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    lunes, 2 de abril de 2018

    Queremos descentralizar, mayor participación

    Entrevista / Redacción ADH


    “Los males que afectan a nuestro pueblo nos afectan a nosotros”  
    Padre Abraham Apolinario, Vicario General:
    “Queremos descentralizar, permitir una mayor participación”  

    El padre Abraham Apolinario es el Vicario General de la Arquidiócesis de Santo Domingo, hace un año y medio. Combina su trabajo en la Vicaría con el de párroco de la Iglesia Exaltación de la Santísima Cruz, en el barrio de Villa Francisca. “Es un lugar lleno de vida y movimiento: Parque Enriquillo, Duarte con París. Mucho tránsito y 26 paradas de autobuses, que vienen y parten hacia muchos pueblos del país. La Guardería San Vicente de Paúl, con 250 niños menores de 4 años, que dirigen con gran eficacia las Hijas de la Altagracia”. Le hemos planteado muchas cuestiones y en el conjunto de sus respuestas, nos da una clara y rápida visión del proceso que vive la Arquidiócesis de Santo Domingo.

    ADH: ¿Cuáles tareas realizas como Vicario General?
    AA: Como Vicario General tengo que intervenir en la gestión de la Arquidiócesis y relacionarme con los responsables de la Pastoral. Tengo apenas un año y medio en esta tarea.
    ADH: ¿Cómo se articula tu servicio en el conjunto de la Iglesia arquidiocesana?
    AA: En este momento la articulación mayor se realiza a través de las Vicarías Territoriales, al frente de las cuales hay un Obispo Auxiliar. Pronto entrarán a jugar un papel importante los Vicarios de Pastoral Adjuntos, que llevarán las tareas pastorales en coordinación con el Vicario de Pastoral de la Arquidiócesis.
    ADH: ¿Qué te anima y desafía en este servicio actual?
    AA: Mi mayor reto ha sido estar en una Oficina y participando de tantas reuniones. He sido pastor de comunidades barriales y allí las cosas eran más sencillas y directas.
    Me anima encontrarme con mucha gente y ver de cerca el valioso trabajo que realizan muchos sacerdotes y consagrados en lugares ocultos y en la discreción. Me edifica el testimonio de tanta gente entregada por el Evangelio y su causa.
    ADH: ¿Puedes mencionar alguna experiencia que te haya marcado en este servicio?
    AA: La celebración de las Bodas de Oro del padre Jesús Jordan MSSCC, de la Parroquia Santa Rosa de Lima, en marzo del año pasado. Este anciano sacerdote mantiene viva una comunidad, donde goza del respeto y cariño de la gente. A pesar de su edad, es un ejemplo a imitar y una fuente de esperanza para nuestra Iglesia. Su testimonio sacerdotal me alienta y me anima.


    Vitalidad de la Iglesia
    ADH: La Iglesia dominicana experimenta cambios evidentes de cara al futuro, ¿Qué repercusión tendrá para su vida y misión?
    AA: A la Iglesia Dominicana le está ayudando el Plan Nacional de Pastoral, que nos anima a participar cada vez más en las parroquias. Los laicos están asumiendo una mayor responsabilidad en las tareas de evangelización y participación social.
    Otra esperanza es el Diaconado Permanente. De esta experiencia pienso que podemos esperar que la Iglesia pueda dar los pasos necesarios, para asegurar la Celebración de la Eucaristía a la Comunidad.
    ADH: Las nuevas estructuras, ¿aseguran un mejor servicio de la Iglesia?
    AA: Depende de cómo se organicen las Vicarías Territoriales. El deseo del arzobispo de Santo Domingo es descentralizar, para permitir una mayor participación de la gente en la vida de la Iglesia.
    ADH: ¿Cuáles signos positivos indican lo que nuestra Iglesia quiere ser?
    AA: Nuestra Iglesia está empeñada en la Justicia Social y en la transparencia. Nos duele la corrupción y la impunidad y es bueno que nos duela. En muchos veo una mayor acogida del haitiano y un deseo de que se le trate como a un ser humano, esto a pesar de la fuerte propaganda que existe, de la cual muchos católicos no están inmunes.

