Diálogo Interreligioso | VN
«Creemos en un solo Dios»,
60 años de camino entre metodistas y católicos
La Librería
Editora Vaticana ha publicado el nuevo volumen, dentro de la colección
ecuménica «Ut unum sint», de la Iglesia católica y del Consejo Metodista
Mundial, que ilustra los avances de las últimas décadas hacia la plena unidad
visible. Se destacan las numerosas convicciones compartidas y la «notable
convergencia» sobre la cuestión de la Eucaristía, así como las diferencias que
persisten en la perspectiva sobre la fe trinitaria y la naturaleza y misión de
la Iglesia.
"Creemos
en un solo Dios" es el título de la nueva publicación de la Iglesia
católica y del Consejo Metodista Mundial, que ilustra los avances logrados en
las últimas seis décadas hacia la plena unidad visible entre las dos comuniones
cristianas mundiales. El volumen ha sido publicado por la Librería Editora
Vaticana dentro de la colección ecuménica Ut unum sint, creada por el
Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos en colaboración con
la LEV, con el fin de difundir ensayos y documentos ecuménicos y promover así
el conocimiento mutuo, la reflexión teológica y el acercamiento entre los
cristianos.
Los informes de la Comisión Conjunta
Precisamente
desde esta perspectiva, Creemos en un solo Dios recoge los resultados de once
informes elaborados por la Comisión Internacional Metodista-Católico Romana
(MERCIC) desde el inicio de su diálogo formal en 1967. Estos informes, que
llevan el nombre de las ciudades en las que se presentaron a la Conferencia
Metodista Mundial, exploran temas como el Bautismo, la santidad, la Escritura y
la tradición, la Eucaristía, la naturaleza y la misión de la Iglesia y la
invitación a la comunión visible.
El texto ha
sido redactado por la comisión conjunta con el apoyo del Dicasterio para la
Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Oficina Ecuménica Metodista de
Roma. Los autores definen el volumen como «un documento de esperanza» y «una
invitación a una comunión más profunda». Y no solo eso: en el año en que los
cristianos celebran el 1700 aniversario del Concilio de Nicea —el primer
intento de alcanzar un consenso entre las primeras comunidades cristianas—, la
publicación se concibe como «un regalo a todas las Iglesias, para que afirmen
su fe en el Dios Uno y Trino y reflexionen sobre las próximas etapas de la
búsqueda de la unidad de los cristianos».
El prefacio de los copresidentes
En el
prefacio, los copresidentes de la Comisión Conjunta (el reverendo Edgardo
Colón-Emeric, decano de la Duke Divinity School en Estados Unidos, y monseñor
Shane Mackinlay, arzobispo de Brisbane, en Australia) subrayan que se han
tenido en cuenta «todos los elementos del Credo Niceno», lo que «ha permitido
presentar una síntesis completa de nuestra fe cristiana compartida». «Damos
gracias por que, durante casi seis décadas de diálogo, reflexionando juntos
sobre Dios, la Revelación, la Redención, la Iglesia y la vida cristiana,
católicos y metodistas hayan identificado una clara convergencia en la
comprensión de la fe que profesamos juntos en el Credo Niceno», afirman los dos
copresidentes.
«El Concilio
de Nicea y su profesión de fe en el Dios Uno y Trino fue el primer y más
significativo intento en la historia del cristianismo de alcanzar un consenso
entre cristianos de diferentes procedencias sobre los principios esenciales de
la fe cristiana», escriben además, alegrándose por la ceremonia de
conmemoración del 1700 aniversario del Concilio de Nicea que tuvo lugar el
pasado 28 de noviembre en Iznik, en Turquía, con el Papa León XIV y el
Patriarca de Constantinopla, Bartolomé.
Promover el respeto y la confianza mutuos
Para
comprender el diálogo entre metodistas y católicos, subraya una nota de
presentación de la publicación, es fundamental el hecho de que no existe una
historia de separación formal entre estas dos Iglesias, ya que el metodismo
tiene sus orígenes como movimiento de renacimiento dentro de la Iglesia de
Inglaterra a mediados del siglo XVIII. Sin embargo, como revelan las casi 90
páginas del volumen, «la división es real» y requiere «la sanación de los
recuerdos, el reconocimiento de los agravios del pasado y la revisión de las
historias para honrar a las víctimas y promover el respeto y la confianza
mutuos».
El lenguaje de
Creemos en un solo Dios trata de hacer precisamente eso, exponiendo claramente
las numerosas creencias compartidas, así como las diferencias de perspectiva
que persisten sobre la fe trinitaria, la naturaleza y la misión de la Iglesia y
los fundamentos para vivir una vida cristiana santa. Aunque no rehúyen las
difíciles cuestiones doctrinales, sobre los sacramentos o las estructuras de
autoridad y toma de decisiones, los autores subrayan que «tenemos mucho que
aprender de las estructuras de supervisión mutua».
Durante el
diálogo, la Comisión —se lee aún en el prefacio— «confirmó que el consenso
entre metodistas y católicos sobre el fundamento de la fe y la fuente de
nuestra salvación supera con creces nuestras divergencias restantes sobre
cuestiones relativas a los medios de la gracia salvífica en la vida y la
práctica de nuestras respectivas comuniones. Aunque también en este caso hemos
logrado grandes avances hacia el entendimiento y el acuerdo mutuos».
La Eucaristía y otras cuestiones
Más
concretamente, sobre la cuestión central de la Eucaristía, en el volumen se
señala que ha habido una «notable convergencia» con los metodistas, que cada
vez más «reconocen que la Mesa del Señor pertenece a la plenitud del culto
cristiano, mientras que los católicos aprecian la importancia fundamental de la
predicación de la Palabra». Es significativo que se reitere que tanto los
metodistas como los católicos «se acogen mutuamente para participar en sus
celebraciones eucarísticas» y, aunque no están de acuerdo en la admisión a la
Santa Comunión, animan a los creyentes «a hacer el máximo uso de las
disposiciones de su legislación ecuménica».
Otras
cuestiones, como la ordenación de las mujeres, el matrimonio entre personas del
mismo sexo, la anticoncepción y el aborto, se plantean de manera ponderada,
destacando la necesidad de seguir estudiando para encontrar caminos hacia un
consenso más profundo. Al reafirmar el diálogo y reiterar «la confianza en la
providencial guía de Dios», la nueva publicación ofrece una síntesis de los
frutos de los últimos 60 años, al tiempo que ofrece importantes señales de
esperanza para el futuro del camino ecuménico.
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