Pónganse la armadura de Dios

Espiritualidad | Arelis Encarnación/ADH

Pónganse la armadura de Dios

Después del Concilio Vaticano II, los católicos tenemos acceso a una serie de documentos que estaban reservados más a los teólogos, estudiosos y sacerdotes. Este concilio ecuménico de la iglesia católica fue convocado por el papa Juan XXIII y celebrado desde 1962 a 1965. Fue uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX.

Los documentos conciliares (16) son los textos oficiales aprobados y promulgados por el papa Pablo VI, quien clausuró el Concilio y que contienen enseñanzas doctrinales y morales, normas jurídicas y propuestas de actuación para los fieles de la iglesia católica. Pablo VI hizo una presentación resumida de cada documento.

Los medios de comunicación virtuales en la época actual, ponen a disposición colectiva estos y otros documentos a un clic de nosotros. Podemos ser conocedores y a la vez multiplicadores de dichos conocimientos contenidos en ellos.

Este tercer Domingo de Adviento, llamado de la alegría, la capilla San Miguel, de Manoguayabo tuvo su retiro de Adviento, allí los feligreses disfrutaron y participaron de temas como este: “Pónganse la armadura de Dios”.

Un tema muy interesante, profundo y muy acorde con nuestro tiempo. Durante la reflexión se hizo un llamado a utilizar las herramientas que la iglesia católica posee, fruto del Concilio ya mencionado y su aplicación.

Revistámonos o pongámonos las armaduras, somos fuertes; PERO PODEMOS SER AÚN MÁS FUERTES, y para ello existen herramientas; la Palabra de Dios es nuestra principal herramienta.

El conocimiento de la Palabra por medio de la lectura y oración con la Biblia, nos forja esa armadura; podemos reprender, consolar, comunicar paz, sanar, es el libro más completo para quienes quieren escuchar, leer y poner en práctica la voluntad de Dios.

“Nos hace falta más formación acerca de la fe cristiana”, veámoslo como un reto, un desafío, se reflexionaba durante el Retiro: “Me ciño con el cinturón de la verdad”, “la verdad debe ser puesta en la acción y no en sentimientos…”

Hace falta más feligresía católica que conozca el fundamento de la iglesia, esas y otras son algunas de las ideas que quedaron en el ambiente de retiro, compartidas sobre este tema.

Sintámonos orgulloso de ser católicos, que no nos vean como parte del montón; que nuestro accionar nos delate, que salgan palabras edificantes, pero sobre todo hechos positivos, como dice Juan el Bautista, seamos nosotros “testigos”.