por
su bien y se quedan tranquilos.
Desde
pequeños les hemos enseñado el amor y temor a Dios, y en estos tiempos tan
difíciles que estamos viviendo, debemos enseñarlos a buscar de Dios, que sea El
que selle su entrada y su salida con su preciosa sangre, porque hay muchos
peligros en las calles.
María Teresa
Hernández
Espero que,
al ver estos hermosos testimonios de fe, podemos darnos cuenta de que nuestra familia
es sagrada. Es donde esos valores y creencias religiosas, nos han transmitido
de generación en generación, siempre imitando la sagrada familia de Nazaret.
Es esa fuente
de apoyo, donde nos brindamos consuelo en los momentos de dolor. Es conectarnos
todos los días, para recordar anécdotas y vivencias que nos traen alegría. Es
celebrar cada festividad principalmente Navidad, la cual nos trae nostalgia y
felicidad. Es donde practicamos la oración, la lectura y hasta una canción, por
eso hoy demos gracias a Dios y bendigamos a nuestras familias dominicanas y las
del mundo entero:
¡Bendecid la
familia! Amén ¡Bendecid la familia y la mía también!
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