    Perspectivas de cara al futuro
    ADH: Si miraras la Iglesia, digamos desde finales del siglo XX, ¿qué avances hemos alcanzado?
    AA: La llegada del Papa Francisco ha sido una brisa fresca para la Iglesia. Nos anima a una mayor autenticidad y transparencia. Al interior de la Iglesia se siente un deseo de renovación y vuelta al Evangelio. Eso nos llena de esperanza, lo cual es muy cristiano.
    ADH: Y en esta etapa del Plan Pastoral, ¿cuáles metas deberíamos alcanzar?
    AA: Debemos seguir insistiendo en una mayor cercanía de los pastores con el Pueblo de Dios, una mayor formación política de nuestra gente, para que no sigan en la ingenuidad y en participar del clientelismo de los partidos, en el cual hay muchos católicos involucrados.
    Debemos seguirnos formando en una lectura de la Palabra que nos relacione con la Vida y en una defensa de la vida en todas sus formas.
    Otra meta a conseguir en estos años es motivar a nuestros jóvenes a asumir la vida consagrada, tanto de la vida religiosa femenina, como al sacerdocio. Presentar el desafío de una entrega total y libre al Señor.
    ADH: ¿Camina la Iglesia dominicana en sintonía con el pontificado de Francisco?
    AA: Hay elementos del Papa Francisco que ya eran parte de la vida de la Iglesia Dominicana, como la vida comunitaria, la sencillez de la mayoría de nuestros pastores y nuestros consagrados. Nos falta avanzar en el tema profético, del que tanto testimonio tuvimos en décadas anteriores.
    ADH: ¿Qué debe mejorar la Iglesia ante las nuevas “cuestiones sociales”?
    AA: Laicos mejor formados políticamente, programas de formación política para nuestra gente y que nuestros pastores utilicen un lenguaje más sencillo en sus homilías y sus mensajes escritos.
    ADH: ¿Se esfuerza para ser más comunitaria, más laical, más pueblo de Dios?
    AA: Se ha revalorizado la participación comunitaria con el Plan de Pastoral y las Misiones Populares.
    ADH: ¿Cuáles desafíos tienen obispos y sacerdotes para su servicio eclesial?
    AA: El lenguaje popular no es sinónimo del lenguaje vulgar, como algunos piensan. Es un lenguaje directo, simple, creativo, inculturado, cercano a la vida de los más pequeños, que usa las parábolas, los cuentos, los refranes y sobre todo el Evangelio. Nuestros pastores tienen buena intención, pero hablan en otro idioma y la gente no los entiende.
    ADH: ¿Cuál es tu visión sobre la relación Iglesia-Estado?
    AA: La relación con el estado debe ser libre y debe ser institucional. Debemos conseguir un reconocimiento por la labor social por lo que hacemos y no porque somos católicos. La Iglesia Dominicana está comprometida con la Educación y la Salud, el Estado debe reconocer este servicio  y aportar los fondos para esta labor.
    Son los católicos quienes deben crear y mantener las Instituciones de la Iglesia, como los Seminarios y las Parroquias. Ojalá llegue un día en que no tengamos que mendigar lo que nos toca por derecho.

    La puesta al día
    ADH: ¿Estamos preparados para una sociedad menos cristiana católica?
    AA: Hay muchos católicos que tienen temor del avance de las sectas y las Iglesias Evangélicas. La fiebre no está en la sábana. Si proponemos una comunidad auténtica, alegre y participativa, no hay nada que temer. Otra cosa es ser ingenuos e ignorar que algunos grupos que se llaman evangélicos, en realidad son meros comerciantes. Pero eso son pocos.
    ADH: ¿Acompañamos las organizaciones sociales, nuevas sensibilidades, las aspiraciones de movimientos populares, etc.?
    AA: No estamos bien preparados. Ni los laicos ni los pastores. Hace falta una formación de ese campo para todos.
    ADH: ¿Cuáles obstáculos enfrenta la Iglesia para su misión evangelizadora?
    AA: Los obstáculos que tiene la Iglesia son los mismos que tiene el pueblo dominicano: clientelismo político, corrupción, impunidad, drogas y violencia. Los males que afectan a nuestro pueblo, nos afectan a nosotros como Iglesia.

    La misión de los jóvenes
    ADH: ¿Cómo ves los jóvenes respecto a su compromiso de ser Iglesia?
    AA: Los jóvenes tienen un papel fundamental que jugar en el país y en la Iglesia. Su capacidad de riesgo y aventura, los puede llevar a comprometerse en tareas innovadoras. Hace falta creatividad para sacar adelante este país. Jesús es quien puede convencerlos de asumir una tarea protagónica. Creo en los jóvenes y espero mucho de ellos. Necesitan eso sí, ser generosos.
    ADH: ¿Puedes mencionar tres verbos que muevan nuestra labor eclesial y social?
    AA: Participar, formarse y acercarse. ADH 822




    Provincia Eclesiástica
    ·       La Arquidiócesis de Santo Domingo comprende el Distrito Nacional, las Provincias de Santo Domingo y Monte Plata con unas 3,525,366 personas.
    ·       Está integrada por 17 Zonas Pastorales, 211 Parroquias y unos 3,525 sectores parroquiales.
    ·       El Distrito Nacional está integrado por 6 Zonas Pastorales con 70 parroquias (33%) y una población total de 965,040 personas.
    ·       La Provincia de Monte Plata forma una sola Zona Pastoral con 12 Parroquias y unas 185,956 personas.

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