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Informe
UNICEF 2020
COVID-19
podría invertir progresos en la reducción de la Mortalidad Infantil
El
nuevo Informe 2020 “Niveles y Tendencias de la Mortalidad Infantil” de UNICEF
revela que la mortalidad en niños menores de cinco años se redujo en 2019 de
12,5 millones en 1990 a 5,2 millones; sin embargo, el COVID-19 podría invertir
estas décadas de progreso.
En
promedio 14,000 niños murieron cada día antes de cumplir los cinco años en
2019, en comparación con 34,000 en 1990 y 27,000 en el año 2000.
A
pesar de este alentador resultado el número de muertes de niños y jóvenes es
aún inmenso. En 2019 7.4 millones de niños, adolescentes y jóvenes murieron por
causas que pudieron ser curables o evitadas. El 70% de estas muertes de niños y
jóvenes menores de 25 años se produjeron en niños menores de cinco, o sea, 5,2
millones de muertes, confirmó Francesco Samengo, presidente de UNICEF en
Italia.
Las
investigaciones de UNICEF y la OMS informaron que el COVID-19 ha causado graves
trastornos en los servicios de salud que amenazan con frustrar décadas de
progreso trabajosamente logrados.
Las
graves interrupciones en los servicios de salud básicos debido a la pandemia
los lactantes corren un riesgo de muerte mucho mayor. La encuesta inicial
realizada en mayor de este año por la Universidad Johns Hopkins mostró que casi
6,000 niños más podían morir al día por estás interrupciones.
Las
muertes infantiles evitables han sido reducidas de gran manera en la comunidad
mundial y no se debe permitir que la pandemia de COVID-19 nos bloquee el
camino, afirmó Henrietta Fore, Directora General del UNICEF. "Cuando se
niega a los niños el acceso a los servicios de salud porque el sistema está
sobrecargado, y cuando las mujeres tienen miedo de dar a luz en el hospital por
temor a una infección, ellas también pueden convertirse en víctimas del
COVID-19. Sin una inversión inmediata para volver a poner en marcha los
sistemas y servicios de salud, millones de niños menores de cinco años,
especialmente bebés, podrían morir.
En la
actualidad, los países de todo el mundo están experimentando interrupciones en
los servicios de salud infantil y materna -como los exámenes médicos, las
vacunas y la atención prenatal y postnatal- debido a la escasez de recursos y a
la dificultad general en el uso de los servicios de salud por temor a contraer
la enfermedad COVID-19. Las intervenciones sanitarias como éstas son
esenciales para detener las muertes evitables de lactantes y niños.
Entre los
más afectados por estas interrupciones de los servicios de salud se encuentran
Afganistán, Bolivia, el Camerún, la República Centroafricana, Libia,
Madagascar, el Pakistán, el Sudán y el Yemen. Siete de estos 9 países
tenían una elevada tasa de mortalidad de menores de 5 años en 2019 de más de 50
muertes por cada 1000 nacidos vivos. En Afganistán, donde 1 de cada 17 niños
murió antes de cumplir los 5 años de edad en 2019, el Ministerio de Salud
informó acerca de una reducción significativa de las visitas a los centros de
salud, por temor a contraer el virus COVID-19.
Las
investigaciones e informes de Unicef ponen de relieve la necesidad de adoptar
medidas urgentes para restablecer y mejorar los servicios de atención prenatal
y postnatal para las madres y los recién nacidos, incluida la presencia de
personal sanitario calificado encargado de la atención de los nacimientos.
También es importante trabajar con los padres para aliviar sus miedos y
tranquilizarlos.
El
Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, exhortó a no permitir
que la pandemia de COVID-19 revierta los considerables progresos realizados
para nuestros hijos y las generaciones futuras. “Más bien, es hora de utilizar
lo que sabemos que funciona para salvar vidas y seguir invirtiendo en sistemas
de salud más fuertes y resilientes”.
Redacción
ADH /Fuente: UNICEF
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