Mundo Joven | Eduard Rafael Figueroa Sánchez, SJ*
El joven y el sexo
Uno de los temas de gran interés para el joven es la
sexualidad. Este tema siempre ha estado muy presente en todas las sociedades y
culturas sin importar las clases sociales.
Al joven de hoy le toca vivir una etapa de la historia donde
las relaciones sexuales y el acto sexual pueden ser vistos solo por placer, en
los que se busca la felicidad individual. Una relación que no contempla el
compromiso y la responsabilidad de la pareja.
Según sus investigaciones, Tahira Vargas afirma que las niñas
inician su vida sexual a la edad de 13 a 14 años, sin una formación previa
sobre el tema. Un sinnúmero de elementos puede influir en esto.
Los jóvenes de hoy tienen más oportunidad de iniciarse en el
acto sexual, ya que este “se respira” en el ambiente social. Al encender la
televisión o mirar las vallas publicitarias en las calles y los anuncios en los
medios de comunicación, nos llegan mensajes subliminales incitando al joven al
acto sexual. También la música del reguetón, perreo, dembow, que los jóvenes
escuchan, están dirigidas al placer sexual momentáneo con quien sea. Las
músicas juveniles de hoy despiertan el interés por el sexo tanto en sus letras
como en sus imágenes, ya que los videos de estos géneros musicales muestran a
las mujeres o a jóvenes de ambos sexos en ropa interior, con posiciones
eróticas, bebidas, piscina, carros y casas de lujos, donde todo parece ser felicidad.
La pregunta que tenemos que hacernos es: ¿por qué los jóvenes
están iniciando su vida sexual cada vez más temprano? Los jóvenes de hoy no
tienen una formación sexual que les ayude a poder tomar decisiones coherentes y
conscientes de lo que sienten y quieren. Al mirar la sociedad dominicana, nos
damos cuenta de que el tema de la sexualidad sigue siendo un tabú hoy dÃa. Las
instituciones o autoridades que tienen que abordar el tema no lo hacen como
deben hacerlo. Para las escuelas, las Iglesias y las familias el sexo es un
tema que solo se dialoga entre adultos.
En las familias no existe la confianza de hablar de sexualidad, principalmente, porque antes eso no era algo que se debatiera abiertamente. De ahà que los padres tienen que formarse y orientarse en estos temas para poder dar respuestas a sus hijos. La Iglesia debe tomar conciencia de esto y asumir un rol más activo en ese sentido dentro de las parroquias. Hay que pensar en serio la educación sexual desde los valores humanos y cristianos. Por esta falta de orientación, el joven de hoy busca y recibe las informaciones por medio de las redes sociales, asistiendo a páginas pornográficas que existen en internet y que están a la disposición de todos sin importar edad, deformando asà el concepto de una sexualidad sana.
La sexualidad es un don de Dios que se debe vivir con responsabilidad y desde un compromiso personal. Esto exige una formación y madurez. El tener sexo solo por placer, como nos lo presentan los medios de comunicación a cada instante, no implica la vida, por eso muchos no se sienten responsables de la historia o del futuro de la otra persona.
* Eduard Rafael Figueroa Sánchez (Macoby),
sacerdote jesuita, licenciado en FilosofÃa por INTEC/Instituto Bonó y en
TeologÃa por la Facultad Jesuita de FilosofÃa y TeologÃa (FAJE) en Belo
Horizonte, Brasil. Publicado en la revista RaÃces, Año 5, n. 09, Octubre 2018,
pp. 10-11.
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