FUNDACIÓN SALESIANA DON BOSCO | Luis Rosario
¡Lo que me da la gana!
En la primera mitad del siglo XX, nuestro
país estuvo rigurosamente gobernado. Esto trajo como consecuencia que
aprendiéramos a disciplinarnos como ciudadanos obedientes, pero a base de
técnicas inhumanas y abusos criminales que formaban parte del quehacer diario.
Hoy en día
las cosas han cambiado y la formación ciudadana ya no está basada en opresiones
injustas ni atropellos a la libertad y dignidad humana. Cada quien puede tomar
decisiones libres según sus valores e ideales, hasta el punto, en el que ya no
hay autoridad que pueda establecer una regla de vida válida para todos. Cada
quien hace lo que quiere, aun cuando las consecuencias son dañinas para sí
mismos y para la sociedad.
Hacer lo que
uno quiere significa vivir sin control, lo cual dificulta la búsqueda de
regulaciones necesarias para una vida estable, ordenada y justa. Pero claro, es
más sabroso vivir guiado por los bajos instintos, que ceñirse a unas reglas que
ponen límites a los deseos. Las leyes tienen el papel de crear ese clima de
respeto a los demás, pero muchos la pisotean y no les importa en nada las
consecuencias que sus acciones provocan.
Si nuestro
país quiere verdaderamente progresar, debe someterse a un régimen de disciplina
sana, que pueda balancear justamente los deberes y los derechos. El respeto a
la vida debe prevalecer en nuestra Constitución, superando la falta de valores
que con afán desean imponer instituciones extranjeras.
Pero, en fin,
lo bueno y lo malo bailan pegao´ y si uno se descuida, fácilmente tropieza y se
cae, haciéndose daño a sí mismo, y también a los que le rodean en la pista. Por
eso es importante sujetarse de todo aquello que contribuye a crecer en bondad y
amor, porque solamente ahí, encontraremos estabilidad.
Y es que
hacer lo que me da la gana es solamente posible cuando no hay criterios de vida
bien definidos y sin un carácter de apertura a la bondad de Dios que es quien
en definitiva está por encima de toda ley humana; ¡y Su ley es simple y se
resume en sólo una palabra, AMAR! Porque quien ama de corazón es feliz y hace
feliz a los demás. Publicado en www.listindiario.com/.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...